La muerte es una
tragedia y un suicido una locura.
Llevo bastantes meses investigando
sobre este tema. Una vez recopilado
todos los datos me ha sido difícil encauzar el tema por lo delicado que
resulta. Harto de tirar borradores a la papelera virtual, he decidido ir al
Puente de San Pablo y observar a la gente como haría el abuelo Hipólito
(Sustituido por el nombre real) de 79 años, posiblemente el último suicida, el
4 de noviembre de 2011, a las 11:00 horas se arrojaba por el puente. Los
últimos en hablar con él fue una pareja de turistas franceses, según su
versión: “dio los buenos días al llegar a nuestra altura y luego se precipitó al
vacío desde el centro del puente” (*).
Pues bien, comencé a caminar
sobre las tablas que conforman el puente con sus dos barandillas laterales. Pasó
por mi memoria como sería el puente original de piedra mandado construir por el
canónigo D. Juan del Pozo, allá por el año 1534. Fueron 55 años los que se
tardaron en construir sus cinco arcos que lo conformaban, inaugurándolo en el
año 1589. Ninguno de los maestros de obras que intervinieron, a través de los
años: Francisco de Luna, Andrés de Valdelvira, Juan Gutiérrez de la Hoceja,
Juan de Palacios, Hernando de Palacios y Juan de Meril, supieron dar respuesta óptima
a la construcción del puente. En la noche del 7 de mayo de 1786 se hundió el
primer tramo. Los arreglos de arquitecto Mateo López lo mantuvieron en pie
hasta 1895, que se desplomó uno de los arcos, recomendándose su demolición
total (1*). El obispo Wenceslao Sangüesa y el Seminario de San Julián
afrontaron económicamente la
construcción del nuevo puente, inaugurándose en 1903, de acuerdo con los planos
de José María Fuster, George H. Bartle, se construyó el actual puente metálico.
Seguí caminado hasta el centro
encontrando dos medallones en las barandillas, uno enfrente del otro con la
leyenda: “WENCESLAUS SANGÜESA E.T. GUIA DEI S.S. APOSTOLICAE” y enfrente de él,
en la otra barandilla: “SIGILLUM SEMINARII CONCEILIARIS CONCHESIS”. Estas
placas honoríficas confirman y agradecen la construcción al Obispo Wenceslao.
Comencé hacer fotos por dentro y
por fuera del puente para apreciar su altura de 60 metros, unos turistas
americanos, me miraron sorprendidos por el tipo de fotos que estaba realizando,
no es normal hacer fotos entre las rendijas de las tablas al igual que de la
estructura exterior desde las barandillas, dirigiéndose a mi me dijeron. “puente
suicida San Francisco”. Ello me dio pie a estudiar otros puentes que pudieran
ser utilizados para este fin.
El puente de Golden Gate, situado
en la Bahía de San Francisco, es el lugar con más suicidios a nivel de Estados
Unidos, con 1.218 suicidios desde su inauguración en el año 1937 y el segundo a
nivel mundial por detrás del puente de Narkín sobre el río Yangtsé en China,
nosotros no hemos llegado, ni mucho menos, a tal número de suicidios.
Pero ¿por qué se suicida la
gente? Según las estadísticas el 95% de los suicidas es consecuencia de
enfermedades mentales, trastornos psiquiátricos, la mayor parte ocasionada por
depresiones. El 5% restante obedece a un factor existencial que hace ver el
suicidio como única manera de poner fin a sus problemas, como enfermedades
crónicas que cursa con dolor, conductas adictivas (alcoholismo),
acontecimientos vitales que suponen pérdidas afectivas, el aislamiento y el
hecho de haber tenido alguna vez pensamientos suicidadas son otros factores de
riesgo. Según la psiquiatra Carmen Tejedor (2*), hay tantos casos como
personas, si bien una característica común a todos es la soledad.
¿Qué piensa el suicida? En mi
investigación he encontrado algunos testimonios de personas que se han salvado
y han contado su experiencia. Les trascribo sus declaraciones:
Puente Golden Gate |
Cuenta Kevin Hines de 30 años,
uno de los pocos que ha logrado sobrevivir para contarlo, de los que se han
tirado desde el puente Golden Gate que une a San Francisco con el condado de
Marín, decía: “En el mismo momento que salté al agua, me di cuenta de que había
cometido un error y no quería morir. Entonces, aún en el aire, le pedí a Dios
que me salvara”. Cuando saltó tenía 19
años, el 25 de septiembre del año 2000, desesperado por la bipolaridad que
padecía y sintiendo que no merecía vivir, se tiró. “Es la peor decisión que he
tomado en mi vida”, aseguraba tras caer de una altura de 75m, estuvo doce
minutos en el agua, con la espalda rota, tratando de no ahogarse y rezando para
no morir, hasta que la Guardia Costera lo rescató. Kevin Hines pasó meses en un
hospital y luego en un centro psiquiátrico. Después de estos años afirmaba:
“Encontré mi vocación dando conferencias por todo el mundo para enseñar que el
suicidio no es la solución a ningún problema, que la vida en sí es un gran
regalo”.
