martes, 31 de diciembre de 2013
domingo, 22 de diciembre de 2013
Entre uvas y campanas anda la suerte
BUSCANDO LA SUERTE PARA
EL NUEVO AÑO
Entre uvas y campanas
anda la suerte
Torre de Mangana- Cuenca |
Todos los pueblos, en mayor o menor medida, se dieron cuenta
que el tiempo era cíclico. Trascurrido cierto tiempo los cultivos volvían a
crecer y los períodos de lluvia volvían para fertilizar los campos, de esta
manera el hombre fue consciente que todo volvía a empezar. La luna muere y
renace cambiando su sombra, la serpiente hace lo mismo cuando cambia de piel y
el periodo femenino constituye un ciclo de vida que en sí mismo representa la
sucesión de la vida y la muerte. Es el
poder cíclico de las cosas, fue representado iconográficamente en el Medievo,
por una serpiente que se muerde la cola, la podemos ver en la iconografía
catedralicia, en uno de sus arcos góticos. Este símbolo lo denominaron euroboro.
Euroboro. Iconografía Catedral de Cuenca |
Si nos remontamos en los tiempos para encontrar motivos de
celebración por éste hecho, uno de los primeros ejemplos lo encontramos en el
pueblo babilónico. Hace cuatro mil años, vieron en esta repetición cíclica,
motivo de celebración e instauraron un ciclo festivo que duraba once días, coincidiendo
con los primeros brotes de las plantas en primavera.
En Egipto, se señalaba el principio del nuevo año cuando el
río Nilo empezaba a crecer el caudal, momento propicio para la siembra, celebrándose
con gran algarabía y fiestas.
Como observamos en todas las culturas los cambios de ciclo
han llevado consigo ritos para atraer el amor, la salud y el dinero, tres
pilares esenciales para el bienestar y la felicidad de los hombres. Ritos
encaminados en la búsqueda de la fertilidad y de la abundancia.
En la época romana, Julio César fue el que determinó el
inicio del año el día uno de enero, primer día del mes dedicado al dios Jano. Este
calendario se denominó calendario Juliano, utilizando el movimiento del sol
para la medición del tiempo. Julio César lo estableció hacia el año 46 a.C.
Este calendario se mantuvo hasta que el 4 de octubre de 1582, que el Papa
Gregorio XIII instauró el nuevo calendario, de ahí su nombre, Gregoriano, y fue
adoptado por todos los países católicos casi de inmediato.
Racimo de uva. Iconografía Catedral de Cuenca |
El comenzar el año con el rito de las uvas, es
relativamente moderno. Doce uvas que deben ser comidas una a una, coincidiendo con cada campanada del reloj a
las doce de la noche. El significado de este ritual se relaciona con las
aspiraciones y anhelos de cada persona, siempre con el deseo expreso de que se
hagan realidad los deseos y anhelos. Aflorando la añoranza de un año que
termina y la esperanza de alcanzar los mayores éxitos en el año que comienza.
Hace unos días, buscando en los cajones del recuerdo
di con algo curioso, alguien en los albores del siglo XX, se había tomado la
molestia de buscar y dar un significado a cada una de las uvas. Cada una de
estas modestas uvas tiene su fundamento en el mundo del deseo humano. Desde la
primera a la última están cuidadosamente seleccionadas, se les atribuye un
posible logro o beneficio. Si no son injeridas en su tiempo justo, esto es, a
su campanada, la suerte se vuelve adversa en los distintos meses del año entrante.
Junto con el significado encontré una esfera de reloj con sus manecillas e ilustrado
con doce escenas significativas. Iniciando con la escena del génesis, el pecado
de Adán y Eva; prosigue con monumentos identificativos de ciudades emblemáticas
del mundo; hasta la novena y décima que son ilustradas con dos parejas
renacentistas; la undécima aparecen unos fuegos artificiales; para cerrar
la duodécima, con una vista de Nueva
York. Es de suponer que estas ilustraciones deben de indicar el presagio que se
gana o se pierde según se desarrolle el rito de la toma de las uvas.
