martes, 26 de febrero de 2019
La primavera en los almendros del camino de San Isidro
domingo, 24 de febrero de 2019
Visita guiada gratuita de la Catedral de Cuenca, del sábado 2 de marzo se pasa al día 23
Visita guiada gratuita
el sábado 23 de marzo a las 11.00h
Obra de José Martín de
“Aldehuela” en la Catedral de Cuenca
Con motivo de las jornadas que se están llevando a cavo en el Biblioteca Fermín Caballero sobre José Martín de Aldehuela, por la Asociación Amigos de la Biblioteca, en colaboración con ellos se organizará una visita guiada por la Catedral viendo la obra de Aldehuela.
Se organizarán dos turnos, el primero a las 11.00h y el segundo a las 12.00h. Para la organización de los grupos se deben inscribir, con el nombre y el turno que desean asistir, en la dirección: amigosbibliotecacuenca@gamil.com
No se puede entender el barroco
sin Aldehuela. Su trabajo más festivo y vital llenó los espacios de luz y
armonía de nuestra Catedral dándole suntuosidad con poco dinero, pues en el
siglo XVIII no lo había.
Capilla del Pilar. Catedral de Cuenca |
Durante cuatro episcopados estuvo
trabajando en Cuenca y provincia José Martín. Fue el Obispo Isidro de Carvajal
y Lancáster quien lo trajo a Cuenca para
terminar las obras de San Felipe Neri, sobre el año de 1760 y se quedó hasta
1789 que se fue a Málaga. Puede decirse que casi toda la restauración de las
iglesias y ermitas de Cuenca y provincia las hizo él en este período.
Su mérito y su talento no fue
reconocido hasta el siglo XIX por Chueca Goitia que dijo de él: “Entre los arquitectos prácticos no
iluminados por la Academia se contaba nuestro Aldehuela, arquitecto periférico
que giró por las provincias de España sin alcanzar nunca su centro. Sin
embargo, su obra fue mucho más importante, en volumen y calidad, que la de
muchos académicos de la arquitectura, merodeadores de la Corte”.
Este sábado día 23 de marzo, a las 11.00 horas realizaremos
un recorrido, y a las 12.00h al segundo por la obra que existe de él en la catedral de Cuenca, otorgándole
el mérito y el valor de la obra que nos legó.
Cuenca, 3 de julio de 2018
José María Rodríguez González. Profesor e investigador
histórico.
domingo, 17 de febrero de 2019
El Obispo Isidro de Carbajal y José Martín de Aldehuela
José Martín de Aldehuela y su obra durante la Mitra de Carbajal y Lancaster.
Isidro de Carbajal y Lancaster
comenzó sus estudios en la Universidad de Alcalá de Henares y de ella pasó a
concluirlos a la de Salamanca, donde fue colegial mayor en el Colegio de San
Bartolomé en 1724 y se graduó con méritos, de licenciado y doctor en derecho
canónico.
En 1728, su tío el duque de
Abrantes, le agradeció en esta Catedral con un canonicato; y siendo su hermano
Don Álvaro también canónigo de Cuenca, entre ambos fundaron a sus expensas, en
1738, el Oratorio de San Felipe Neri de esta ciudad.
San Felipe Neri (Cuenca) |
En 1754 le ofreció a Don Isidro
el rey Felipe V, la mitra de Barcelona, que no aceptó, como tampoco el deanato
de esta santa Iglesia, y en enero de 1760 le presentó para el obispado de
Cuenca S.M. Carlos III. Después de reiteradas negaciones se resignó a tomar el
cargo cosa que hizo por su apoderado D.
Bartolomé de la Cuadra, arcediano de Huete y canónigo de esta Catedral, el 16
de agosto de 1760.
Le consagro en esta Catedral el
Ilmo. Sr. D. Francisco Rodríguez Chico, obispo de Teruel. Veinticuatro meses
después se hizo el solemne traslado de los restos de San Julián al altar de
Trasparente.
Este prelado fue muy dado a
visitar toda la diócesis desplazándose en burro por toda la Serranía, jamás
gastó coche. Fue una persona ejemplar, prudente y justo, muy caritativo. Dio a
los pobres la renta del episcopado y grandes sumas de sus herencias.
