sábado, 2 de junio de 2018

Poética florar en primavera


 El alma de los poetas florece en primavera

Este año con motivo de las abundantes lluvias de primavera el campo rebosa de flores de todo tipo y color.


Ayer en Uña (Cuenca), recorriendo su laguna disfrutamos de su colorido primaveral. Era como una eclosión floral, y los gamones lucían floridos con ese blanco espléndido, creando una manta de color en las laderas de las montañas contrastando con el amarillo intenso de la flor de la aliaga, plantas que circundan el Norte de la laguna.
Una de las cosas que más han llamado a atención a escritores y poetas han sido las flores, consideradas como tópico literario, teniendo una larga tradición en la poesía española.
No hay ninguna época del pasado donde no se haya reflejado las flores. Si arrancamos nuestro estudio en el Medievo, nos encontramos con Gonzalo de Berceo, en su obra: Los Milagros de Nuestra Señora, describe un lugar placentero cuajado de flores.
“Lindas son rosas y flores
más lindo son mis amores”
El Renacimiento está lleno de alusiones a las flores. Garcilaso de la Vega emplea la rosa para recordar a todo ser humano que el tiempo es efímero.
Otro de los grandes, Fray Luis de León, conquense, decía que sus poemas serán florecillas que se le cayeron de las manos. En la “Oda a la Vida retirada” posee unos versos alusivos a las flores del campo:
“Del monte a la ladera,
por mi plantado tengo un huerto,
que con la primavera
de bella flor cubierto.”

Corriendo el tiempo nos metemos en el Barroco y nos encontramos con Luis de Góngora que en su poema "Prevención ante el Amor", advierte a los amantes que entre las flores del Amor puede esconderse la serpiente.

 "Amantes, no toquéis, si queréis vida;
porque entre un labio y otro colorado
amor está, de su veneno amado,
cual entre flor y flor serpiente escondida".

En el siglo XVIII, la poesía didáctica y moralizante también hace referencia a las flores, como lo hace José Antonio Porcel en "Fábula de Alfeo y Aretusa", y Gaspar Melchor de Jovellanos en la "Epístola de Batilo" que la comienza con estos versos:

"Verdes campos, florida y ancha vega,
donde Bernesga próvido reparte
su onda cristalina; alegres prados,
antiguos y altos chopos, que su orilla
bordáis en torno, ¡ah, cuánto gozo,
cuando a vuestra vista siente el alma mía!..."

En el Romanticismo, Gustavo Adolfo Bécquer, entra de lleno al mundo florido en sus Rimas, hablando de violetas y azucenas tronchadas, aludiendo a lo efímero de las cosas porque todo pasa. Y Rosalía de Castro, no se olvida de las flores con espinas.
Así podría seguir nombrando infinidad de poetas y poemas donde hacen referencia a las flores.

Para terminar quiero poner mi granito de arena, no como poeta, que no lo soy, sino como un amantes de lo bello. Hace años compuse un pequeñito poema a la eclosión floral que formó parte de una exposición fotográfica que puse por título "Las cuatro estaciones del año en Cuenca", exposición que se realizó en la ya desaparecida galería Jamete, en la calle Alfonso VIII de Cuenca.
Decía así:
Primavera esperada en tus campos
que haces de ti, Cuenca florida.
De tu suelo emerge la vida
para darla a quien te habita.

Quisiera sentir en mi alma
la eclosión floral resurgida
y después del tiempo otoñal
descansar en mi tierra querida.

©José María Rodríguez González. Cuenca 2 de junio de 2018.


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