martes, 30 de abril de 2024

San José Obrero. 1 de mayo

    Esta fiesta, se puede decir, que es una festividad del siglo XX, al haber sido proclamada por Pío XII en el año 1955. El día uno de mayo en la plaza de San Pedro, ante una muchedumbre de más de 150.000 trabajadores, dijo el Papa: “Desde un principio pusimos vuestras asociaciones bajo el poderoso patrocinio de San José, porque no podía haber mejor protector para ayudaros a empapar vuestra vida con el espíritu del Evangelio. Desde hace tiempo el enemigo de Jesucristo siembra cizaña en el pueblo, sin encontrar siempre una eficaz resistencia de parte de los católicos. Particularmente en el sector de los trabajadores ha hecho y hace todo lo posible por difundir falsas ideas sobre el hombre y el mundo, sobre la historia y la estructura de la sociedad y de la economía. San José Obrero es el humilde obrero de Nazaret que no solo encarna delante de Dios y de la Iglesia la dignidad del obrero manual, sino que es también el próvido guardián de vosotros y de vuestras familias”.
Imagen de San José con el Niño en brazos.
Catedral de Cuenca
    En los primeros siglos el pueblo cristiano miraba a San José como un intercesor nato de la Iglesia, sobre todo en el sector humilde y artesano. Siguiendo este sentido, Pío IX nos habló primero de San José Como Patrono universal y Pío XII proclamó especialmente el patrocinio sobre el mundo obrero. En 1819 se encontró una piedra con una inscripción en griego, en la que decía: “Oh Santo José, asísteme en mis trabajos y dame gracia”. Esta inscripción parece ser del siglo IV o V y podría tenerse como el primer documento del culto privado que se realiza a San José.

Feliz día del trabajo.
Cuenca, 1 de mayo de 2021. Actualizado el 1 de mayo de 2024.

José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

Efemérides conquenses del 1 de mayo. Toma posesión de la mitra de Cuenca el obispo D. Felipe Antonio Solano (1 de mayo de 1779).

     Nace este prelado en Castel-frío, del obispado de Osma el 13 de marzo de 1724. Fueron sus padres D. Juan Pascual Solano y Doña María Josefa Marín y Ruiz, quienes le procuraron una selecta educación moral y literaria, mandándole a estudiar a la Universidad de Alcalá de Henares de donde fue catedrático de Teología.

Catedral de Cuenca.

    Fue presentado para la Mitra de Puerto Rico, que no aceptó, y en marzo de 1774 el rey Carlos III le presentó para la de Ceuta. El papa Clemente XIV pasó la gracia, y en junio del mismo año le consagró en Madrid el Ilmo. D. Felipe Beltrán, inquisidor general. A los tres años murió el Ilmo. Sr. Pavón, y el rey Carlos III le presentó para el obispado de Cuenca. Después de las bulas del papa Pío VI, el Sr. Solano tomó posesión el 1 de mayo de 1779 por su apoderado D. Tomás Melgarejo, Deán y Canónigo de esta santa iglesia catedral, y entró en esta ciudad el 29 de junio del mismo año.

Cuenca, 1 de mayo de 2021. Actualizado el 1 de mayo de 20234

José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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Fuentes documentales:

-Noticias de todos los Ilmos. Srs. Que han regido la diócesis de Cuenca. Trifón y Soliva. 1860

-Noticias y tributo a San Julián D. Rogelio Sanchiz Catalán. Cuenca. 1909.

 

lunes, 29 de abril de 2024

Efemérides conquenses del 30 de abril. Visita del rey Felipe II a Cuenca.

     El rey Felipe II vino a Cuenca invitado por el obispo D. Bernardo de Fresneda, acompañado de muchos personajes.

¿Por qué vino el rey Felipe II a Cuenca? ¿Quién era Fray Bernardo de Fresneda? Para contestar hay que empezar por nombras a nuestro gran Patrón San Julián. ¡Vamos Allá!

Dos reales acuñados en Cuenca (Casa de la Moneda) en tiempos de Felipe II

La multitud de enfermos curados milagrosamente por la intercesión de San Julián, hizo que constantemente llegasen gran número de aquéllos a la Catedral de Cuenca en súplica y ruego de exposición del Santo cuerpo, seguros de que a su vista y contacto hallarían remedio sus dolencias. Tan reiteradas instancias obligaron al Cabildo a manifestar repetidas veces el cuerpo del glorioso Obispo, haciéndose tres veces en el mes de Mayo de 1518, una en junio y otra en agosto.

El rey Felipe II, a cuya noticia llegaron los numerosos milagros de San Julián, y el estado de asombrosa incorrupción de su cuerpo, accediendo a la invitación que le hiciera su confesor, el Obispo de Cuenca Fray Bernardo de Fresneda, determino visitar la San Julián, y al efecto, vino a esta ciudad el domingo, 30 de abril de 1564.

He de decir en pro de nuestro obispo Fray Bernardo que el aprecio del rey Felipe II desde que le confió su conciencia, fue siempre en aumento y fue él quien colocó la primera piedra en la octava maravilla del mundo, el templo del Escorial el 30 de agosto, día de san Bernardo al igual que fue él también quien colocó la primera piedra del convento de Ntra. Sra. de los Remedios en Madrid el 4 de septiembre de 1664.

Después de este inciso continúo con la visita de Felipe II a Cuenca.

Al día siguiente, o sea, el 1 de mayo de 1564, después de oír Misa mayor, subió a la galería y vio y reverenció el santo cuerpo en unión del Obispo, Dignidades y Canónigos de esta Catedral, de los Justicias de la ciudad y de los Príncipes de Bohemia y de Parla, del Arzobispo de Burgos, del Nuncio de Su Santidad y de otras muchas personas que le acompañaron en su viaje, quedando todos maravillados del estado del cuerpo y de la justicia y razón que, de ser milagroso, tenía por toda España.

Cuenca, 30 de abril de 2021. Actualizado 30 de abril de 2024.

José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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Fuentes documentales:

-Noticias de todos los Ilmos. Srs. Que han regido la diócesis de Cuenca. Trifón y Soliva. 1860

-Noticias y tributo a San Julián D. Rogelio Sanchiz Catalán. Cuenca. 1909.