Reloj de la suerte. año 1920 |
El significado de cada uva es el siguiente: La
primera, desea una noche inolvidable; la segunda, sorpresa en el mes de enero;
la tercera, regalos apetecibles; la cuarta, feliz acontecimiento; la quinta,
suerte en los negocios; la sexta, nuevas oportunidades; la séptima, noticias
importantes; la octava, suerte en la lotería; la novena, un deseo cumplido; la décima, un veraneo inesperado; la undécima, un encuentro dichoso y la duodécima, la felicidad.
Como vemos son muchas las tradiciones y ritos
para estos momentos, siempre con la esperanza de alcanzar en los meses
venideros los mayores logros en los tres conceptos anteriormente citados, amor,
salud y dinero. Mi consejo particular es que lo pase lo mejor posible en
compañía de sus seres más queridos y entre en el nuevo año con su mejor
sonrisa.
A todos, FELIZ AÑO 2014
José María Rodríguez González
jueves, 19 de diciembre de 2013
Palacio de la Diputación de Cuenca. Primeros años de su puesta en servicio
EL PALACIO DE LA
DIPUTACIÓN DE CUENCA. SEGUNDA PARTE
Se quedaron pendientes algunas
cosas interesantes de contar y creo que es de interés público el tener conocimientos de los primeros tiempos de
esta magnífica construcción, de sus instancias y utilidades que paso a
describir.
Palacio de la Diputación en 1928 |
Como os conté, el palacio fue construido en el
antiguo campo de San Francisco. En este mismo lugar se construyó el parque de
la “Glorieta” por prestación personal, por iniciativa de D. Luis Pérez.
Más tarde y en estos jardines, se
levantó el Palacio Provincial de la Diputación. Las obras se iniciaron el 6 de
junio de 1881, dirigió las obras el arquitecto D. Rafael Alfaro.
Este edifico está construido con piedra de
sillería, con balconada de mármol blanco. Al lado izquierdo del edificio se
instaló una fuente de piedra, labrada por José Tórtola.
Cuenta Basilio Martínez Pérez, que el palacio tenía
numerosas y confortables habitaciones, destacando entre ellas, el saloncito rojo
y el amplio salón de actos, construido y decorado por los artistas conquenses
Lesmes Ruiz y Marcelo Usón, bajo la dirección del arquitecto provincial, que en
aquellas fechas era D. Roberto García Ochoa.
Palacio de la Diputación. Año 2013 |
La soberbia escalinata central,
está construida con mármoles de la provincia. En lo alto, se encontraba
colocado un lienzo al óleo, de grandes dimensiones, escena de la representación
de la conquista de Cuenca, original del expensionado pintor conquense Benito
Chust y un busto del Obispo Palafox, en escayola bronceada, debido al escultor
Croy de Abre. En distintas salas y en
algunos corredores se fueron colocando los cuadros de artistas pensionados.
En las salas de su planta baja,
se inauguró en el mes de mayo, de ese mismo año, una escuela de Artes y
Oficios. La escuela fue creada con miras a un ensayo para ver si daba buen
resultado en la formación de profesionales, dice la crónica de la época que
fueron óptimos los resultados que se obtuvieron. Los profesores que la
integraban fueron: D. Manuel López, director, Catedrático de Física y Química
del Instituto Nacional; D. Luis Marco Pérez, escultor laureado, profesor de
Modelado y Dibujo Artístico; D. Manuel Alique, licenciado en Ciencias, profesor
de Matemáticas, y D. Joaquín Buendía, pintor y maestro nacional, profesor de
Dibujo lineal, Gramática y Caligrafía.
A sus clases asistieron gran
cantidad de alumnos y al final de cada curso, se celebraban exposiciones con
los trabajos realizados: exposiciones que eran visitadas por gran número de
ciudadanos.