Durante su pontificado se produjeron
los motiles de Madrid y Zaragoza y en Cuenca se produjo el motín del Tío Carujo. Él intervino intentando apaciguar
a los exaltados por medio del venerable señor Leoz, su amigo. En otro artículo,
si procede, os contare como fue el Motín en Cuenca y como se resolvió.
Murió Isidro de Carbajal el 15 de
enero de 1771. Su cuerpo se depositó en la Catedral siendo después trasladado a
una tribuna del Oratorio de San Felipe Neri, en donde se haya también su
hermano Don Álvaro.
Este Obispo se encargo de la reconstrucción
de la iglesia de San Felipe Neri, para el que trajo a Cuenca al gran maestro
José Martín de Aldehuela (Aldegüela) que la concluyó. Esta obra le dio a
Aldehuela fama y éxito siendo nombrado maestro mayor de la diócesis conquense.
Le dio otras obras como fueron la iglesia de las monjas de San Pedro, las
llamadas Justinianas, cuyo trazado realizó
Alejandro González Velázquez, al igual que la traza del Altar Mayor y el
enlosado, la secretaría y otras oficinas de la Catedral.
Intervino también, José Martín en
la iglesia y convento de San Antonio Abad, la de las monjas Franciscanas de la
Concepción y la casa Hospicio. También construyó por encargo del Padre Eleta,
confesor de Carlos III, el convento de frailes descalzos de San Francisco del
desierto de Priego, así como en muchas otras iglesias de la provincia fueron
reconstruidas por el insigne José Martín de Aldehuela en los siguientes episcopados
de esta diócesis de Cuenca.
Cuenca, 17 de febrero de 2019.
José María Rodríguez González. Profesor e investigador
histórico.
viernes, 15 de febrero de 2019
Los Becerril de Cuenca
La familia Becerril y sus trabajos en Cuenca
Fue en el Episcopado de Don Diego Ramírez de Fuenleal cuando
se concentró en Cuenca el mayor número de artistas y se acometieron un número
muy elevado de obra de arte en la Catedral.
Don Diego, llamado el Bueno,
contó con los célebres Becerriles. Pedro Álvaro Becerril, era oriundo de
Liébana, situada esta población en Cantabria. Vino a Cuenca al haber solicitado Don Diego sus
servicios. Fue vecino del barrio de la Santa Cruz. Entre otros hijos tuvo a Alonso
y a Francisco Becerril que nació sobre el año de 1510. De Pedro Álvaro Becerril asegura
Juan de Arfe en su libro “De varia Commensuración para la Escultura y Architectura", que fue famoso en su tiempo por haber
hecho en su casa la custodia de Cuenca.
El que Juan de Arfe nombre la
custodia de Becerril en su libro da idea de la obra tan perfecta que realizó,
pues Arfe fue un orfebre español especializado en platería. Provenía de una
familia de orfebres de origen alemán y sus obras más conocidas son las custodias
de las catedrales de Sevilla, Valladolid y Ávila; realizando varios encargos
para Felipe II y publico varios tratados sobre arte donde incluyó el trabajo de
los Becerril de Cuenca.
De la documentación que se tiene
sobre el trabajo de los Becerril se puede afirmar que el artífice de la
custodia de Cuenca fue Francisco Becerril, que al haber muerto en el año 1573,
concluyó la obra de dorar algunas piezas que faltaban su hijo Cristóbal, tan
afamado como su padre y que siguió de platero de esta Catedral conquense hasta
su muerte, acaecida en el año 1584.
A demás de la custodia Francisco
Becerril realizó aquí en Cuenca una cruz parroquial para la Iglesia de San Andrés
y muchas de las piezas de vellón de la ceca marcadas con cruz patriarcal que
pertenecen al reinado de Felipe II pueden ser obra suya, al ser éste el signo
de Francisco Becerril, platero y ensayador de la ceca conquense desde 1521. Probó
su hidalguía ante la Real Chancillería de Granada en 1549.
Otras custodias que realizó
fueron la de San Pedro de Huete, la de Alarcón, Campo de Criptana y la de
Villaescusa de Haro de donde era natural el Obispo Don Diego Ramírez de Fuenleal.
Su hijo, Cristóbal Becerril,
comenzó a ejercer su cargo de ensayador en la década de los 70 y su marca ya no
figura en las piezas de vellón rico. Cristóbal casó con María Álvarez, ambos
fueron enterrados en la iglesia de San Miguel.
Cuenca, 16 de febrero de 2019.
José María Rodríguez González.