San Pío V (1504-1672). Festividad del día 30 de abril.

   Hoy para finalizar el mes nos propone el Santoral Católico a san Pío V, un fraile dominico que ocupó el Vaticano sólo seis años y que fue canonizado en 1712 por Clemente XI.

Se llamaba Antonio Ghisliere, piamontés de origen muy humilde, ingresó en la orden dominica, fue inquisidor en la diócesis de Como, y ya en la cincuentena, obispo, cardenal y en 1666, Sumo Pontífice, tras un agitado cónclave en el que patrocinó su elección san Carlos Borromeo, sobrino del difunto Pío IV, quien no había mantenido buenas relaciones con el que fue su sucesor.
San Pio V

Era notorio que el nuevo papa no iba a ser blando y transigente, y así fue. Vivía como en un convento, con gran austeridad, celebraba misa todos los días (algo infrecuente por aquella época), muy caritativo y constante en las lecturas piadosas y el rezo del rosario (sus atributos son un crucifijo y un rosario).

Enérgico y de una independencia férrea, se tomó muy en serio sus deberes. En la ciudad de Roma reprimió implacablemente toda mundanidad, vicio y escándalo, y respecto al conjunto de la Iglesia aplicó las normas de Trento sabiamente que urgían las reformas más profundas. Ya en 1566 publica el famoso Catecismo trentino que lleva su nombre, que luego haría reeditar a santo Tomás, refunde el breviario y el misal, combate la simonía y el nepotismo, vigila la elección de obispos.

Duro y no siempre acertado en asuntos de política, se enfrenta a Felipe II, excomulga a Isabel de Inglaterra y forma una liga con España y Venecia que tiene sus frutos en la victoria de Lepanto, tras la cual instituye la fiesta de Nuestra Señora del Rosario. Hombre de acción y de oración, tal vez en ocasiones demasiado fraile, da toda su medida en una dolorosísima muerte (Se le hallaron en la vejiga tres piedras de seis onzas) mientras rezaba: “Tu que aumentas el dolor, aumenta también la paciencia”. En su sepulcro de santa María la Mayor está barbada y sonriente, bendiciendo con un gesto augusto y paternal de serenidad.

Publicado en Cuenca, 30 de abril de 2020. Actualizado 30 de abril de 2024.

Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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FUENTES CONSULTADAS:
-Año Cristiano para todos los días del año. P. Juan Croisset. Logroño. 1851.
-La casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.
-Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961.


domingo, 28 de abril de 2024

San Pedro de Verona, mártir. (1206-1258). Festividad del 29 de abril.

   La fe es el tesoro más precioso, no sólo para cada alma en particular sino aun para los estados y el mundo en general. Por esto, en las épocas de intensa religiosidad, como en la Edad Media, la herejía era considerada como un delito y, después del anatema de la Iglesia, seguía el castigo de la autoridad civil.

San Pedro, dominico ilustre del siglo XIII, murió en su oficio de inquisidor el 6 de abril de 1252, a los cuarenta y seis años. Había nacido en Verona en el año 1206, cuando en las ciudades del norte de Italia pululaban los herejes valdenses, albigenses, pobres de Lyón, cátaros y patarinos. En el seno mismo de su familia reinaba el desconcierto religioso y la herejía. Providencialmente, estudiando en la Universidad de Bolonia, conoció a santo Domingo de Guzmán y, por gracia espiritual de Dios, se decidió a verter el hábito blanco de los Hermanos Predicadores. Desde entonces su vida entera es un anhelo constante de lucha para convertir herejes, defender la verdad, deshacer sofismas, combatir errores.

Poseía un don especial para la predicación y conversón de los herejes. Sus superiores lo envían a predicar a la Toscana, a la Romaña, la Marca de Ancona, a Bolonia y a Milán. El año de 1232, Gregorio IX, conocedor de su ciencia y de su celo, lo nombra inquisidor general. No por esto interrumpe su cargo de predicador. Los milagros son ya la confirmación y la fuerza de sus palabras. En Milán siente un día el peso de la batalla y la nube gris del desaliento. Se postra ante los pies de la Virgen y oye en el secreto del alma aquellas palabras del Evangelio: “Pedro, yo he regado por ti para que tu fe no desfallezca. Adelante y persevera en tu primer trabajo”. Desde aquel día el celo de la fe crece en su corazón.

De Milán pasa a Cesena; de Cesena a Ravena, Mantua y Venecia. Viene a Como, nombrado prior del convento, con la experiencia de gobierno que había adquirido en las casas de Plasencia, Génova y Aosta. La luz de la verdad brilla por dondequiera que pasa. Tiene en sus labios la fuerza del Evangelio de Cristo. Dios le ha hecho presentir su muerte.

Un día predicando termina con estas palabras: “Yo sé que la sinagoga de los malvados ha decidido mi muerte, sé que va está depositado el dinero que se ha de dar al asesino. Hágase como quieren. No tardarán en darse cuenta de que mi muerte va a hacerles más daño que mi vida”.
Martirio de san Pedro de Verona.

Esto lo decía el Miércoles Santo. El 5 de abril va a Coma de Milán, solo, rezando el Salterio, cuando en un bosque, a las dos de la tarde, le sorprende un asesino, que le descarga un golpe de hacha en la cabeza. El mártir cae al suelo, tiene serenidad para ponerse de rodillas, reza el Credo, ofrece su vida en sacrificio y con la misma sangre que sale a borbotones de su cabeza, escribe en la tierra estas palabras, que se han hecho clásicas en las representaciones del Santo: “Credo in Denun” – Creo en Dios. Su asesino se convirtió después. El Papa Inocencio IV decretó su canonización el año siguiente y Sixto V introdujo su nombre en el calendario de la Iglesia universal.

Publicado en Cuenca, 29 de abril de 2020. Actualizado el 29 de abril de 2024.

Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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FUENTES CONSULTADAS:
-Año Cristiano para todos los días del año. P. Juan Croisset. Logroño. 1851.
-La casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.
-Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961.










El libro: “Iconografía e iconología de la Catedral de Santa María de Cuenca” en venta en la Feria del Libro de Cuenca.