Con relación a Cuenca, en la
hemeroteca de 1955 he encontrado un caso de una joven que quería suicidarse.
Sucedió el día 23 de septiembre de 1955 y trascribo textualmente la crónica por
ser curiosa: “Alrededor de las tres y media de la tarde del pasado viernes, la
joven María de la Cruz Delgado, de 18 años de edad, soltera y avecinada en el
barrio de San Martín, de la parte alta de la ciudad, se trasladó al denominado
Puente de San Pablo descolgándose por la armadura del mismo y comenzando a
pasear por las crucetas de hierro que en forma de aspa, constituyen la armadura
del puente.
El caso llamó la atención de
algunos niños que se encontraban por aquellos alrededores, quienes lo pusieron
en conocimiento de sus familiares y de la Guardia Urbana con servicio en el
Excmo. Ayuntamiento.
Personada en el sitio de
referencia uno de los guardias, fue advertida su presencia por la María de la
Cruz, quien resueltamente advirtió a las personas que observaban con gran
nerviosismo su paseo: «Si viene el guardia
me tiro».
Hubo que tomar algunas medidas de
precaución y la referida autoridad se despojó de la gorra y de la chaqueta,
pero como quiera que María dijo «que le
llevaran una rebeca porque tenía frío», se le engañó entregándole la prenda
al final del puente donde, por detrás de ella se descolgó el guardia cogiéndola
por la cintura y atándola con una cuerda que le facilitaron. Seguidamente, por
el hueco que dejaron varios tablones levantados del puente para tal efecto, fue
ascendida.
María de
la Cruz declaró posteriormente que
«tenía pensamientos de lanzarse al vacío y suicidarse porque había oído
decir que sería recluida en una escuela de protección de la mujer». La joven en cuestión sufría
trastornos mentales, circunstancia por la cual fue trasladada más tarde a un
sanatorio de salud” (3*).
No habrá
ninguna persona natural de Cuenca que no conozca un caso de suicidio en el
puente, no por ello hemos de calificar nuestro puente de San Pablo como el
“puente de los suicidas” de nuestra ciudad ya que no es el único puente que a
través de los años ha sido utilizado para
este menester. Les contaré el caso del 23 de marzo de 1952, a las 20:30
horas, la joven de 19 años, Carmen Martínez Polo se tiraba por el puente de San
Antón, muriendo por conmoción cerebral. Fue sacada del río por el Guardia Civil
D. Antonio Crespo Barriga, siéndole practicados los auxilios de respiración
artificial y se le puso una ampolla de adrenalina sin conseguir su salvación
por ningún medio. Interrogado su marido dijo que su relación era cordial y que
no podrían adivinar el móvil de lo sucedido, afirmando que llevaba más de
quince día en cama a consecuencia de una afección gripal (4*).
No puedo
terminar este artículo sin hacer mención a la Biblia y fundamentándolo en el
Génesis (Gn. 2,7), donde dice “Entonces Dios formó al hombre del polvo de la
tierra, sopló en su nariz aliento de vida y fue el hombre un ser
viviente”. El pueblo de Dios entiende
que la vida es un Don o un regalo de Dios al hombre y por tanto considera que
de igual manera, Dios es el único que tiene la potestad de quitar la vida.
Donde terminan las posibilidades del hombre comienza las posibilidades de Dios.
Quien se suicida niega voluntariamente la intervención de Dios en su vida (5*).
1* Guía de Cuenca y principales itinerarios de su provincia, Barcelona, 1955, pp. 41-42
2* Carmen Tejedor, psiquiatra especializada en suicidología en el Hospital Sant Pau de Barcelona. Forma parte de un proyecto pionero en España de prevención de conductas suicidas.
3* Periódico “La Ofensiva” de 25 de septiembre de 1955.
4* Periódico “La Ofensiva” de 23 de marzo de 1952.
5*Acerca del cristiano y el suicidio, a la luz de la Biblia.”La
Biblia dice…” John Stott - Baisc Chistianity - 2007
Cuenca, 25 de mayo de 2015
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