martes, 8 de abril de 2025

Santa Casilda de Toledo. Festividad del día 9 de abril.

Santa Casilda de Toledo (Siglo XI).

Casilda, adaptación castellana del árabe “Casida”, eso es, cantar o poema. Se supone hija del rey moro de Toledo Aldemón o Almamún, a quien se ha dado también otros muchos nombres, y era al parecer una princesa muy compasiva que se apiadaba de la suerte de los cautivos cristianos.
Santa Casilda de Toledo. Zurbarán.
    En un bello lienzo de Zurbarán la vemos entre majestuosos ropajes llevando rosas en el halda, ya que según la tradición daba de comer a los presos, y al sorprenderla su padre y preguntarle qué ocultaba en los pliegues de su vestido, ella dijo que rosas, y en flores se convirtieron las viandas, como también se atribuye a santa Isabel.

Era ya cristiana de corazón por el trato con aquellos cautivos, pero ¿cómo iba a bautizarse en Toledo?, y entonces empezó a padecer un flujo de sangre que ningún médico  acertó a curar; sólo sanaría, le dijo una voz del cielo, bañándose en el lago de san Vicente que hay en tierras de Briviesca.

Aldemón consintió en aquel viaje a los reinos cristianos y Casilda, después de sanar de su mal tras bañarse allí, se bautizo e hizo construir una ermita en aquel mismo lugar donde vivió satamente hasta su muerte.

“La virgen mora que vino a Toledo”, muy venerada en Burgos, reposa en aquel cerro que domina en valle, en el santuario actual, lugar de peregrinación durante siglos y que no deja de frecuentar la piedad de nuestros contemporáneos.

Se le invoca contra el flujo de sangre, y dicen que basta que una mujer pruebe sus aguas y eche una piedra al lago para tener asegurada la descendencia.

Publicado en Cuenca, 9 de abril de 2020 y el 9 de abril de 2025.

Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

lunes, 7 de abril de 2025

Dionisio de Corinto (siglo II). Festividad del 8 de abril.

   San Dionisio vivió en la época del emperador Marco Aurelio y fue uno de los más distinguidos hombres de la iglesia del siglo II. Son conocidas sus cartas a las iglesias de Atenea, Lacedomonia, Nicomedia, Knosos y Roma a los cristianos de Sortina y Amastris.

Mucho menos vistoso y popular que su homónimo de París, de este san Dionisio sólo sabemos que fue griego, obispo de Corinto hacia el año 171 y que escribió una serie de cartas pastorales, como he destacado en el primer párrafo, a diversas iglesias, algunas de cuyos fragmentos se conservan gracias a Eusebio.
San Dionisio de Corinto.

Nada de fantasía y de leyenda, como en el caso de saint Denis francés, sólo dos realidades escuetas y sustanciosas, su dignidad episcopal y su encendido celo por comunicar la verdad, por escribir y escribir, sabiéndose administrador de unos principios de vida con los que había que encender el mundo.

Escribió a los Lacedemonios con el título de La paz y la unidad sobre la doctrina católica, a la iglesia de Nicomedia contra las herejías de Marción, y también a los cristianos de Candia y del Ponto.

A un obispo le aconseja que no se empeñe en hacer guardar a todos castidad absoluta, y que se casen los que no se atrevan a perseverar en la virginidad.

Sin altanería, blasón de la verdad; sin dureza, pelead por la verdad”, esto, que es de san Agustín, parece muy propio aplicarlo a san Dionisio, que no sólo se ocupa de los fieles de su diócesis, sino que no se califica imprudente exhortando también a los de regiones muy apartadas, considerándose a sí mismo responsable de ellos.

Apóstol sin fronteras, que viaja sin moverse de Corinto por obra de la pluma y el papel, su voz se oye en todo el Mediterráneo para que sea mar de nuestra fe.

Cuenca, 8 de abril de 2020 y el 8 de abril de 2025.