 

“Iconografía e iconología de la Catedral de Santa María de Cuenca”

Este año la Feria del Libro se celebra en Cuenca: del 27 de abril al 2 de mayo, en la caseta de la librería Evangelio encontrarás el libro.

 


Disponible en la librería Evangelio de Cuenca, tanto en la de Fernando Evangelio, en la Plaza de la Hispanidad, 1; como la de Juan Evangelio, en C/Carretería 31.

Que mejor carta de presentación de este libro que las palabras que el Ilmo. Sr. Obispo dijo en el Prólogo:

“Sirvan estas breves palabras mías de pórtico o ingreso a la lectura del libro del conquense D. José María Rodríguez que ahora ve la luz, después de años de paciente trabajo. Saludo su aparición porque ha de contribuir, a buen seguro, a un mejor conocimiento de nuestra bellísima Catedral de Cuenca.

En una Catedral, quizás la obra más completa y orgánica de que es capaz el ingenio humano y la expresión más alta de su capacidad artística, se armonizan de manera admirable disciplinas artísticas y ciencias distintas. El trabajo conjunto de todas ellas da lugar a una obra singularísima del espíritu humano que sorprende por su complejidad, deslumbra por su "logos" y entusiasma por su belleza.

"Conocer" una Catedral implica desentrañar la idea original que es su razón de ser y que la "juzga"; requiere saber de cada uno de los elementos a partir de los cuales se construye su unidad; exige percibir la organicidad de la estructura más allá de sus variados integrantes; pide descubrir la belleza plural y única en la armonía de cada una de sus facciones y en el orden de sus formas.

Con su obra, José María Rodríguez nos ayuda a conocer más y mejor la Iglesia Madre de nuestra diócesis, su Catedral. Nos hace entrar en el mundo de la iconografía, de las imágenes y figuras, humanas unas, de animales o vegetales otras, reales o imaginarias, simbólicas o alegóricas, históricas o mitológicas, que pueblan capiteles, columnas, frisos, canecillos o metopas del templo. Las presenta y las "lee", nos revela su sentido y significado. De ese modo la Catedral nos desvela la entidad de algo disimulado en el conjunto, da relieve a uno de los elementos de su pluralidad ordenada.

Vaya mi cordial felicitación a D. José María Rodríguez por esta obra, a la vez que le expreso mi deseo de que se vea seguida por otras centradas igualmente en nuestra magnífica Catedral. Estoy seguro de no ser el único en desearlo y esperarlo”.

                                                                                                                           +José María Yanguas

Obispo de Cuenca


Iconografía e Iconología de la Catedral de Santa María. Cuenca

D.P. CU 74-2013

ISBN: 978-84-92711-98-7

Formato: Vertical. 29.00X24.50cms.

 Sinopsis:

Tal como sucedió durante la época románica, la escultura gótica está llena de símbolos que eran fácilmente reconocibles por los cristianos y que ayudaban a transmitir el mensaje bíblico. Como sabemos, desde el concilio de Nicea hasta el de Trento, la mayoría de los templos se orientaron de Este a Oeste. La Catedral de Santa María de Cuenca es uno de ellos. En un templo orientado, cada punto cardinal tiene un significado preciso; el Norte se dedicaba al Antiguo Testamento; el Sur al Nuevo Testamento; el Oeste, por donde se oculta el sol, se dedicaba al juicio final y el Este, por donde sale el Sol, se ofrecía a la grandeza de Dios. En el IV Concilio de Constantinopla, del año 870, se determinó que el icono era un signo visible de lo invisible careciendo de existencia por sí mismo determinando que: “Lo que el Evangelio no dice a través de la palabra, el icono nos lo anuncia y nos lo hace presente”.

 En los arcos se representan los vicios y virtudes que el hombre ha tenido y tiene desde el principio de los tiempos. A través de sus figuras, va narrando los demonios a los que se ha de enfrentar el hombre para encontrar su salvación. No siempre los iconos aparecen como figuras aisladas. A veces, están en el contexto de programas evangélicos bien del Antiguo Testamento, o bien de marcado carácter teológico que responden a principios fundamentales estéticos e iconográficos.

 En esa época, los pecados más denunciados desde los púlpitos fueron la avaricia y la lujuria, sin olvidar el resto de pecados capitales. En sus arcos existe una dualidad, enfrentando a las virtudes con los vicios opuestos: Fe-Idolatría, Castidad-Lujuria, Paciencia-Ira, Soberbia-Humanidad, Lujo-Sobriedad, Caridad-Avaricia y Concordia-Discordia. Todo ello invita a hacer un recorrido por cada arco para encontrarles su significado y su enseñanza. Como dijo ya por el siglo III d.C. Plotino: “los ojos del cuerpo se han de cerrar para que se abran los del alma con los que se puede contemplar la imagen invisible”.

 

 

 


 

”Aggelos”. Catedral de Santa María. Cuenca. En la Feria del Libro de Cuenca.

 ”Aggelos”. Catedral de Santa María. Cuenca.

Notas de su autor. José María Rodríguez González.

 Este año la Feria del Libro se celebra en Cuenca: del 27 de abril al 2 de mayo, en las caseta de la librería Evangelio encontrarás el libro.

 Esta obra nace del fruto de la observación y del trabajo de investigación que he llevado a cabo durante varios años. Si no lo ves pregunta por él, descubrirás el mundo angelical de la Catedral de Cuenca.

 


Todas las culturas se han visto fascinadas y atraídas por los seres alados. Culturas anteriores a la nuestra han dado señales de su existencia esculpiéndolos en piedra representándolos en lienzos y paredes. Todos estos  vestigios han llegado hasta nosotros, haciéndonos partícipes de sus creencias. Es por ello que he elegido el titulo de esta obra: ἄγγελοςaggelos”, sustantivo masculino en griego de: ángel, mensajero o enviado. Dando una visión universal con su nombre.

Son muchos los aspectos angelicales que posee nuestra catedral.  Este trabajo pretende ser un viaje a través de las creencias y valores religiosos de sus autores, esas personas que dejaron su fe inscrita en las tallas y lienzos que conforman las paredes del templo catedralicio desde sus orígenes hasta el siglo XVIII.