Alrededor del edificio se disponía de unos jardines de
regular extensión, primorosamente cuidados y en el interior de ellos se alzaba
un templete de bella traza, donde
celebraba conciertos la Banda Provincial, dirigidos por entonces, por el
popular maestro Nicolás Cabañas.
Espero que estas letras hayan
servido, para conocer un poquito más esta ciudad de Cuenca que los conquenses
nos sentimos orgullosos de ser hijos de ella.
José María Rodríguez González
19 de diciembre de 2013
domingo, 15 de diciembre de 2013
Embrujo y misterio en las noches de Luna llena en la ciudad de Cuenca
EMBRUJO Y MISTERIO EN LAS NOCHES DE LUNA LLENA EN LA CIUDAD
DE CUENCA
Son muchas las experiencias vividas
en los dos años que pasé tras las Luna llena por la hoz del río Huécar que se
vió plasmada en la exposición y libro titulado “Selene. Mitología de la Luna
llena en la hoz del Huécar”. A raíz de esa investigación raro es el mes que en
su Luna llena no se me van los ojos tras de ella, como Selene buscando a
Endimión.
La Luna llena está siempre
acompañada de misterio y Cuenca es la ciudad ideal del ensueño de las lunas.
Pero antes de mis vivencias tras “Selene” ha habido otros conquenses ilustres
que descubrieron su encanto viéndose atrapados por su hechizo como Federico
Muelas y César González Ruano. Este último nos habla de sus sueños de luna:
“Desde el hotel, enclavado en la ciudad nueva, extendida por lo que era el Arrabal
y la Albufera, Cuenca, sobre todo en las noches de Luna, tiene su carácter
irreal y casi fantástico”.
15 de diciembre de 2013
Cuenca en sí es una leyenda viva,
que se repite cada mes con su seducción de luz de luna llena que baña sus tejados,
calles y rincones, llenando a sus gentes de vivencias e historias que día a día
son soñadas y vividas.
Cuenta la leyenda fechada por los
años de la reconquista, cuando fue escondido un tesoro ante la eminente llegada
de las tropas cristianas a la ciudad mora de Qūnka. Y en la última luna del año, a la hora del gallo
y la Luna ve al Sol, sus primeros destellos son los que iluminan la entrada de
la cueva que los guarda y oculta.
¿Qué habrá de cierto en todo
esto? La tradición de los tesoros ocultos no podía faltar en la historia de
Cuenca. Según la leyenda, se encuentran enterrados en el cerro de la Majestad o
cerro de la Mora. Los Tesoros se creen depositados en la cueva del Madero, pero
la verdad es que nadie ha dado con ella. ¿Quién sabia que los moros escondían
sus tesoros en la cueva del Madero? ¿Qué tesoros escondían? ¿Eran las ricas
joyas que adornaban los cuerpos de las moras en los bailes privados con los que
deleitaba a su amor en las noches de pasión bajo el influjo de los rayos de
luna llena? ¿O son las ricas joyas de Zaida, hija del rey moro de Sevilla y
esposa de Alfonso VI las que allí se hallan?
José María Rodríguez González
El rey Alfonso VI de León se
refugió primero en Toledo y luego en Sevilla, al hacerle la guerra a su hermano
Sancho II, el Fuerte; Allí se enamoró de Zaida, hija del rey Abenabeth, la cual
tomó el nombre de María Isabel al bautizarse. Aportó como dote las plazas de
Cuenca, Huete y Uclés (año 1091). AL invadir los almorávides el reino de
Castilla, Alfonso VI manda con el ejército a su hijo Sancho Alfonsín, muriendo
en la batalla de Uclés (1108) y Sagrajes, perdiendo las plazas de Uclés y
Cuenca.