Profesor e investigador histórico.
miércoles, 13 de febrero de 2019
La fiesta del Amor. San Valentín
El día de San Valentín
Popularmente el día de San
Valentín es interpretado como una oportunidad de celebrar el amor y el cariño,
independientemente de la religión. Las celebraciones fueron variando siglo a
siglo, siendo el Medievo el período donde se identifica a San Valentín con el
amor cortés expresándose el sentimiento de afecto de forma sincera, noble y con
declaraciones poéticas románticas, asemejándolo con el corazón y con el dios
romano de Cupido, en años posteriores se incluiría la amistad como una de las
virtudes de San Valentín.
Su leyenda se remonta al
principio del cristianismo, en épocas de persecución con el Emperador Claudio II.
Éste Emperador lo hizo apresar por los votos matrimoniales que realizaba de
forma cristiana.
Estando preso en las mazmorras, por su
intervención casaba a los soldados con sus damas. En los días que estuvo en encerrado
antes de su decapitación, oyó que la hija de quien lo iba a juzgar era ciega,
San Valentín por medio de la oración pidió a Dios que la joven tuviera la dicha
de ver, después de haber conseguido hablar con ella en varias ocasiones, hizo que durante su traslado al patíbulo pudieran
entregarle una nota para que la leyera, cosa absurda si ella era ciega. Cumpliendo
con la voluntad de San Valentín, el carcelero le entregó la nota a la dama y
cuando la abrió sus ojos se iluminaron y pudo leer “Tu Valentín”.
En tiempo del Imperio Romano, por
estas fechas se celebraban las fiestas Lupercales,
donde se hacían sacrificios de animales buscando la fertilidad y el Papa
Gelasio I buscó la forma de eliminar
estas fiestas sangrientas sin que la población protestara y fue escogida la
vida de Valentín para que representara al amor, escogiendo la fecha de 14 de
febrero en el nuevo calendario gregoriano. Esta fiesta se fue acoplando a los
conceptos de las Lupercales identificándola con la fertilidad y el amor. Se
sabe que la primera fiesta que se celebro con el nombre de San Valentín fue el
14 de febrero del año 494, la fiesta fue oficial en la Iglesia Católica hasta
que el Papa Pablo IV dejó de celebrarla y finalmente en 1969 el Concilio
Vaticano II la eliminó del calendario litúrgico.
Hoy tomamos este día como el
momento indispensable de demostrar el amor y a amistad a la persona que
queremos y de la que estamos enamorados.
Feliz día de San Valentín.
14 de febrero de 2019.
José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.
14 de febrero de 2019.
José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.
martes, 12 de febrero de 2019
El día mundial de la radio
Que prevalezca la tolerancia,
el diálogo y la paz en sus ondas.
Corrían los años sesenta cuando
entre en el mundo de la radio al fabricarnos una pequeña emisora con válvulas y
como niño soñaba con hacer llegar mi voz por las ondas a todos los pueblos que
rodeaban Guardamar del Segura (Alicante) donde estaba estudiando. Una radio de galena me
hacía compañía las primeras horas de la noche cuando en mi cuarto esperaba que
me venciera el sueño. Ya de mayor y en mi primer destino, después de sacar la
oposición para maestro, era la radio la que me hacía compañía las tardes en la
habitación solitaria de la pensión donde vivía, nunca me encontré solo, la
radio me hacia compañía.
Después de tantos años la radio
sigue siendo el medio de comunicación más dinámico que nos acompaña en
cualquier lugar, una radio que se ha ido adaptando a los cambios del siglo XXI
y ofreciendo nuevas formas de interacción y participación. La radio nos informa
y nos transforma a través del entretenimiento, la información y la participación
de sus oyentes.
Hoy Día Mundial de la Radio es un
buen momento para que las personas de todo el mundo celebren su existencia y
cómo este medio de comunicación da forma a nuestras vidas. Este año, en este
día, se quiere elogiar la gran importancia de este medio, resaltar los temas
del “Diálogo, la tolerancia y paz”.
La idea de establecer un Día
Mundial de la Radio nació de la Academia Española de la Radio en la persona de
su presidente, D. Jorge Álvarez, que en enero de 2008 solicitó la instauración
de esta celebración al Director General de la UNESCO, Koichiro Matsuura. Fue en
noviembre de 2011 cuando en la treinta y seis Conferencia General de la UNESCO proclamó el
Día Mundial de la Radio a propuesta formal del Gobierno de España y a través
del embajador permanente de Espala, Ion de la Riva. En 2012 la Academia
Española de la Radio impulsó la creación del Comité Internacional del Día
Mundial de la Radio para promover las celebraciones de este día y así
contribuir al prestigio de este medio de comunicación en todo el mundo.