No pretende ser esta obra una simple ilustración, cada imagen expresa y muestra aspectos complementarios a la escena principal. El análisis iconográfico permite comprender cuál es el peso de la representación artística en la elaboración de las figuras angelicales, unas veces parte principal de la exposición y en alguna ocasión está determinado más por el aspecto visual que por la influencia bíblica.

Las obras mostradas son fruto del tiempo por lo que cada una encarna una época y por consiguiente una síntesis de la técnica y de la cultura del momento en que fue realizada la obra.

Este trabajo es una reflexión teológica pensando en cada obra y el papel que determina la representación de cada ángel que la integra.


Teniendo en cuenta la cronología, la perspectiva temporal permite apreciar los distintos cambios que se han afectado en la representación de los ángeles.

Es curioso observar la vestimenta de los ángeles renacentistas cuya indumentaria deriva de la época en que fueron pintados o esculpidos dando una idea, además de bíblica, histórico-cultural.

Disponible en la librería Evangelio de Cuenca, tanto en la de Fernando Evangelio, en la Plaza de la Hispanidad, nº1; como la de Juan Evangelio, en C/Carretería 31.

“Aggelos” Catedral de Santa María de Cuenca.

D.P. CU 5-2019

ISBN: 978-84-09-08257-7

Formato: Vertical. 30.00X21.00cms.

 Sinopsis:

Este libro no es una simple ilustración, cada imagen expresa y muestra aspectos complementarios a la secuencia principal. El análisis iconográfico permite comprender cuál es el peso de la representación artística en la elaboración de las figuras angelicales, unas veces parte principal de la exposición y en alguna ocasión está determinado más por el aspecto visual que por la influencia bíblica.

Las obras presentadas son fruto del tiempo por lo que cada una encarna una época y por consiguiente una síntesis de la técnica y de la cultura del momento en que fue realizada la obra.

Dos son las vertientes que se tratan, una la composición de cada obra, llegando a expresar su sentido catequético y descriptivo. Una segunda vertiente, haciendo un seguimiento de las obras realizad por cada autor, incluyendo un análisis desde el primero hasta el último trabajo realizado cronológicamente, como un recorrido a través del tiempo por las capillas, en ellas está plasmado el pincel o el cincel de cada artista que en su momento vio de esa forma los motivos angelicales.

 

EL LIBRO “ALCÁNGELES DEL SIGLO XIII” en venta en la Feria del Libro.

 

EL LIBRO “ALCÁNGELES DEL SIGLO XIII”

Descubre el valor artístico e histórico que posee el triforio de la Catedral de Cuenca y a cada uno de los 12 arcángeles que hubo, actualmente se pueden observar diez. ¿Quiénes son? ¿Qué nombre tienen? ¿Qué misión desenpeñan?

 Este año la Feria del Libro se celebra en Cuenca: del 27 de abril al 2 de mayo, en las caseta de la librería Evangelio encontrarás el libro. Si no lo ves, pregunta por él, merece la pena.

 


Este libro es el fruto de una minuciosa observación de cada escultura y del estudio de los documentos escritos que hay publicados sobre siglo XIII, que son muy escaso y no queda más remedio que acudir a la literatura para ilustrarse.

Los arcángeles son de corte oriental, como el arcángel de la contraportada del libro, su origen helénico y bizantino,

Lo acredita la figura estilizada, su vestimenta y sobre todo el peinado de los cabellos. Todo ello contribuye a manifestar su origen al ser comparados con otras obras de origen conocido.

En la antigua Mesopotamia, el peinado se consideraba un símbolo de civilización y los diferentes estilos no eran simples modas sino una seña de identidad social para reyes, nobles, sacerdotes y guerreros.

Los reyes-sacerdotes exhibían  una tupida cabellera recogida con una cinta en la frente como lo hace la figura de Chamuel, arcángel de la portada del libro.

Los atributos que portan son los que mayormente identifican la personalidad del arcángel. Incensario, libro, crucifijo, etc.

La catequética que anuncia los arcángeles del triforio viene a recordar el verdadero camino de salvación que existe, pero no a profetizar el momento final de nuestra existencia.

 Disponible en la librería Evangelio de Cuenca, tanto en la de Fernando Evangelio, en la Plaza de la Hispanidad, nº1; como la de Juan Evangelio, en C/Carretería 31.


El libro “Simbología Renacentista” El arte grutesco en la rejería de la Catedral de Cuenca. En venta en la Feria del Libro.

 “SIMBOLOGÍA RENACENTISTA” El arte grutesco en la rejería de de la Catedral de Cuenca.

Este año la Feria del Libro se celebra en Cuenca: del 27 de abril al 2 de mayo, en las caseta de la librería Evangelio encontrarás el libro.

Y también disponible en la librería Evangelio de Cuenca, tanto en la de Fernando Evangelio, en la Plaza de la Hispanidad, 1; como la de Juan Evangelio, en C/Carretería 31. 

Es una ocasión unica para poder disfrutar de esta magnífica obra, se han puesto pocos ejemplares a la venta, es una edición ogotada.


“SIMBOLOGÍA RENACENTISTA” El arte grutesco en la rejería de de la Catedral de Cuenca.

D.P. CU 25-2020

ISBN: 978-84-09-18637-2

Formato: Horizontal  21.00X30.00cms

 

Sinopsis:

Este nuevo trabajo que presento está fundamentado en la falta de estudio del simbolismo del arte decorativo que surgió durante los siglos XV al XVII, periodo del renacimiento en la Catedral de Cuenca. Me centro en la rejería porque es la parte más espectacular que poseemos durante esos siglos, sin menospreciar las demás artes que son ricas y abundantes, pero más estudiadas.

Este nuevo arte recibió el nombre de grutesco. La técnica fue inventada en Roma para decorar los muros donde únicamente se podían situar formas suspendidas en el aire. Hay que diferenciarlo de lo “grotesco” que adquiere un valor extravagante, deforme y ridículo.

En la decoración grutesca, se mezclan temas mitológicos y fábulas poéticas; se intercalan escenas y personajes bíblicos, asociándose programas conceptuales, a veces complejos, que forman parte del conjunto decorativo. Tal vez sea ésta la parte menos estudiada de la decoración de los grutescos, en parte, porque pensemos que éste tipo de decoración puede tener menos valor significativo que la decoración de siglos anteriores, es por todo ello que despertó interés en mí, para llegar a un descubrimiento del contenido simbólico que entraña este tipo de expresión artística, abundante en la Catedral conquense.

