En el día de
hoy la Iglesia celebra la visita que la Virgen María hizo a su prima santa
Isabel. En el capítulo primero del Evangelio de san Lucas se halla el relato de
este suceso tan lleno de aleccionadores ejemplos de virtud.
Visitación de Rafael. |
Cuando el
arcángel san Gabriel hubo anunciado a María el inefable misterio de la
Encarnación del Verbo en su vientre, le dijo como prueba que para Dios nada es
imposible, que su prima Isabel, hasta entonces llamada la estéril, había
concebido milagrosamente un hijo, y ya estaba de seis meses. Esta nueva llenó
sin duda de júbilo el corazón de María. Su primer pensamiento al oír tan feliz
noticia fue para el Dios encarnado ya en su limpísimo seno, magnificándole y
dándole infinitas gracias por haberse dignado borrar de la mansión de sus
amados y santísimos pariente la entonces afrentosa reputación de esterilidad.
Inspirada y movida luego por el Espíritu Santo, determinó ir a saludar y dar el
parabién a su dichosa prima, y así, dice san Lucas, se levantó y se fue con
gran prisa y diligencia a las montañas y a una ciudad de Judá, y entró en casa
de Zacarías y saludó a Isabel.
De todos es
conocida las palabras del Magnificat por no alargar demasiado este artículo,
pero diré que las conversaciones de María con santa Isabel nos enseñan el modo
de santificar las nuestras. La caridad fue el móvil de todas ellas; Dios y sólo
Dios su objetivo; la humildad y la modestia su regla; la edificación y
santificación del prójimo su fruto.
El misterio de
la Visitación de Nuestra Señora se celebró primeramente en la Iglesia oriental,
y de allí pasó luego a Occidente. La Orden Franciscana la solemnizó ya en el
año 1263. La instituyó para la Iglesia el Papa Urbano VI y la confirmó y
publicó Bonifacio IX, en el año 1389.
La ocasión de
haberse instituido con carácter universal fue según se cree, el cisma que se
levantó en Occidente por la elección del mencionado papa Urbano VI. Como quiera
que en el misterio de la Visitación descubrió el Señor de modo más o menos
explícito que María es la Mediadora o Dispensadora universal de las gracias,
pues fue tan poderosa una sencilla salutación salida de sus labios, el Papa
acudió a la Virgen sacratísima y la tomó por abogada en este misterio, para que
alcanzase de su Divino Hijo que quitase de la Iglesia el peligroso cisma, e
infundiese en los ánimos el espíritu de caridad que movió a la Madre de Dios a
visitar a su prima.
Para terminar
se deduce del Evangelio de san Lucas que la Visitación ocurrió los últimos días
de marzo; pero como cada año caen en esos días la Cuaresma o la Pascua, la
Iglesia trasladó esta festividad al día 2 de julio, o sea al siguiente de la
octava de la Natividad de san Juan Bautista. En memoria del triunfo de la Iglesia
sobre la Revolución ocurrida el 2 de julio de 1849, Pío IX mandó celebrarla con
rito doble de segunda clase.
Cuenca, 31 de mayo de 2021
José María Rodríguez
González. Profesor e investigador histórico.
_________
Fuentes documentales:
-Festividades del año litúrgico.
Editorial Luis Vives, S.A. Zaragoza. Dr. Vicente Tena. 1945.
No hay comentarios:
Publicar un comentario