Feliz día de la Radio.
Cuenca, 13 de febrero de 2019.
José María Rodríguez González.
Profesor e investigador histórico.
lunes, 11 de febrero de 2019
Conferencia sobre José Martín de Aldehuela en la Biblioteca Fermín Caballero de Cuenca
Conferencia: Obra de JOSÉ MARTÍN LIZANDA (Aldehuela)
en la Catedral de Cuenca
20 de febrero a las 19.00h Biblioteca
pública Fermín Caballero.
José Martín de
Aldehuela y su obra en la catedral de cuenca
El siglo XVIII no se entendería
en la Catedral de Cuenca sin José Martín de Aldehuela.El taller que el regía no
se sabe con certeza la gente que lo componía pero tuvo una gran repercusión
local y provincial durante el tiempo que permaneció en Cuenca.
Cuando viene a Cuenca no cesó en
su trabajo viviendo con cierto desahogo económico. Tiene bastantes hijos,
muriendo la mayoría de ellos a excepción de Antonio, hecho que pudo influir en la
decoración angelical de sus retablos y en su adornos en las edificaciones de
sus iglesias, principalmente los ángeles “borrominescos” con los que gustaba
adornar los ángulos en sus edificaciones y las cresterías de sus retablos.
A lo largo de la conferencia se
verá la evolución que sufre su obra a través del estudio de los años que
permanece en la diócesis conquense. Su entrada en Cuenca parte del episcopado
de D. Isidro de Carvajal y Lancáster en 1759.
Cuenca, 12 de febrero de 2019.
José María Rodríguez González.
Profesor e investigador histórico.
domingo, 10 de febrero de 2019
Nuestra Sra. de Lourdes
Los milagros de todo
orden son constantes como constante y sostenida es la fe de los peregrinos de
Lourdes.
Así cuentan que fue la primera
aparición de la Virgen: En la casita del pobre y honrado molinero Francisco
Soubirous, vecino de Lourdes, no había leña para preparar la comida el jueves
11 de febrero de 1858, y Luisa, la hacendosa dueña de la casa, dijo a María, su
hija segunda: “Vete a recoger leña seca por las orillas del Gave o en el bosque”.
El Gave es el río que atraviesa Lourdes, tan famoso ya desde la citada fecha.
Hacía mucho frío, el cielo estaba
plomizo y encalmado el ambiente. La hermana mayor de María, llamada Bernardita,
llegó del campo donde hacía de pastora en casa de unos buenos labradores. Era
débil y delicada, sumamente inocente y sencilla, y toda su ciencia se reducía a
saber rezar el rosario. Luisa Soubirous no se atrevía a dejarla salir a causa
del frío, pero tanto insistieron su hermana María y la vecinita Juana Abadíe
que al fin consistió en que las acompañara.
Caminando las tres amiguitas a lo
largo del riachuelo en busca de leña llegaron, a eso del mediodía, frente a una
gruta natural excavada en la roca, conocida en el país con el nombre de
Massabielle. No iba el Gave crecido y Juana y María se descalzaron y lo
pasaron. Bernardita comenzó a imitarlas para seguirlas cuando le pareció oír a
su espalda como el ruido de un viento huracanado que de repente se levantaba en
la pradera vecina. Volvió instintivamente la cabeza y quedó sorprendida al
notar que no se movía ni una hoja de los arboles que bordeaban el Gave. “Me
habré equivocado” –se dijo y siguió descalzándose.
Pero nuevamente llegó a sus oídos
el ruido del viento huracanado y al volverse otra vez Bernardita en la
dirección de donde parecía venir, apagó en su garganta la exclamación que quiso
salir de su pecho, se puso a temblar llena de emoción y se le doblaron las rodillas
y sus ojos se centraron en la deslumbrante aparición. Encima de la Gruta, en un
nicho natural de la roca, estaba de pie, envuelta en celestiales resplandores
una señora de belleza incomparable.