Cuando hablamos de iconografía, simbolismo, alegoría y otras formas de lectura de  imágenes, es normal pensar en creaciones artísticas de cierta antigüedad, principalmente en el románico, sin caer en la cuenta que el simbolismo suele estar presente en cualquier creación artística, sin mediar en el tiempo de su creación. Es el artista quien da y crea el mensaje en su obra. El mensaje oculto no lo vemos de forma certera, hasta que nos lo hacen ver al ser interpretados los signos que contiene la obra. El arte grutesco en la rejería de las capillas del siglo XVI de la catedral de “Santa María” de Cuenca es palpable y en estas líneas intentaré dar sentido a cada una de ellas. La mayoría de los coronamientos de las rejas encierra un programa catequético interesante, algunos con dificultades de interpretación por lo complejo del conjunto del corpus. Les invito a navegar por este nuevo trabajo para descubrir los significados que entrañan cada una de las rejas estudiadas.

Cuenca, 28 de abril de 2024.

 

sábado, 27 de abril de 2024

San Luis María Grignon (1673-1716). Festividad del 28 de abril.

Una oveja entre lobos.

Para empezar hay que decir que fue una rareza histórica en la Francia de comienzos del siglo XVIII cuando la irreligiosidad, el jansenismo y el libertinaje es lo moderno, diríamos lo que se lleva en la época. En, medio de este mundo perdido y alejado de la mano de Dios, surge un apóstol que parece salido de la Edad Media, como si Dios tuviese un capricho anacrónico.
San Luis María Grignon.

Nació el 31 de enero de 1673 en Montfort la Cane, cerca de Rennes, en la Bretaña francesa. Su padre era abogado en el tribunal de Montfort, llamado Juan Baptista Grignion y su madre Jeanne Robert. Fue el primero que sobrevivió de los ocho hijos del matrimonio, pues el mayor murió a los cuatro meses de nacer, siendo bautizado al segundo día de su nacimiento.

Era muy devoto de la Virgen y pasaba largos ratos arrodillado delante de la estatua de la Madre de Dios. Hombre de sacramentos, de rosarios, de predicación efusiva e irresistible, pero por encima de todo, muy paciente en las adversidades, activo y enamorado de las vías misteriosos de la Providencia, solía decir:”Bendito sea Dios pase lo que pase, bendito sea Dios si me da o si me niega, bendito sea Dios si me lo quita todo”.

Se formó con los jesuitas de Rennes y después de ordenarse de sacerdote en París (1700), quiso ir a evangelizar en tierras de infieles. No tuvo que ir lejos y apenas se movió de Francia, convertido en país de misión.
Visión de san Luis María Grignon.

Cuenta su historia que a entre los 16 y 18 años tuvo una experiencia de Dios que marcó su vida para siempre. Ante este encuentro personal e íntimo con Dios, la vida de Luis cambió radicalmente que le llevo a ver que lo realmente valioso en este mundo no era el dinero ni la fama, sino que el verdadero valor estaba en la transformación interior del hombre.

Fue capellán de un hospital de Poitiers del que se le despidió tres veces, vivió como un mendigo en París cuando se le cerraban todas las puertas y en 1706 se consagró a sus misioneros populares por la Vendée, la Bretaña y el Poitou, en medio de la guerra declarada de los jansenistas que obstaculizaron por todos los procedimientos su labor. Recurrió al Papa Clemente XI para que le dijera si verdaderamente estaba equivocado como todos le decían o si cumplía la voluntad de Dios, lo cual era su único deseo. Se logra el encuentro  y Luis es recibido por el Papa que le otorgó sus bendiciones y el título de Misionero Apostólico.
Fundaciones de san Luis María Grignon.

Un año antes de su muerte fundó dos congregaciones: las hermanas de la Sabiduría, dedicadas al trabajo de hospital y la instrucción de niñas pobres y la Compañía de María misioneras. Al comienzo del siglo XX las Hermanas de la Sabiduría contaron con más de cinco mil casas, dando instrucción a 60.000 niños.

Murió en la tarde del 28 de abril de 1716. Fue enterrado en Saint Laurent sur Sèvre en la basílica que hoy lleva su nombre.

Publicado en Cuenca, 28 de abril de 2020 y el 28 de abril de 2024.

Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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FUENTES CONSULTADAS:
-Año Cristiano para todos los días del año. P. Juan Croisset. Logroño. 1851.
-La casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.
-Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961.

viernes, 26 de abril de 2024

Visita guiada gratuita en la Catedral de Cuenca sobre la luz y el color en las Vidrieras.

 La luz a través de las vidrieras produce sensaciones distintas según la estación del año.

Con esta visita terminamos el ciclo de visitas por este año. Como en anteriores visitas se precisa, para su participación, mandar un correo: chemarogo@gmail.com para que sea incluido en el grupo, éste no será superior a 30 personas. Sábado 6 de mayo, a las 11:00h. El grupo para esta visita está completo.

El sábado, día 4 de mayo a las 11.00 horas de la mañana, el investigador José María Rodríguez González realizará una visita guiada sobre los vítreos de la Catedral de Cuenca. TERMINANDO EL CICLO DE VISITAS POR ESTE CURSO.

Vítreos de la Catedral de Cuenca.

El arte abstracto hecho luz. La luz se convierte en color y el color en emociones. Esto es lo que ocurre en el interior de la Catedral de Cuenca. ¿Quiénes fueron los autores de los vítreos? ¿Qué reglas siguieron para su realización?

Las vidrieras artísticas que exhiben sus formas y colores son verdaderas obras de arte. En la pintura de los artistas sólo se da el color, pero en las vidrieras tuvieron que tener en cuenta la luz, no solo a la hora de realizarlas sino también en el lugar donde iban a ser situadas porque según se reflejara en ellas la luz, los colores tendrían una intensidad y formas diferentes.

El 24 de abril de 1995 se inauguraban las nuevas vidrieras de la Catedral. En la visita se hablará de sus autores, Gustavo Torner, Bonifacio Alonso, Gerardo Rueda y Henri Dechanet. Un recorrido por su obra, por su manera de realizarla y de lo expresado en ellas.