José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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-La casa de los Santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.

-Festividades del año Litúrgico. Editorial Luis Vives. Zaragoza. Lino, Obispo de Huesca.1945.


8 de abril, día internacional del pueblo gitano. El gitano, otro ciudadano más.

El gitano como miembros activos de la comunidad conquense

    Hoy quiero levantar una bandera en pro de este colectivo que día a día ha ido buscando su sitio en la sociedad conquense. Por causalidades de la vida he tenido contacto con ellos desde mi más tierna infancia. Fui al colegio Español, en Cuenca, con uno de los hijos del que entonces era el rey de los gitanos, he tratado con ellos en muchas ocasiones. Los hay de todos los tipos como podemos serlo el resto de la sociedad y creo que no merecen ser tratados con descortesía o menosprecio.   

    El colectivo gitano ha ido asimilando muchos de los elementos culturales que se ha ido encontrando en los distintos territorios en los que ha ido viviendo a lo largo de su historia desde su salida de la India, lugar de su procedencia. Gracias a ellos nuestra literatura se ve impregnada de grandes aportaciones así como en la música y en otras muchas artes.

    Por mi condición de docente he tenido alumnos gitanos y de algunos guardo gratos recuerdos. Hace algunas décadas era difícil que los niños gitanos fueran a la escuela, hoy en día las leyes españolas garantizas el derecho a esta escolarización, cada vez son más los alumnos gitanos que se esfuerzan para conseguir llegar a estudios medios o superiores por lo que ya, en la actualidad, podemos encontrar personas de la raza gitana que ejercen como abogados, maestros, ingenieros, enfermeros o médicos.

    El aspecto más importante para una integración definitiva es el aspecto del empleo, que garantice la igualdad y el desarrollo pleno como ciudadano de derecho, es por ello que animo al colectivo gitano a seguir trabajando en esta línea y a ser y sentirse un ciudadano más en esta sociedad plural como es la ciudadanía conquense.

Publicado en Cuenca, 8 de abril de 2017 y el 8 de abril de 2025.

Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico


domingo, 6 de abril de 2025

Efemérides conquenses del 7 de abril. Muerte del obispo D Andrés Pacheco.

 El día 7 de abril de 1626 muere en Madrid el obispo de Cuenca D. Andrés Pacheco a la edad de 67 años.

Nació en La Puebla de Montalbán (Toledo) y fue bautizado en la parroquia de Santa María de éste mismo pueblo. Hijo de  Alonso Téllez Pacheco Girón, señor de La Puebla de Montalbán y de Juana de Cárdenas, hija del primer conde de La Puebla de Maestre.

Estudió Teología en Alcalá de Henares obteniendo el grado de bachiller en 1569 y al siguiente año obtuvo el título de maestro. Se doctoró en Teología en el año 1579 en la misma Universidad de Alcalá.

Fue propuesto para Obispo de Pamplona por el rey Felipe II en el año 1587. El 29 de enero de 1601 fue promovido al obispado de Cuenca, tomando posesión el 9 de diciembre. Mandó construir en cuenca el convento del Santo Ángel de la Guarda, que dotó para los Carmelitas Descalzos, hoy este convento no existe, estaba ubicado en la isla de “Monpesler” en el río Júcar y fue diseñado por fray Alberto de la Madre de Dios, arquitecto que dirigió los proyectos más importantes de la arquitectura conquense en los inicios del Barroco.

Renunció al obispado de Cuenca en el año 1622 al ser nombrado Inquisidor General de España y tres años después Patriarca de las Indias Occidentales, cargos que ocupó hasta su muerte, acaecida el 7 de abril de 1626, siendo enterrado en el Convento del Santo Ángel de la Guarda en Cuenca.

Cuenca, 7 de abril de 2021. Actuaizado el 7 de abril de 2025.

José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

San Juan de La Salle (1651-1719). Festividad del día 7 de abril.