No sabemos, si es que alguna vez existieron, de quien pudieron ser estas joyas
del misterioso tesoro que se cree enterrado. La realidad poco importa, para el
juego que hoy me ocupa. En esta noche fría de diciembre sintiendo la humedad
del río, este Huécar casi oculto que cruza entre las últimas huertas que quedan
en la hoz, próximas a las antiguas murallas que defendieron a esta digna ciudad
eterna. Poco importa quien fuera la mora. El verdadero tesoro es esta noche fantástica,
en que a través de su silencio, también irreal, sentado sin prisa a esperar la
aparición de la luna por el cerro de la Majestad para inmortalizar el momento
de su salida como guardián y amante de la reina de la noche. La ciudad duerme y
sueña con sus antiguas grandezas. Todo
hombre tiene el derecho a soñar, a conquistar la vida ante la muerte, sagrado
derecho del sueño que se ve iluminado por el hechizo lunar. Cuenca sueña, sus
calles llenas de casones con historia, Cuenca encantada ante la majestad de su
templo regio que guarda sus tesoros del tiempo pasado y presente, como el cerro
de la Mora. Y cuando la Luna se esconde, tras las primeras luces de la mañana,
la ciudad despierta a la realidad de su presente que es el mejor tesoro que
posee. El amor de sus gentes a la ciudad del presente. “Cuenca en volandas”
como cantó su poeta.15 de diciembre de 2013
martes, 10 de diciembre de 2013
Los jardines de la "Glorieta" y el Palacio de la Diputación de Cuenca
EL PALACIO DE LA DIPUTACIÓN
Como investigador e hijo de esta
ciudad de Cuenca, quiero sumarme a los actos conmemorativos del bicentenario de
la institución provincial de la
Diputación, aportando mi granito de arena y dar algo de luz sobre el proceso
que se llevó para la construcción del palacio de la Diputación.
La Diputación de Cuenca fue
creada en 1835, como consecuencia de la División territorial de España en 1833.
Buceando por la hemeroteca de
1910 del periódico “El Liberal” de 12 de octubre, su número 73, nos aporta el
proceso que se llevo para hacer efectiva la edificación en los jardines
llamados “La Glorieta”.
En los primeros días del año
1890, aún tenía Cuenca para diversión y recreo de sus habitantes, un hermoso
jardín, conocido como el nombre de “Glorieta”.
Este jardín, que fue gala de la
ciudad durante mucho tiempo, estaba emplazado en el antiguo campo de San
Francisco, correspondiente a la calle del mismo nombre. Fue construido por
prestación personal, y a partir del año 1830, el Ayuntamiento consignó en sus
presupuestos las cantidades necesarias para su custodia, conservación y mejora.
Amplio, bien cuidado, sombreado
por árboles frondosos y rodeado de un paseo de anchura suficiente, ofrecía
sitio apropiado para el esparcimiento de los conquenses y el jardín poblado de
flores, era encanto de los niños y la atracción más poderosa para la juventud.
Por entonces, nadie había pensado
la posibilidad de que “La Glorieta”
estuviese llamado a desaparecer, hasta el día 8 de febrero del año 1890, en que
la Excmo. Corporación Municipal, consignó en el libro de actas de sus sesiones
el siguiente acuerdo: “A propuesta del Señor Presidente, acordó el Ayuntamiento
proponer a la Excmo. Diputación Provincial, las siguientes bases, para que el
proyectado palacio de la misma se emplace en el jardín de “La Glorieta”; a saber:
Primera, el Ayuntamiento cede el
jardín de “La Glorieta”, para que en
la parte necesaria del mismo se emplace y construya el palacio de Diputación
Provincial, entendiéndose que la parte sobrante habrá de quedar destinada a
jardín, habrá de conservarse por cuenta de la Diputación, teniendo jardinero
pagado de sus fondos, y habrá de poderse utilizar el jardín por el vecindario.
Segundo, en compensación de dicha
cesión habrá de emplazarse por la Diputación Provincial otro jardín o Glorieta
en el sitio comprendido a la izquierda de la carretera de Valencia, desde la
alcantarilla hasta la fuente de San Fernando, o en otro que estime más
conveniente el Ayuntamiento construyéndose por la Diputación verja de
cerramiento y haciéndose a su costa la traída de aguas para riego, caseta para
el jardinero e invernadero.