Cuenca, 27 de abril de 2024

José María Rodríguez González Profesor e investigador histórico.

 

Ntra. Sra. de Montserrat. Festividad del 27 de abril.

     Dicen las crónicas que a siete leguas al poniente de la ciudad de Barcelona se yergue majestuosa la montaña de Montserrat. En el punto más alto de la montaña –el San Jerónimo- se eleva a 1236 m. sobre el nivel del mar y en las agrias laderas de este monte está edificado un Santuario que es de los más célebre del orbe católico. En él se venera una imagen antiquísima de la Santísima Virgen.

Nuestra Señora de Montserrat.

Una el año 880 y una de las deliciosas tardes de abril, sábado, del día 25, cuando al anochecer, unos pastorcillos que guardaban sus rebaños al pie del Montserrat, vieron unas luces como estrellas resplandecientes que bajaban del cielo a uno de los extremos de la montaña, e iban a esconderse en un ángulo oriental. Confusos y atemorizados, mayormente cuando varios sábados consecutivos y a idéntica hora les sorprendió la misma visión, acompañada al fin de suavísimos cánticos, comunicaron el suceso al mismo Obispo, que era de Vich, y residía a la sazón en la vecina ciudad de Manresa. Al prodigio de las estrellas, añade el sabio autor de Marca Hispánica, el de unos bueyes que solían acercarse a la cueva en donde estaba oculta la Imagen; allí permanecían como embelesados, y luego volvían al establo más satisfechos que los que habían pasado el día pastando en el monte.

Gotmar, que así se llamaba el Prelado, se dirigió al lugar referido, donde mereció ser testigo al maravilloso acontecimiento. Habiendo orado fervorosamente, se acercó al sitio señalado por las misteriosas estrellas, y entre arbustos y malezas descubrió en la cavidad de una gran roca la sagrada imagen de María, antes barcelonesa, que desde entonces había de tomar el título de Nuestra Señora de Montserrat.

Se organizó una procesión y el Obispo llevó la venerada imagen con sus propias manos. Pensaba llevarla a Barcelona y colocarla en la Catedral para que fuese su más rico tesoro; pero eran otros los designios de la Divina Providencia. Al llegar la piadosa comitiva a cierto paraje de la montaña, permaneció la santa Imagen como enclavada, y fueron inútiles cuantos esfuerzos se hicieron para moverla. Bien se manifestaba en esto la voluntad de Dios y de su Inmaculada Madre. Quería reinar desde aquella singular montaña que es como el corazón de Cataluña.

El obispo Gotmar edificó en aquel lugar una modesta capilla. Debió ser una ermita sencilla y reducida. Por esas fechas de 888 había en la montaña varias capillas. Por ese mismo año, el conde de Barcelona Wilfrido el Velloso cedió la montaña de Montserrat a los monjes benedictinos del monasterio de Ripoll. De allí pasaron los primeros monjes a fundar el monasterio de Montserrat ya por el año 986. Se estableció junto al primitivo templo de la Virgen, para atender a su culto y ser sus celosos custodios. Este fue el origen de la famosa abadía de Montserrat

Cuenca, 27 de abril de 2021 y el 27 de abril de 2024.

José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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FUENTES CONSULTADAS:

-Año Cristiano para todos los días del año. P. Croiset. Madrid. 1846.

-La casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.

-Festividades del año litúrgico. Dr. Vicente Tena. Editorial Luis Vives. Zaragoza. 1945

-Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961.

jueves, 25 de abril de 2024

San Cleto y San Marcelino. 26 de abril

   Hoy celebramos la festividad de san Marcelino y nos trae al recuerdo a nuestro Marce (Párroco de San Fernando en Cuenca) que no hace muchos días partió a la morada del Padre Eterno. San Marcelino, como el nuestro, su cuya vida fue y ha sido siempre para los fieles de gran enseñanza en la misericordia del Señor.

El Misal Romano conmemora hoy la fiesta de estos dos papas y mártires. Comenzaré hablando de san Cleto porque fue Papa antes que san Marcelino.

 San Cleto nace en Atenas y es una de las brillantes conversiones de san Pedro, quien le ordenó de presbítero. Por el año 76, a la muerte de san Lino, sucesor inmediato de san Pedro, la comunidad de Roma eligió por obispo a Cleto. El hecho de que san Cleto fuera elegido para el supremo Pontificado cuando todavía vivían muchos discípulos de san Pedro y san Pablo, es una prueba de la santidad, prudencia y caridad del Santo. Como su nombre original griego significa, Cleto fue un hombre “escogido”, un “llamado” de Dios. De su gobierno no sabemos nada, fuera de la noticia del Pontifical, que nos dice haberse preocupado de dar forma y elegancia a la tumba de los Príncipes de los Apóstoles, y que él mismo fue sepultado en el Vaticano. Padeció el martirio en tiempo de Domiciano (81-96).

El 30 de junio del año 296 sucedió a san Cayo, como obispo de Roma, san Marcelino, que también es designado con los nombres de Marcelo y Marceliano. Su historia se ha visto envuelta en muchas leyendas falsas, de origen herético, con fines de empañar la gloria del Pontífice romano. Según algunos documentos, de origen donatista, Marcelino había sacrificado e incensado a los ídolos, aunque llorara su apostasía, como san Pedro, y la purificara con la sangre del martirio. El lapsus del papa Marcelino no existe en ninguno de los escritos contemporáneos y está en pugna con la fama de santidad de que gozó siempre entre los cristianos de los siglos inmediatos. No solamente tuvo una sepultura honrosa en el cementerio de Priscila, junto al mártir Crescencio, sino que su sepulcro se vio siempre muy visitado, como prueban los itinerarios de las catacumbas. En el libro de “Locis Sanctorum Martyrum” se le llama Santo. La primitiva tumba del Santo se ha encontrado en el cementerio de Priscila, junto a la del mártir Crescencio. La cripta está cubierta de pinturas, como las de los tres jóvenes del horno de Babilonia, que se resistieron a adorar la estatua de Nabucodonosor. Los peregrinos han dejado allí muchas inscripciones en la pared, prueba todo ello de la gran devoción que se profesaba al Santo Pontífice. En la cripta del cementerio de Calixto hay también una inscripción de san Marcelino.

