La familia Becerril y sus trabajos en Cuenca
Fue en el Episcopado de Don Diego Ramírez de Fuenleal cuando
se concentró en Cuenca el mayor número de artistas y se acometieron un número
muy elevado de obra de arte en la Catedral.
Don Diego, llamado el Bueno,
contó con los célebres Becerriles. Pedro Álvaro Becerril, era oriundo de
Liébana, situada esta población en Cantabria. Vino a Cuenca al haber solicitado Don Diego sus
servicios. Fue vecino del barrio de la Santa Cruz. Entre otros hijos tuvo a Alonso
y a Francisco Becerril que nació sobre el año de 1510. De Pedro Álvaro Becerril asegura
Juan de Arfe en su libro “De varia Commensuración para la Escultura y Architectura", que fue famoso en su tiempo por haber
hecho en su casa la custodia de Cuenca.
El que Juan de Arfe nombre la
custodia de Becerril en su libro da idea de la obra tan perfecta que realizó,
pues Arfe fue un orfebre español especializado en platería. Provenía de una
familia de orfebres de origen alemán y sus obras más conocidas son las custodias
de las catedrales de Sevilla, Valladolid y Ávila; realizando varios encargos
para Felipe II y publico varios tratados sobre arte donde incluyó el trabajo de
los Becerril de Cuenca.
De la documentación que se tiene
sobre el trabajo de los Becerril se puede afirmar que el artífice de la
custodia de Cuenca fue Francisco Becerril, que al haber muerto en el año 1573,
concluyó la obra de dorar algunas piezas que faltaban su hijo Cristóbal, tan
afamado como su padre y que siguió de platero de esta Catedral conquense hasta
su muerte, acaecida en el año 1584.
A demás de la custodia Francisco
Becerril realizó aquí en Cuenca una cruz parroquial para la Iglesia de San Andrés
y muchas de las piezas de vellón de la ceca marcadas con cruz patriarcal que
pertenecen al reinado de Felipe II pueden ser obra suya, al ser éste el signo
de Francisco Becerril, platero y ensayador de la ceca conquense desde 1521. Probó
su hidalguía ante la Real Chancillería de Granada en 1549.
Otras custodias que realizó
fueron la de San Pedro de Huete, la de Alarcón, Campo de Criptana y la de
Villaescusa de Haro de donde era natural el Obispo Don Diego Ramírez de Fuenleal.
Su hijo, Cristóbal Becerril,
comenzó a ejercer su cargo de ensayador en la década de los 70 y su marca ya no
figura en las piezas de vellón rico. Cristóbal casó con María Álvarez, ambos
fueron enterrados en la iglesia de San Miguel.
Cuenca, 16 de febrero de 2019.
José María Rodríguez González.
Profesor e investigador histórico.
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