Desde el primer memento la niña
echó mano a su rosario y quiso hacer la señal de la cruz, pero no pudo levantar
el brazo por el temblor que agitaba todo su cuerpo. Más la aparición, como para
animarla en su propósito, con dulcísima gravedad trazó sobre sí misma la señal
sagrada y Bernardita, ya sin dificultad, la imitó y se puso a rezar el rosario.
La aparición pudo durar sobre
quince minutos, no se sabe porque la niña no pudo apreciar el tiempo
trascurrido, sino que sólo pudo rezar una parte del rosario. Vuelta a la
realidad, se descalzó Bernardita y atravesó el río. Preguntó a sus compañeras: “¿No
habéis visto nada?, “Absolutamente nada, ¿y tú has visto, acaso algo raro?” – Interrogaron
a su vez, al notar la turbación que mostraba Bernardita-. “Si nada habéis visto,
nada tengo que decir”” -replicó ella con tranquilidad. Recogiendo los hacer de
leña se volvieron para casa.
Despertada la curiosidad de Juana
y María, le animaron a contar lo que había visto aclarándoles que había visto
una señora hermosísima vestida de blanco, con todos los detalles de la
Aparición, pero le encomendaron no decir nada de lo sucedido.
Así fue la primera Aparición de la
Virgen, a esta siguieron una segunda y una tercera. Después de tres años de
minuciosos estudios y pruebas, Mgr. Laurence, Obispo de Tarbes, declaró
oficialmente que los fieles podrían tener como verdaderas las apariciones.
Empezaron los trabajos para la
construcción de la Basílica en 1866, siendo consagrada por el Señor Obispo los
alteres de la cripta, pero desde 1864 acudían en procesión multitudes de gente,
conforme al deseo manifestado por la Virgen.
En 1892, el Papa León XIII
concedió oficio propio de las Apariciones para la fiesta del 11 de febrero. En
1908, con ocasión del jubileo del cincuentenario de las pariciones, el Papa Pío
X extendió la fiesta a toda la Iglesia.
Felicidades a las mujeres que
llevan el hermosísimo nombre de Lourdes.
Feliz día de la festividad de la
Virgen de Lourdes.
Cuenca, 11 de febrero de 2019.
José María Rodríguez González.
Profesor e investigador histórico.
Manos Unidas en su 60 aniversario
Creemos en la igualdad
y en la dignidad de las personas.
Una ONG que desde 1959 trabajan
para acabar con el hambre en el mundo. Trabajar por los Derechos Humanos ha
sido uno de los objetivos desde sus inicios.
Nació esta ONG cuando las mujeres
de Acción Católica hicieron suyo el llamamiento de la FAO y lanzaron en España
la Campaña contra el Hambre en el mundo, dedicando una jornada a recoger fondos
mediante una colecta en parroquias y colegios, destinada a los países de África
e India. Esta jornada se celebra desde entonces el segundo domingo de febrero y
ha alcanzado gran popularidad en la sociedad española.
Desde su fundación sus trabajos
se han centrado en dos actividades complementarias: sensibilizar a la población
española para que conozca y sea consciente de la realidad de los países en vías
de desarrollo y apoyar y financiar proyectos en África, América, Asia y
Oceanía.
En estos momentos donde sale a la
luz las desviaciones y malversaciones de algunas ONGs he de decir que Manos Unidas materializa su transparencia en
donde se invierte lo recaudado en el informa anual de auditoría. Esta
Asociación pertenece al Consejo Pontificio Cor Unum, que le Papa Pablo VI creí
en 1971 para que le ayudara a cumplir el deber de la caridad lo que da mayor
seguridad que el dinero se invierte para lo que se pide.
Manos Unidas es consciente de que
la solidaridad de la sociedad española es firme y perseverante, y que acabar
con la miseria y el hambre es una carrera de fondo en la que siguen sin
empeñando su trabajo. Hay 821 millones de personas que padecen hambre en el
mundo y aunque muchas cifras relacionadas con la pobreza han mejorado, sigue
siendo un escándalo insoportable. Por eso su trabajo sigue siendo necesario y
el compromiso de todas las personas que colaboran también.
Cuenca, 10 de febrero de 2019.
José María Rodríguez González.
Profesor e investigador histórico.
sábado, 2 de febrero de 2019
La iglesia de “Santa María La Nueva”, (antigua sinagoga judía)
La iglesia de “Santa
María La Nueva”, (antigua sinagoga judía) y las parroquias en Cuenca en el
siglo XV durante el episcopado de D. Juan Cabeza de Vaca.