Es muy probable que el Santo padeciera el martirio el 26 de abril del año 304. San Marcelino no apoyó nunca a los falsos creyentes, que los diversos decretos de persecución pusieron en apuros a los fieles y que algunos de ellos cedieron y ofrecieron incienso ante el altar de los dioses paganos, pero por dentro mantenían su fe cristiana, formándose el grupo llamado “lapsos” que exteriormente era apóstatas, aunque en su interior conservaban la fe en Cristo.

San Marcelino fue calumniado y perseguido por los mismos cristianos a causa de su bondad y caridad. Un corazón misericordioso, paternal y evangélico, que sabe imitar la mansedumbre del Príncipe de los Apóstoles, arrastrando las críticas de los eternos “hermanos mayores”, que echan en cara al “Hijo Pródigo” sus pecados y al “Padre”, que lo recibe con fiesta y música, echando las culpas a quien no las tiene de su errónea conducta. Las almas humildes son buenas e indulgentes con los demás. Las almas soberbias son siempre las más exigentes y duras con el prójimo. No olvidemos la máxima del Evangelio: “Con la medida con que midiereis seréis medidos” (Mt.7,2). Aprendamos de los dos Santos Pontífices de hoy la firmeza en nuestra fe hasta el martirio, y en san Marcelino aprendamos particularmente la misericordia y su bondad.

Tengamos hoy en cuenta a Marcelino, nuestro Párroco de san Fernando. Feliz domingo.

Publicado en Cuenca, 26 de abril de 2020 y el 26 de abril de 2024.

Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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FUENTES CONSULTADAS:
-Año Cristiano para todos los días del año. P. Juan Croisset. Logroño. 1851.
-La casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.
-Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961.




miércoles, 24 de abril de 2024

San Marcos, evangelista. Festividad del 25 de abril

¿Evangelio de san Marcos o quizá de san Pedro? Tratemos de averiguarlo.

Los venecianos y la protección de san Marcos a esta ciudad Italiana. Protección contra la peste del año 590 en Roma. Todo en un 25 de abril.

La primera vez que sale el nombre de san Marcos en los Libros Sagrados es con ocasión de la liberación de san Pedro. Hacia el año 42, fecha del martirio de Santiago el Mayor, san Pedro está también en la cárcel. Un ángel rompe sus cadenas y le abre milagrosamente las puertas. Ya en la ciudad, Pedro no vacila dónde se debe dirigir, a la casa de Juan Marcos, su hijo predilecto, porque lo ha bautizado. Allí se reúnen muchos cristianos. Es una casa bien acomodada. Allí está Maros con su madre María y una criada que se llama Rode o Rosa. Hay autores que creen fuera esta casa de san Marcos el cenáculo donde celebró el Señor sus últimos misterios.
San Marcos, Evangelista.

Marcos tiene familia en la isla de Chipre, pues es primo hermano de Bernabé, natural de esta isla. San Bernabé es una de las grandes figuras de la primera Iglesia. El introduce a san Pablo en la comunicad de Jerusalén y él lo acompaña en el primer viaje apostólico. Bernabé profesa especial cariño y amistad a san Marcos. Por esto lo lleva consigo en el primer viaje por la isla de Chipre y luego por la región de Panfilia. En Perga, san Marcos se separa, probablemente porque no acaba de abrirse al criterio amplio y universalista de san Pablo; es muy joven y necesita todavía madurar al lado de san Pedro.

Al principio del segundo viaje (50-52), después del Concilio Apostólico de Jerusalén donde se ha resuelto el problema de la entrada de los incircuncisos en el seno cristiano, san Bernabé considera maduro a su primo y propone a san Pablo que le acompañe de nuevo. San Pablo se niega a ello, después de la experiencia del primer viaje. Y Bernabé entones prefiere irse solo con san Marcos a Chipre, mientras que san Pablo se va con Silas a Cilicia.

Siguen diez años en los cuales se pierden las huellas de san Marcos. Pero sin duda ninguna que siguió predicando el Evangelio. Entre el 61 y el 63 aparece nuevamente. Está ahora en Roma al lado de san Pablo, que se encuentra prisionero por Cristo. Vuelve al Oriente, cuando san Pablo es puesto en libertad y se encaminaba a España. Hacia el año 66 pide a Timoteo que le envíe a Roma a san Marcos, porque le es de gran ayuda y consuelo en su ministerio.

San Marcos, pues, ha seguido muy unido con san Pablo. La misma unión o mayor conservó siempre con su padre espiritual, san Pedro. La tradición nos lo muestra en íntimo contacto con el Príncipe de los Apóstoles y haciendo con él de intérprete y fiel servidor. San Pedro debía sentir cierta dificultad para expresarse en griego. San Marcos, al contrario, lo debía dominar perfectamente. Y en todas las ocasiones más comprometidas interpretaba el pensamiento y la predicación de su maestro.

Los fieles de Roma tenían conciencia de la compenetración que existía entre Marcos y Pedro. Y por eso, cuando quisieron tener por escrito la predicación de san Pedro acudieron a san Marcos. Y él redactó con la máxima fidelidad, cuanto recordaba de la predicación oral de san Pedro. Así nació el Evangelio de san Marcos, que se puede llamar Evangelio de san Pedro.

Muerto san Pedro en el año 67 debió dejar san Marcos la ciudad de Roma; según una antigua tradición, fue a Alejandría, donde regó con su propia sangre la semilla de la predicación.

Aunque en el siglo VIII la ciudad de Alejandría estaba en poder de los árabes mahometanos, se conservaba en ella las reliquias de san Marcos. Para el año 870 tuvo que ser sacado de Alejandría el cuerpo san Marcos por los venecianos secretamente.

Venecia desde siempre ha estado bajo la protección de san Marcos y es por ello que el día 25 de abril se celebra en Venecia la fiesta del santo Evangelista con solemnidad verdaderamente augusta. También se celebra en ella con singular magnificencia la fiesta o la memoria de su traslación el día 31 de enero y el 25 de junio se celebra otra fiesta con el título de la aparición de san Marcos, esto es, del descubrimiento de su cuerpo, que fue hallado en el siglo XI, habiéndose ignorado por mucho tiempo el sitio donde estaba escondido aquel precioso tesoro.

