Anglosajón de Wessex que al hacerse benedictino cambió su nombre de Wynfrid por el de Bonifacio, el que hace el bien, hasta los cuarenta años vivió como monje primero en Exeter y luego en Nursling, cerca de Southampton, dedicado al estudio, a la enseñanza y a la predicación.
San Bonifacio |
Su vida cambió por completo en el año 718, cuando el papa Gregorio II le envió a evangelizar a los germanos, y entonces empieza a desplegar una actividad trepidante que le iba a hacer recorrer Hesse, Baviera, Westfalia, Turingia, predicando, bautizando, fundando monasterios como el de Fulda y organizando la naciente iglesia entre aquellos pueblos paganos.
Tres veces fue a Roma para que el papa le confirmase en su misión, en el 722 era obispo, posteriormente fue vicario apostólico con sede en Maguncia, presidió concilios y ungió, en nombre del pontífice, al rey Pipino en Breve, que colaboraba con él.
Ya septuagenario, en vez de buscar el reposo, decidió evangelizar personalmente las tierras que hoy llamamos Holanda, la Frisia, y allí, junto con unos misioneros, fue martirizado en Dokkum por unos paganos.
Su sepultura, que se venera en Fulda, es el gran santuario alemán, donde su figura es recordada como uno de los grandes maestros de la fe que hicieron la Europa actual.
Cuenca, 5 de junio de 2023 y el 5 de junio de 2024.
José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.
_________________
Fuente documental:
La casa de los santos. Carlos Pujol. Ediciones Rialpa S.A. Madrid. 1989
No hay comentarios:
Publicar un comentario