Tercero, el proyecto de nueva
Glorieta se presentará por el Ayuntamiento, y su importe máximo será de 80.000
pesetas, siendo de cuenta de la Diputación su pago, y el expropiación del terreno
Cuarta, las obras del Palacio y
Glorieta serán simultáneas, y estas serán intervenidas por el Ayuntamiento y
habrán de terminarse dentro de dos años.”
Comunicado el acuerdo a la
Diputación el día 14 del mismo mes, dándose por enterada ésta Corporación el
21, significando al Ayuntamiento la conveniencia de instruir el necesario
expediente de enajenación, al paso que le pedía el proyecto de la nueva
Glorieta que habría de construirse.
Pasada la respuesta a informe de
las comisiones de obras y de paseo y arbolado en los primeros días de marzo,
fue por ellas prestado en abril siguiente, opinando que debía sustituirse las
bases propuestas por las siguientes:
1ª Cesión de la Glorieta como se
acordó.
2ª Que la Diputación pagase
80.000 pesetas en un año de los fondos obtenidos para la construcción del
palacio.
3ª Que estas 80.000 pesetas se
depositaran en la Sucursal del Banco España para pago inmediato y exclusivo de
un paseo por 30.000 pesetas, y de las obras de la traída de aguas de la Cueva
del Fraile por 50.000 pesetas.
Como firmantes del informe,
recordamos entre otros a los señores: Recuenco, Fontana, Pinós, López, Cuesta,
Merchante y Blasco.
Elevado el informe a la categoría
de acuerdo y aceptadas las bases por la Diputación más variante que la de hacer
el pago en ocho trimestres en el mes de mayo, se acordó en junio la necesidad
de la ocupación del terreno, se nombró a D. Francisco García Zamora,
aceptándolo en Ayuntamiento, y prestando este señor su informe en estos
términos: que la cabida de la finca era de 10.279 metros superficiales; que la
expropiación interesaba a toda la finca, que debían ofrecerse al Ayuntamiento
80.000 pesetas y que esta suma podía atenderse en otra parte al servicio de
ornato y recreo, objeto propio de la Glorieta.
Aceptado el peritaje 21 de junio,
se verificó por la Diputación el pago del primer plazo y gastos del expediente
de expropiación, asistiendo al acto los señores Blasco Rodríguez, Pérez Muñoz,
Ramírez y Zamora, haciéndose cargo de la suma de 10.000 pesetas el señor
Depositario de fondos municipales y depositándola después en la Sucursal del
Banco de España a disposición del Ayuntamiento y a los efectos acordados.
En la misma forma se realizó el
segundo plazo, de otras 10.000 pesetas a finales de diciembre y en idénticos
términos fueron cobradas y depositadas las 10.000 pesetas del tercer plazo en
mayo de 1891.
El incumplimiento de los plazos
de los depósitos hizo que la obra se ralentizara en los años sucesivos. Será a partir de 1926 cuando, con la compra
del mobiliario, lámparas y tapices se pueda dar por concluido el proyecto.
José María Rodríguez González
Profesor e investigador
jueves, 5 de diciembre de 2013
La Capilla del Obispo en la Catedral de Cuenca
LA
CAPILLA DEL OBISPO CRUZ LAPLANA LAGUNA Y LA FIGURA DEL OBISPO EN LA TOMA DE
POSESIÓN DE LA SILLA EPISCOPAL DE LA DIÓCESIS DE CUENCA.
Capilla del Obispo. Catedral de Cuenca |
Navegando en la
hemeroteca del año 1922, he hallado y he quedado, gratamente sorprendido, al
encontrar el artículo sobre la llegada del prelado a la ciudad. Está sacada del
periódico “La Razón” y que paso a trascribir para disfrute y conocimiento del
acontecimiento y para saber algo más sobre nuestro Obispo Cruz Laplana Laguna,
que sustituyó a Wenceslado Sangüesa y Guía, disponiendo de su propia capilla en
la Catedral de “Santa María” de Cuenca.