     Juan Bautista de La Lalle nació en Reins, recibió la tonsura (*) a la edad de 11 años. Cuando murieron sus padres tuvo que encargarse de la administración de los bienes de la familia. Terminados sus estudios de teología, fue ordenado sacerdote el 9 de abril de 1678. Dos años más tarde obtuvo el título de teología.

A los quince años se le dio una pingüe canonjía (1*), principio de una buena carrera eclesiástica a la que estaba destinado este retoño de un magistrado de Reins; así se le resolvían anticipadamente todos los problemas materiales, bastaba con ir subiendo cómodo y seguro los peldaños que le separasen de la cumbre, su instalación al frente de una rica diócesis.
San Juan de La Salle.

El joven de La Salle se ordenó de sacerdote y empezó a complicarse la vida poniéndose a trabajar en escuelas populares, porque quería enseñar a los pobres de los que nadie se ocupaba; para este menester funda la congregación de Hermanos de la Doctrina Cristiana.

Defrauda las esperanzas de su familia, que se le opone con violencia, le llueven pleitos, calumnias, persecuciones, ataques de los jansenistas, tiene que hacer frente a la rivalidad de los que tienen por profesión la enseñanza, las autoridades eclesiásticas le ponen trabas e incluso sufre los desaires de su obispo.

Para sacar adelante aquella empresa se necesita mucho dinero, y él lo tiene por herencia; es entonces cuando aplicando muy bien la lógica del absurdo que caracteriza a la santidad, renuncia a la canonjía y a sus bienes personales; que quede claro: o su obra se pone exclusivamente en manos de la Providencia o no es de Dios.

Sobre la base de este despropósito humano, haciéndose tan pobre como sus compañeros, desprendiéndose de los medios que parecían imprescindibles para su fin deslinda su aportación del misterio de lo que Dios tiene que poner en aquel asunto. ¿En quién hay que confiar, en el dinero o en la voluntad divina? ¿Hay que vivir por sí mismo o por otros?

De La Salle fue innovador al proponer programas para la formación de maestros seglares, cursos dominicales para jóvenes trabajadores y una de las primeras instituciones para la reinserción de delincuentes. Extenuado por una vida cargada de austeridades y trabajos, falleció en San Yon, cerca de Rouen, el 7 de abril de 1719, sólo unas semanas antes de cumplir los 68 años.

Publicado en Cuenca, 7 de abril de 2020 y el 7 de abril de 2025.

Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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- 1*Canonjía: Prebenda por la que se pertenece al cabildo de iglesia catedral o colegial.
      - La casa de los Santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.
     - Festividades del año Litúrgico. Editorial Luis Vives. Zaragoza. Lino, Obispo de Huesca.1945.
      (*) Se llama tonsura al primero de los grados clericales, el cual se confería por mano del obispo como disposición y preparación para recibir el sacramento del orden y cuya ceremonia se ejecutaba cortando una parte del cabello. 


sábado, 5 de abril de 2025

San Prudencio Galindo (861) Festividad del 6 de abril.

    Hoy celebramos la festividad del santo correspondiente al santoral cristiano que está dedicado a San Prudencio Galindo.
San Prudencio Galindo.

San Prudencio era español de origen pirenaico, quizá catalán o aragonés, pues no se conoce con certeza su origen de nacimiento, posiblemente estuviera emparentado con los condes de Aragón, hacia el año 827 salió de su patria invadida por los musulmanes, y como otros españoles ilustres de su tiempo encontró asilo en la corte carolingia.

Si su compatriota Teodulfo fue poeta, él destacó como teólogo e historiador, capellán y consejero de Ludovico Pío y Carlos el Calvo, y desde mediados de siglo hasta su muerte, obispo de la ciudad de Troyes, en la Champaña.