En el mismo día celebra la Iglesia la institución de las letanías mayores, hechas por san Gregorio el Grande en el año 590, para aplacar la cólera de Dios que se experimentaba en Roma con efectos muy sensibles, por la cruel peste que desalaba la ciudad. Queriendo aplacar la ira de Dios aquel insigne pontífice, ordenó que por tres días consecutivos se hiciesen procesiones generales y oraciones públicas. Llamándose entonces Letanías septenarias, porque fueron distribuidos los fieles en siete coros, y cada uno salió de una iglesia distinta al mismo tiempo formando procesiones.
Castillo de Sant Àngelo en Roma.

El Pontífice confió en la Santísima Virgen pidiendo el cese de la pandemia. El mismo pontífice portaba la imagen de la Virgen, que se cree fue pintada por san Lucas. Al llegar las procesiones cerca de la Mole de Adriano, se dejó ver sobre ella un ángel en ademan de quien mete en la vaina una espada desenvainada que tenía en la mano, y desde aquel momento cesó el azote de Dios, la gente empezó a verse libre de la pandemia que les acechaba en toda Italia. En este sitio se levantó un castillo, se llamó y se llama hoy, en memoria de esta aparición, el castillo del Santo Ángel (Castillo de SantÀngelo, también conocido como el Museo de Adriano o Mole Adrianorum en Roma). Y porque se cree que estas procesiones fueron instituidas el día 25 de abril, consagrado a la memoria de san Marcos, por eso hace la Iglesia este día su conmemoración universal.

Publicado en Cuenca, 25 de abril de 2020 y el 25 de abril de 2024.

Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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FUENTES CONSULTADAS:
-Año Cristiano para todos los días del año. P. Juan Croisset. Logroño. 1851.
-La casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.
-Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961.


martes, 23 de abril de 2024

San Fidel de Sigmaringa (1578-1622). Festividad del 24 de abril.

   Protomártir de la reforma de los Menores Capuchinos nacido en Sigmaringa, ciudad alemana del principio de Hohenzollern. Su nombre de pila fue el de Marcos Rey (Marcus Roy, apellido de origen español). El profesar cambió el nombre por el de Fidel, queriendo la fidelidad con que se proponía servir a Dios en el convento.

Sus primeros estudios los hizo en la Universidad de Friburgo. Unos compañeros suyos de la alta nobleza, le invitaron a hacer un viaje por Europa y él aceptó con el fin de perfeccionar su formación. El viaje se convirtió en una peregrinación científica y religiosa. No pierde desde ahora ocasión de ejercitar el apostolado o la acción católica. Un día que ve entrar a un muchacho ataviado con una cortesana (disfrazada de mujer), dice a sus compañeros: “Un joven debe despreciar los vanos adornos. El que se viste como una mujer es indigno de la gloria, que sólo se alcanza por los sufrimientos y despreciando los placeres”.

Otro día observa que sus compañeros se retiran de un mendigo mal oliente y les dice: “Vosotros estáis llamados para ser conductores de pueblos, y nadie puede mandar a los hombres si antes no aprende a vencerse a sí mismo”.

-Hay muchas gentes desgraciadas en el camino del mundo, y de ellos conviene no acordarse ni mirarlos- le respondió uno.

-La ingratitud –repuso Fidel –la encontraréis en ellos más que la imagen de Dios, como hijos que son del Padre común que está en los cielos.

Luego lo encontramos durante algún tiempo ejerciendo la carrera de abogado, donde no encuentra la paz de su conciencia. Está en Colmar, una ciudad de Alsacia, pero no ha nacido para pleitear y ganar dinero. Acepta con especial interés las causas de los pobres. Medita el Evangelio a diario, y las palabras de Cristo sobre la importancia de la salvación eterna le asustan. Quiere salvarse, y en el siglo y en el foro encuentra muchos tropiezos. Determina hacerse capuchino y busca un refugio en el convento de Friburgo.

El día de su profesión solemne escribía estas palabras: “Para conformarme con la perfección resignación y caridad de Jesucristo en el Huerto y en la Cruz, yo me ofrezco y consagro, por esta última y definitiva voluntad mía, como un sacrificio vivo y eterno, al servicio de la majestad divina. Desnudo salí del seno de mi madre y desnudo de todas las cosas me pongo entre los brazos de Jesucristo mi Salvador”.

Muchas veces más adelante, recordando esta renuncia voluntaria de sí y de todos sus bienes, se felicitaba y decía: “He dado a Dios los bienes de la tierra y El me da el reino de los cielos”.

Fue siempre un verdadero hijo del Pobrecillo de Asís. Oración, trabajo constante, penitencia y pobreza, “¡Qué desgracia, solía repetir, si yo combato flojamente, siendo soldado de un Rey que está coronado de espinas!”.

Terminados sus estudios y ordenado sacerdote, fue dedicado al ministerio de la predicación. Wetkirchen, donde fue superior del convento, recuerda todavía los triunfos de su ministerio. Allí se dio por entero al servicio de los apestados, término que hoy, por desgracia nos es familiar por el COVID-19. Estaba en todas partes, en el hospital, en las casas, en las calles y en las plazas, curando los cuerpos y salvando las almas. Se hizo célebre como apóstol. La Congregación de la Propagación de la Fe, recién fundada por Gregorio XV, lo mandó al frente de una expedición de misioneros que debían atajar los progresos del calvinismo en el país de los grisones.
Martirio de San Fidel

Pronto se atrajo el odio de los herejes. No podían con él y recurrieron a la muerte violenta. A golpes de maza y de puñal le derriban un día que le sorprenden en un camino desierto. Sus últimas palabras fueron: “Señor, tener piedad de mí”. “Santa María, asistidme”. Moría en el año de 1622 y había nacido en 1577. Tenía cuarenta y cinco años de edad.

Clemente XIV, decretó para toda la Iglesia su fiesta el 24 de abril.

Publicado en Cuenca, 24 de abril de 2020 y el 24 de abril de 2024.

Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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FUENTES CONSULTADAS:
-Año Cristiano para todos los días del año. P. Juan Croisset. Logroño. 1851.
-La casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.
-Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961.