El 30 de noviembre de
1921, la Santa Sede le nombra obispo de Cuenca. La consagración tuvo lugar en
la Basílica del Pilar de Zaragoza el 26 de marzo de 1922 por el Cardenal Juan
Soldevilla y Romero, tomando posesión de su diócesis el 10 de abril de 1922.
Así expone el periódico
“La Razón” de 10 de abril de 1922 la toma de posesión del Obispo: “Por fin se ha visto calmada la ansiedad de
los conquenses por conocer a su Obispo, ansiedad justificada en extremo aunque
sólo tengamos en cuenta los grandes elogios que de la virtud, talento, bondad
de carácter y sencillez de costumbres del Dr. Laplana nos habían traído la prensa,
el telégrafo, las cartas particulares y los comisionados del Cabildo,
Ayuntamiento y Diputación que a su consagración acudieron.
Foto del Prelado en la edición del La Razón |
El
sábado y el tren correo que llega a esta capital a las cuatro de la tarde llegó
a Cuenca, siendo recibido en la estación a los acordes de la marcha de infantes
por las representaciones de todas las colectividades: Gobernador civil,
Ayuntamiento, Diputación, Instituto, Escuelas Normales, Cabildo, Clero
parroquial, Delegación de Hacienda, ingenieros de Obras Públicas, comisiones de
los Cuerpo de Correos y Telégrafos, Órdenes religiosas, ingenieros de Montes y
mil más que mezcladas entre un gentío enorme hicieron objeto de una ovación
cariñosa al Prelado desde el momento en que entró el tren en agujas hasta que
fue recibido en la sala que en la misma estación tenían dispuesta para hacer
las presentaciones de rúbrica.
Allí
tuvimos la ocasión de saludar a Su Ilustrísima así como a todas las personas
que habían formado su acompañamiento durante el viaje y que, salvando omisiones
involuntarias, eran el diputado a Cortes D. Joaquín Fanjul, el señor Piniés,
hermano del ministro de la Gobernación que por obligaciones de su cargo se vio
imposibilitado para asistir, familiares del señor Obispo, subdirector del Banco
Zaragozano, penitenciario de esta Catedral, Sr. Olmo presidente de la
Diputación D. José María Arribas, diputado a Cortes por Cañete, los señores
jefes de Obras Públicas y Montes, el señor gobernador militar de esta plaza, D.
Manuel “Bisier” y Julio León.
Todos
ellos se mostraron satisfechísimos del entusiasmo inenarrable manifestado por
los pueblos en masa en todas las estaciones del tránsito correspondientes a la
diócesis conquense pero haciendo sobre todo grandes elogios del recibimiento
dispensado por los pueblos Sta. Cruz de la Zarza, Tarancón, Huete y Chillarón.
Terminadas
las presentaciones de todos los comisionados de la capital se puso en marcha la
comitiva para hacer la entrada solemne en la ciudad. Por expreso deseo del
Prelado se hizo ésta a pie abriendo marcha una sección de Guardia Civil a
caballo; a continuación iba el Sr. Obispo que llevaba a ambos lados a los
señores Gobernador Civil y Alcalde de Cuenca y detrás la muchedumbre de
comisiones seguida de un numeroso gentío.
El
paso de la comitiva por las calles de D. Mariano Catalina, Calderón de la
Barca, Puente de la Trinidad, Subida del Instituto, Andrés de Cabrera y Alfonso
VIII fue saludado con prolongadas aclaraciones que unidas al aspecto
hermosísimo de las mismas, engalanadas con vistosas colgaduras y con los arcos
triunfales construidos por la Empresa del Salto de Villalba, Sucursal del Banco
Zaragozano, Cámara de Comercio, Centro de Acción Católica de San Julián. P.
Socorro y Ayuntamiento constituyeron el recibimiento más clamoroso y entusiasta
que en Cuenca se recuerda.
Gran
número de coches, cedidos espontáneamente por sus dueños seguían la comitiva.