Dejó unos Anales reales llamados de Saint-Bertín, resonantes polémicas sobre el problema de la predestinación (según algunos, exageradamente agustinianos, hasta casi rozar tesis de lo que luego será el jansenismo) y diversas obras de piedad, como el Breviarium psalterii y el Florilegium ex Sacra Scriptura.

Poco más sabemos de él, y en sus obras son escasísimas  las referencias personales que permitan hacernos una idea de cómo este desterrado voluntario, que se enorgullece de su hispánico origen y que vincula su nombre y su vida a otras tierras muy lejanas a Europa.

Prudencio Galindo (quizás adoptó su primer nombre como homenaje al gran poeta de la España cristiana primitiva), tan fogoso en la controversia teológica, fue también según la tradición un admirable pastor de almas, y Troyes le veneró como santo desde muy poco después de su muerte. Le imaginamos en el corazón de estos siglos de hierro como un prelado fuerte y con exigencias sin blanduras, reservándose la caridad, tal vez envuelta de rudeza, guiado su solicitud por la fe y por los cristianos.

Publicado en Cuenca, 6 de abril de 2020 y el 6 de abril de 2025.                                           

Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

viernes, 4 de abril de 2025

San Vicente Ferrer. Festividad del 5 de abril.

   Aunque Valencia celebra la festividad de su Patrón, San Vicente Ferrer, el 12 de abril, la Iglesia, en general, lo celebra el 5 de abril, fecha de su tránsito. Hoy hablaré de su vida.

    Este santo que celebramos hoy sin duda fue un hombre providencial, un verdadero profeta que Dios  envió con palabra y poderes extraordinarios suyos. Nació en Valencia el 23 de enero de 1350, fiesta de San Vicente mártir, y murió en Vannes en Francia el 5 de abril de 1419.

San Vicente Ferrer.

De él se puede decir lo que se dijo de los discípulos de Emaús sobre Jesús: fue un hombre grande en obras y en palabras.

Se día de él que desde la altura del púlpito un fraile dominico predicaba a la multitud sujetando con la mano derecha un rollo de pergamino mientras con la derecha trazaba en el aire como una bendición que en realidad era un ademán persuasivo que subrayaba su oración. Es fray Vicente, catedrático de teología, pero conocido sobre todo como predicador a quien no se resisten las almas.

Con sus sermones de una formidable viveza expresiva, logró conversiones en masa, atraía al cristianismo a judíos y moros, e impulsaba a que le siguieran muchedumbres a veces de hasta diez mil personas.

Este apóstol de Europa que desde su Valencia natal, de la que es popularmente patrón recorrió Francia, Italia, Suiza, y Alemania haciéndose entender por gentes que ignoraban a la suya, como la de san Bernardino de Siena, tuvo una fama casi de mago y su recuerdo va unido a toda una milagrería de incierta comprobación.

Fue también consejero político, siendo uno de los grandes defensores de Benedicto XIII, el Papa Luna (a quien poco antes de morir retiró su apoyo para poner fin al cisma de Occidente), y en 1412 es uno de los protagonistas del compromiso de Caspe.

Para San Vicente predicar es sembrar y, por tanto, derramar la vida, porque se conserva en la semilla; es sembrar en las almas la buena simiente. En su voz vibraba la santidad. Todo el mundo sabía que aquel hombre era puro como un ángel, austero como un anacoreta.

Cuenca, 5 de abril de 2021 y el 5 de abril de 2025.

José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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FUENTES CONSULTADAS:

-Año Cristiano para todos los días del año. P. Croiset. Madrid. 1846.

-La casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.

-Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961.

 

jueves, 3 de abril de 2025

El Obispo al que le tocó solventar la mayor catástrofe sufrida en la Catedral conquense.