Lunes culturales en la
Catedral de Cuenca. 11 de febrero de 2019, a las 17.00 horas, en la Sala Capitular de la Catedral de Cuenca.
Este lunes el investigador José María Rodríguez nos presenta,
cómo era la ciudad de Cuenca en el siglo XV. Durante el desarrollo de la
conferencia iremos viendo la situación de cada una de las catorce parroquias en
que estaban distribuidas las colaciones de la ciudad, sus peculiaridades y las
riquezas que poseían cada una de ellas. En los primeros años del siglo XV toma
posesión del episcopado D. Juan Cabeza de Vaca que será quien culmine la labor
de su antecesor, D. Álvaro Martínez, de transformar la sinagoga conquense en
parroquia bajo el nombre de “Santa María La
Nueva”, que como se verá a la largo de la conferencia cambia el nombre por
el de “Santa María de Gracia”.
Cuenca,3 de febrero de 2019.
viernes, 1 de febrero de 2019
La Candelaria
La luz de las velas nos
recuerda la Luz de Cristo.
Para celebrar el misterio de este
día, “Día de la purificación de María y la presentación del Jesús en el Templo”,
la Iglesia acostumbra a bendecir las velas de un modo solemne el día 2 de
febrero. Esta ceremonia instituida por el Papa Gelasio a finales del siglo V ha
recibido el nombre popular de la Candelaria. Los cirios que se bendicen antes
de la misa de la Purificación simbolizan a Nuestro Señor Jesucristo. Según Ivo
Chartres, la cera de que están formados, productos recogidos delicadamente de
las flores por las laboriosas abejas, que la antigüedad consideraba como el
tipo de la virginidad, significa la carne virginal de Jesús, el cual no tuvo
necesidad de alterar el estado virginal de su Madre. La luz de las velas nos
debe recordar la Luz de Cristo que vino a iluminar nuestras tinieblas.
Dice San Anselmo, al explicar
este misterio que hay que considerar tres cosas en el cirio: la cera, la mecha
y la llama. La cera, obra de las abejas virginales, es la carne de Cristo; la
mecha, que es interior, es el alma; y la llama, que brilla en la parte
superior, es la Divinidad.
Son llevados los cirios
bendecidos en procesión por los ministros y el clero; procesión que fue
instituida por el Papa Sergio en el siglo VII. Esta manifestación de fe es el
símbolo de la Iglesia que avanza para ir en busca del divino Manuel y recuerda
la maravillosa escena el Templo de Jerusalén en el momento que la Virgen
introduce a su hijo en el Templo.
La procesión de las Candelas
representa, pues, la marcha del pueblo cristiano guiado por la Luz de Cristo,
figurada en los cirios que lleva el clero.
Feliz día de la Candelaria.
Cuenca, 2 de febrero de 2019.
José maría Rodríguez González.
Profesor e investigador histórico.
“Y una espada te atravesará el corazón”. Festividad del 2 de febrero.
Purificación de la
Virgen
Esta festividad religiosa se celebra el día 2 de febrero. El
Papa Benedicto XIV atribuye a esta festividad de la Purificación de la
Santísima Virgen una antigüedad que se remonta a los tiempos apostólicos. Lo
cierto es que ya en el siglo V se celebraba como fiesta de guardar. En la
Iglesia griega y en la de Milán, se celebraba el 2 de febrero entre las
solemnidades de Nuestro Señor; pero la Iglesia Romana la colocó siempre entre
las de la Santísima Virgen, celebrándose también el mismo día.
(1) Presentación de Jesús en el templo. Óleo sobre tabla.
Obra de Martín Gómez "El Viejo"
Museo Diocesano de Cuenca. Siglo XVI
|
Al quererse someter Nuestro Señor voluntariamente a la ley,
como dice San Pablo, María tuvo que cumplir con los dos preceptos judíos que obligaban
a las madres, después de su alumbramiento. El primero de ellos era de carácter
general, ordenaba a todas las mujeres israelitas que se abstuviesen de entrar
en el templo durante los cuarenta días siguientes al alumbramiento si habían
dado a luz a un niño y durante ochenta, si la nacida era una niña. Terminado el
plazo habían de ir al templo para purificarse y ofrecer a Dios un sacrificio,
consistente en un cordero que debía ser ofrecido en holocausto. Era, además,
ritual que se ofreciese una tórtola y una paloma por el pecado. Las madres que
no podían ofrendar un cordero lo reemplazaban por otra tórtola y una paloma. El
sacrificio expiatorio tenía como fin expiar el pecado en el que había nacido el
niño. El holocausto significaba la consagración entera de la criatura a Dios;
por esto al tiempo del sacrificio la presentaban al Señor.