Cuando
ésta llegó al Ayuntamiento, fue recibido el Ilmo. Señor Obispo por la
Corporación en pleno y el Cabildo revestido y acompañado al Salón de actos, vistiendo
el manto de larga cola dirigiéndose inmediatamente a la Catedral, cuya entrada
estaba artísticamente adornada con los ricos tapices pertenecientes a la misma.
Antes
de entrar en la iglesia y en la misma puerta, donde lo mismo que en el salón
del Ayuntamiento se había dispuesto un pequeño altar, vestido el Prelado de Pontifica,
oró brevemente en la Capilla de la Virgen del Sagrario y en la tumba de su
antecesor doctor Sangüesa y entonándose después el solemne Te-Deum y Salve.
Dirigió luego salutación a los fieles sin que apenas pudiera oírse por el
murmullo que producía la muchedumbre que llenaba totalmente las naves de la
iglesia.
Últimamente
las comisiones representativas de las colectividades conquenses fueron
obsequiadas en la Sala Capitular con un espléndido lunch.
Sea
bienvenido a nuestra tierra el Iltmo. Sr. D. Cruz Laplana y quiera el Cielo
concederle todo el acierto y muchos años de satisfacciones y venturas.” (Equis)
Su triunfal entrada y
toma de posesión del Prelado contrasta con su muerte.Tras el fracaso de golpe de estado de julio de 1936, Cuenca fue fiel al gobierno republicado por obra del teniente coronel Francisco García de Ángela. A los pocos días de la llegada de las milicias anarquistas mandadas por Cipriano Mera, empiezan a producirse desmanes en la ciudad. En la tarde de 20 de julio hizo explosión una bomba en la puerta del Palacio Episcopal. El 28 de julio el obispo es obligado a dejar su residencia acompañado de su mayordomo Manuel Laplana y su familiar, Fernando Español. Bajo custodia es conducido al Seminario que era utilizado como cárcel. El 7 de agosto de 1936 es fusilado. Fue beatificado, junto con otros 497 mártires, el 28 de octubre de 2007.
Cuenca, 5 de diciembre de 2013
José María Rodríguez González
domingo, 1 de diciembre de 2013
El Adviento en la Catedral Conquense
El SOL ANUNCIA EN LA
CATEDRAL LA LLEGADA DEL ADVIENTO, PRIMER PERÍODO DEL AÑO LITURGICO CRISTIANO.
Un año más y
fiel a su cita, el sol ha llegado al
medallón de la Anunciación de la reja de la capilla de los Caballeros de la
Catedral conquense.
Momento sublime y
espectacular. Siempre escéptico de que pueda suceder y siempre sorprendido con
la regularidad de un reloj suizo viene a acontecer el milagro de la llegada del
sol, coincidiendo con el primer domingo de Adviento. Hoy en el inicio de la
misa dominical, D. Miguel Ángel Albares nos recordaba con el encendido del
primer cirio que iniciamos los cristianos el Adviento. Este periodo del año
litúrgico, consiste en un tiempo de preparación para el nacimiento de Cristo.
Su duración es de 21 a 29 días, dado que se celebran los cuatro domingos
próximos a la festividad de la Navidad.
La capilla de los Caballeros,
fue fundada en el siglo XIII por D. García Álvarez de Albornoz y su esposa Dña.
Teresa de Luna, padres del Cardenal Gil de Albornoz. La reja del siglo XVI, es
de estilo plateresco, realizada por el herrero Esteban Limosín, en el año 1526.
Sobre la puerta de la reja de la derecha luce un enorme medallón con la escena
de la Anunciación. A las 12:30 horas, el sol se ha vuelto a centrar, un año
más, sobre ella como presagio de la inevitable venida de Cristo a la Tierra,
marcando el momento de la anunciación a María que iba a ser madre del Salvador.
El efecto será visible hasta mitad de semana aproximadamente a la misma hora que hoy.
El efecto será visible hasta mitad de semana aproximadamente a la misma hora que hoy.
Cuenca, 1 de diciembre de 2013
José María Rodríguez González
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