 Hoy quiero hablaros de un gran Obispo, caritativo y bondadoso. Me refiero al Excmo. Sr. D. Wenceslao Sangüesa y Guía. A él se le debe el nuevo Puente de San Pablo, el de hierro, y la nueva imagen de nuestra Catedral,  después de la caída de la torre del Giraldo (el campanario), que afectó a las capillas de la nave de la Piedad, también llamada del Evangelio, desde el Arco de Jamete, hasta la misma fachada. Sobre este hecho podéis encontrar todo lo acaecido a partir de la página 162 del mi libro: “Legado de embrujo y leyenda”, pues mi abuelo, Sabino, fue testigo del suceso.

Hoy toca hablar de la  persona de Wenceslao Sangüesa, de este hombre de Dios que este año blinca el centenario de su muerte y como buen hijo de Cuenca no podemos dejar de ensalzar y conocer la figura de este bienhechor que luce su escudo de armas en el centro del Puente de San Pablo como hacedor, junto con el Seminario Conciliar de San Julián de Cuenca, de la construcción del puente.

Medallón con el escuo de Armas y el nombre del Obispo Wenceslao. 
Puente de San Pablo Cuenca.

Gracias al medallón que luce en medio del puente con su nombre nos remontamos a la realidad de los hechos. Pero ¿Qué sabemos de él? Si os parece os cuento alguna cosa de su vida comenzando por el momento de su muerte, acaecida un miércoles, 11 de febrero de 1922, haciendo 103 años de su fallecimiento en la actualidad.

Así lo recoge la hemeroteca de la época, concretamente del diario “El Mundo”, de 13 de febrero de 1922: “En la noche del miércoles, 11, y tras penosa enfermedad, falleció en ésa diócesis el Excmo. Sr. D. Wenceslao Sangüesa y Guía. El cuerpo inanimado del difunto, revestido de los ornamentos pontificales, fue expuesto al pueblo durante todo ese día y noche del jueves, siendo visitado y venerado por multitud de personas; al entierro verificado el viernes asistió todo el elemento oficial, así como también una multitud de todas las clases sociales del vecindario; el cadáver fue enterrado en la capilla de la Virgen del Pilar, cumpliéndose así la voluntad del querido Prelado”.

Si indagamos en su biografía encontraremos que nació en el año 1840 en Madrid; cursó estudios en la Universidad Central con lisonjero aprovechamiento las facultades de Sagrada Teología y Derecho Civil y Canónico, recibiendo en la primera con premio extraordinario el grado de Doctor, y en la segunda de Licenciado, sobresaliente.

Fue ordenado Presbítero el 24 de septiembre de 1864 y nombrado Rector de la parroquia del Real Sitio de San Lorenzo de El Escorial, cargo que desempeñó con gran celo durante varios años hasta que fue trasladado con ascenso a regir la parroquia de igual modo de Madrid.

En 1882 fue favorecido por el Gobierno de su Majestad con una Carolingia de la S.I. Catedral Primada de Toledo, donde, debido a sus exquisitas dotes, desempeñó cargos muy importantes como los de Comendador eclesiástico, Comisario general de la Santa Cruzada y otros. En 1890 ascendió a la Dignidad de Tesorero y en 1897 fue nombrado Deán de la misma Santa Iglesia Primada.

El 19 de abril de 1900, previa la presentación de la Santa Sede por el Gobierno de su Majestad, que conocía perfectamente los méritos y altas dotes del Sr. Sangüesa, fue preconizado por el Papa León XIII obispo de esta diócesis de Cuenca, de la que tomó posesión el 26 de agosto del mismo año, haciendo días después su solemne entrada en Cuenca, donde se la recibió con gran entusiasmo.

Desde los primeros momentos supo granjearse las simpatías, el respeto, veneración y cariño de sus diocesanos por su bondad extraordinaria que cautivaba a cuantos a él se acercaban, y su liso y trato llano de padre, no exento de distinción. El Ayuntamiento de Cuenca lo declaró Hijo adoptivo de la ciudad el 13 de octubre de 1908; se le concedió la Gran Placa de Honor y Mérito de la Asamblea Suprema de la Cruz Roja Española y el 22 de marzo de 1910 fue nombrado por el Gobernador Caballero de la Gran Cruz de la Real y distinguida Orden de Isabel la Católica.