El segundo precepto sólo obliga a los primogénitos varones,
tanto a niños como a animales. Dios se había reservado como bienes propios a
todos los primogénitos de Israel, liberados en Egipto al castigar Dios con la plaga que privó de la vida a
todos los primogénitos egipcios, desde
el hombre hasta la bestia de carga. María se vió obligada por la ley común a
este precepto y transcurridos los cuarenta días señalados en la ley, ella se
presentó en el templo para cumplirla puntualmente, acompañada de José y con su
hijo en brazos.
En este segundo precepto del rescate del hijo primogénito, según
la ley Hebrea nos cuenta san Vicente Ferrer como pudo ser: “El primogénito
pertenecía a Dios y al sacerdote, pero se le rescataba por el precio de cinco
silos de plata. Si la familia no podía entregar los cinco siclos, el niño se
quedaba con el sacerdote y era educado en el servicio del altar. María puso a
su hijo en manos del sacerdote, quien lo ofreció al Señor. Si el pontífice
hubiera conocido al que tenía en sus brazos se hubiera postrado a sus pies. Al
ver la pobreza de la madre, se preparó el sacerdote a guardar al niño; pero la
Virgen le disuadió de su intento –No lo retengáis, aquí están los cinco siclos-
contestó María. Los había ganado con su propio trabajo y tal vez quitándoselo
de su propio sustento a fin de poder rescatar a su hijo. Abrió la bolsa que no
era de trencilla de oro ni de seda, sacó el dinero y lo entregó al sacerdote,
según la prescripción de la ley”.
María, se somete a un rito legal. Pide al ministro de Dios
que le purifique, que acepte el presente que la Ley ordena y le devuelva, en
nombre del cielo, esa pureza legal que ella posee, acrecentada desde que fue
Madre. José asiste a la tierna ceremonia como cabeza de familia. Lleva en sus
manos la ofrenda de los podres, porque pobre es su casa y pequeños sus haberes.
Se ánodo el feliz Patriarca al contemplar el tesoro de humildad y pureza que
tiene en su Esposa, y llora de emoción al oír de labios pontificales supremas
alabanzas a su Hijo adoptivo. No interviene, sin embargo, por no poder sílaba
ni actitud ajena y porque los goces íntimos se saborean mejor en silencio.
Pero surge el Profeta. Simeón, transfigurado, habla de contradicciones
y dolores. Anuncia a la Madre penalidades que no tienen más alivio que el de su
eficacia redentora; y la espada que en lontananza ve él, clávese desde entonces
en el corazón de María, al tiempo que el anciano Simeón ve cumplido su sueño: “Ahora puede ya morir tu siervo, Señor,
porque mis ojos han visto la salvación que nos has enviado”. Bendice a los
felices padres del Infante, sin acertar a separarse de aquel Niño, en quien
cree y espera y a quien ama con todo el corazón.
(1) Explicación del cuadro: PRESENTACIÓN DEL NIÑO EN EL TEMPLO. Óleo sobre tabla.
En primer plano y en el centro, María y Simeón sosteniendo ambo al Niño, que parece pasar aéreamente de uno al otro. Los rodea un nutrido grupo de asistentes al acto, varios de ellos mostrando cirios encendidos. San José se acentúa su discreta presencia al dejarse ver apenas a la izquierda de la Virgen, la doncella que porta la cesta de los pichones, y la profetisa Ana en el lateral derecho del cuadro. Entre los restantes, adquieren personalidad pictórica definida tres ceroferarios de la inmediata segunda línea: una joven estrictamente frontal, un acólito de edad avanzada a la izquierda de Simeón y otro joven que vuelve la cabeza hacia el espectador, con llamativa gorra roja y una joven que asoma su rostro a la izquierda de María
Esta pintura del siglo XVI de Martín Gómez "El Viejo" fue restaurada en la década de 1990 por Manuel Prieto en los cursos de postgrado en la Universidad Complutense.
Cuenca, 1 de febrero de 2019.
José María Rodríguez González. Profesor e investigar
histórico.
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