Santiago es
uno de los que el Evangelio llama “Hijos del trueno”, un hombre de violencia
explosiva, de una pieza. Entre los santos abundan las variedades de violentos,
Pablo, Agustín, Jerónimo, Ignacio, los que toman por asalto el reino de los
Cielos, siempre después de muchas pruebas y revolcones que los encauzan.
Retablo Capilla de Santiago. Catedral de Cuenca. |
Santiago es
uno de los que al ver pueblos que se cierran a la palabra del Maestro reclaman
fuego de las alturas para aniquilarlos como Sodoma y Gomorra. Luego no parece
conformarse con un lugar secundario en el Paraíso, quisiera estar a la diestra
de Jesús. “¿Puedes beber el cáliz que yo beberé?”, se le pregunta. “Puedo”,
responde muy seguro.
Impaciente, ambicioso
a lo divino y mártir, este apóstol es el que la tradición vincula con España,
haciendo de él, hasta en sus excesos reales o atribuidos, tanto da, un santo a
la desmesurada y patética medida de los españoles, sustancia sobrenatural de
esta tierra, como Patricio lo es de Irlanda.
Santiago de
los españoles, “raíz de España”, es el caballero celestial que aparece en
batallas de la Reconquista acuchillando infieles y ganando victorias para la
cruz, el que en la hora del desaliento es confortado por la visita de la
Virgen, sobre el pilar, en Zaragoza, y cuyo sepulcro en Compostela atrae a
peregrinos de toda la Cristiandad.
Sobre el sepulcro de Santiago se erigió la actual catedral compostelana, comenzada en 1077 y terminada en el siglo XII. En el siglo XIX, en 1878, se iniciaron unas excavaciones, que revelaron dentro de una misma sepultura muchos huesos. El informe de los médicos fue que pertenecían a tres personas distintas y que su antigüedad podían pertenecer a la época romana. El cardenal Santiago Miguel Payá y Rico, decreto el 12 de marzo de 1883 que, por un cúmulo de indicios, era cierto que aquellas reliquias pertenecían a Santiago y a sus discípulos san Atanasio y san Teodoro. León XIII, después de nuevo y maduro examen, publicó la Bula "Deus Omnipotens", en que declara la autenticidad de las reliquias de Santiago y sus dos discípulos.
La devoción de nuestro pueblo tiene una sólida base, que la crítica más severa no ha podido derribar. Esta devoción y el hecho cierto de que poseamos el cuerpo de Santiago es un gran argumento en favor de la venida y predicación del Apóstol.
Sobre el sepulcro de Santiago se erigió la actual catedral compostelana, comenzada en 1077 y terminada en el siglo XII. En el siglo XIX, en 1878, se iniciaron unas excavaciones, que revelaron dentro de una misma sepultura muchos huesos. El informe de los médicos fue que pertenecían a tres personas distintas y que su antigüedad podían pertenecer a la época romana. El cardenal Santiago Miguel Payá y Rico, decreto el 12 de marzo de 1883 que, por un cúmulo de indicios, era cierto que aquellas reliquias pertenecían a Santiago y a sus discípulos san Atanasio y san Teodoro. León XIII, después de nuevo y maduro examen, publicó la Bula "Deus Omnipotens", en que declara la autenticidad de las reliquias de Santiago y sus dos discípulos.
La devoción de nuestro pueblo tiene una sólida base, que la crítica más severa no ha podido derribar. Esta devoción y el hecho cierto de que poseamos el cuerpo de Santiago es un gran argumento en favor de la venida y predicación del Apóstol.
Publicado en Cuenca, 25 de
julio de 2020
Por: José María
Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.
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FUENTES
CONSULTADAS:
-Año
Cristiano para todos los días del año. P. Juan Croisset. Logroño. 1851.
-La
casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.
-Año Cristiano. Juan Leal, S.J.
Madrid. 1961.
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