De un púlpito histórico
a un atril virtual
Estamos en tiempo de elecciones y
los medios de trasmisión de ideas han cambiado mucho desde los tiempos del
gótico.
Al igual que en aquellos tiempos
donde la parte eclesiástica llenaba la vida del ciudadano y se predicaba la
palabra desde los púlpitos, hoy en día es
esencial que el político posea un relato creíble y saberlo contar.
Al político actual se le debe
percibir como alguien de iguales características que el hombre de la calle,
divertido, que le guste los deportes y sea socialmente intachable…
Hoy en día los medios de
comunicación social como Facebook, Twitter están siendo empleados para llegar
más directamente al votante sin tener en
cuenta algunos consejos imprescindibles para utilizar estos medios con éxito.
No basta con sólo crear un perfil del candidato, es necesario saber gestionar
con éxito estos medios y nunca vienen mal unos consejos.
La trasparencia es importante. Si
un político no puede llevar sólo el perfil creado es conveniente reconocerlo
afirmando que su equipo se encarga de contestar los tuits.
Es evidente que un político en
tiempo electoral no puede estar continuamente resolviendo problemas personales
por Facebook o Twitter, pero siempre es conveniente en algún momento
interactuar con los tuiteros o estar presente en el escenario de conexión para
indicar las contestaciones al equipo que actúa. Es importantísimo agradecer un
comentario hecho, contestar una duda, eso el ciudadano lo agradece y en la
mayoría de las veces es exitoso.
En ocasiones cuando se encuentran
con conexiones multitudinarias se intenta dar consignas que responden a
estrategias cerradas de agitación y propaganda, siendo víctimas de ellas los
mismos propagandistas, por ello es importante el huir del efecto boomerang porque
al final quienes las propagan son
víctimas de sus propia manipulación.
Vemos como en la TV se repiten,
hasta la sazón, eslóganes y criticas al rival, este hecho es engordar
contenidos con escaso interés y valor que llevan a quien los oye a distanciarse
de tal candidato. Cuando uno es un personaje público debe evitar los llamados “calentones”,
se debe pensar mucho lo que va a
escribir en los tuits ya que pueden tener una repercusión mediática importante.
La vida privada de los candidatos
puede dar resultado en estos medios, si no se abusa de ello. El subir una foto
familiar, comentarios de gustos o aficiones en tiempo de ocio, hacen ver que el
candidato es de carne y hueso como el ciudadano de a pie. Nunca se deberá
utilizar el Facebook o el Twitter para ligar o conversar de temas privados en
secreto, todo al final se sabe.
Cuando se utilizan estos medios
se ha de tener sentido de humor, hay que saber encajar las bromas, de lo
contrario se está perdido. Hay que diferenciar entre lo que es denunciable y otra saber
encajar una mala crítica.
20 de abril de 2015
José María Rodríguez González
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