viernes, 24 de junio de 2022

El Sagrado Corazón de Jesús, devoción del pueblo de Cuenca

El mes del Sagrado Corazón de Jesús
Hay una devoción cuyo nombre sólo es un símbolo de amor y cuya práctica despierta suaves efectos del alma; esta devoción es la del Sagrado Corazón de Jesús.
Siempre conocida y siempre practicada por los Santos, aún en nuestros días donde lo religioso parece ser poco estimado y en parte rechazado, pero parece destinado por su naturaleza a reanimar el espíritu cristiano, que es todo amor, haciéndonos honrar y servir a Dios como a un padre y a un amigo.
Corazón de Jesús
Cerro del Socorro. Cuenca
Dios es amor, dice San Juan; y por ese motivo, añade San Agustín, no puede ser honrado sino con amor. Luego esta devoción contiene el culto más digno de Su Divina Majestad.

Esta devoción fue difundida por Santa Margarita de Alacoque, a quien Jesús se le apareció y le dijo: “Mira este corazón mío, que a pesar de consumirse en amor abrasador por los hombres, no recibe de los cristianos otra cosa que sacrilegio, desprecio, indiferencia e ingratitud, aún en el mismo sacramento de mi amor. Pero lo que traspasa mi Corazón más desgarradamente es que estos insultos los recibo de personas consagradas especialmente de mi servicio”.

Son ciertas estas palabras por que una de las peores herejías fue la de Jansenio.
El jansenismo fue un movimiento religioso iniciado por el teólogo y obispo Cornelio Jansenio (1585-1638), que gozó de cierta popularidad en Europa durante los siglos XVII y XVIII. Éste fue condenado por herético por la Iglesia Católica debido a sus tesis sobre la salvación, que negaba el concurso de la libertad humana. Enfatizaba el pecado original, la depravación humana, la necesidad de la gracia divina que salvará sólo a aquellos a quienes les fue concedida desde su nacimiento y la creencia de la predestinación, sin libre albedrío.

En vano pretendieron los sectarios cerrar el paso a un culto opuesto a sus doctrinas; en vano quisieron desfigurarlo, y ridiculizarlo, y tacharlo de idolatría, pues nada puede el hombre contra Dios. Los esfuerzos supremos que hizo la secta en el conciliábulo de Pistoya le salieron tan mal que con la excomunión de la Iglesia se vino abajo el jansenismo, y triunfó la verdad y fue aprobada al poco tiempo la devoción al Sagrado Corazón.
La Catedral de Cuenca posee una capilla dedicada al Sagrado Corazón, entronizado en su altar principal. Hoy designada con el nombre de Capilla Honda. Es obra del siglo XVI, cuando ocupaba la silla episcopal D. Diego Ramírez de Fuenlear (1521.1537).
Capilla Honda o del Sagrado Corazón.
Catedral de Cuenca

Cuenca se prometió al Sagrado Corazón de Jesús, en el acto de Consagración de la Ciudad, celebrado el 16 de junio de 1940, con estas palabras: “Cuidaremos de tus cosas para que Tú cuides de las nuestras”.
El monumento que fue levantado en el cerro del Socorro de Cuenca, se inició las obras en 1951, fueron promovidas por el Obispo D. Inocencio Rodríguez Díez. El proyecto fue trazado por el arquitecto Eduardo Torallas y ejecutado en los talleres de Bieto, siendo los talladores José Bieto  Masip y Andrés Rodríguez Escribano, primer oficial del taller. La figura esta coronada con una aureola de dos metros de diámetro de hierro galvanizado. A los pies del pedestal se encuentra la imagen de la Virgen del Perpetuo Socorro, obra del escultor, Leandro Martínez Bueno.
Andamios de la construcción del monumento al Corazón de Jesús.
Foto del archivo de Ángel Redondo Rodríguez
El pago de su construcción fue por sufragio universal, aportando también el ayuntamiento la cantidad de 50.000 pts., el resto hasta un millón de pesetas, fue financiada por los conquenses en donaciones.

Fue inaugurado el 14 de julio de 1957. El monumento tiene una altura total de 30 metros, de ellos 20 son del pedestal y 8 de la escultura del Sagrado Corazón.

Publicado en Cuenca, 24 de junio de 2019 y 24 de junio de 2022.

José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.


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