Uno de los grandes momentos de su Episcopado fue el poner la primera piedra de la nueva fachada de la Catedral el 22 de septiembre de 1910.

Sea nuestro agradecimiento a este hombre que dio tanto por Cuenca. D.E.P., 

Cuenca, 23 de febrero de 2023 y el 6 de abril de 2025.

José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.   

San Benito el Negro (1526-1589) y San Isidoro, Obispo y doctor. Festividades del 4 de abril.

    Hoy celebramos dos santos. San Benito el Negro y San Isidoro que en honor a un gran amigo, que falleció hace algunos años abriré con su biografía contándoles una historia de su vida, que vendrá muy bien para los momentos que nos han tocado vivir, y luego me centraré en san Benito el Negro que es más fácil que no halláis oído de él.

San Isidoro nació en el seno de una familia hispanorromana, su padre se llamaba Severaino y su madre Teodora, eran de raza germánica y vivían en Cartagena, donde nacieron Leandro, Fulgencio y Florentina. Emigraron a la provincia bética y al morir pronto el padre fue, el mayor de los hermanos, Leandro quien se encargo de la educación de Isidoro, siendo algo duro y severo en la pedagogía con sus hermanos.
San Isidoro Obispo de Sevilla

La leyenda nos muestra al niño que, acobardado por las reprensiones y vencido por el desaliento, ante la imposibilidad de meterse en la cabeza la lección, huye de la escuela y se echa a andar sin rumbo fijo por la campiña del Guadalquivir. Fatigado y sediento, se sienta en el brocal de un pozo y empieza a contemplar los huecos abiertos en la piedra. Pensativo lo encuentra una  mujer que venía con un cántaro para coger agua y le explica el porqué de aquellos huecos y surcos en la roca. La gota de agua al caer un día y otro día en el mismo sitio había acanalado la roca. “Entonces, dice el biógrafo del siglo XII, pensó el niño que si el agua, cayendo lentamente y siendo constante en el tiempo, puede vencer la dureza de la piedra, su espíritu rebelde y duro podría también recibir la huella de la enseñanza”.

Por el año 583, cuando su hermano Leandro se encontraba en Constantinopla, Isidoro ya era valiente paladín del catolicismo por esos tiempos. Hacia el 600 muere Leandro y es elegido Isidoro por unanimidad para sucederle en la silla de Sevilla. En el 619 reúne y preside el Sínodo II hispalense y en el 633 asiste al IV  Concilio de Toledo, el que preside. Murió el 4 de abril de 636. Estos son los hechos escuetos, enteramente ciertos, de su vida.

Hablando de san Benito el Negro diré que era siciliano de nacimiento y negro de piel, hijo de unos esclavos que trabajan en una propiedad cercana a Messina, nació también como ellos en la esclavitud y se sabe que de niño fue pastor.
San Benito el Negro

Su amo le dio la libertad y a los veintitantos años se unió a un grupo de remitas franciscanos, convirtiéndose a partir de entonces en un fidelísimo seguidor del ejemplo del santo de Asís. Después de que este grupo se dispersara hacia el 1564, Benito fue aceptado como hermano lego en un convento de Palermo, y como no sabía leer ni escribir se le confiaron las tareas de la cocina.

Un cocinero singular (como por estas mismas fechas le era así mismo en otros conventos de la orden el español san Salvador de Horta) por su admirable piedad, por su humildad y por las curaciones que prodigaba. A todo esto, ¿Qué platos saldrían de sus manos, qué guisos angélicos preparaba ese frailecito del color del carbón?

Su singularidad se puso de manifiesto en 1578 cuando a pesar de ser sólo lego y analfabeto encima se le eligió superior. Costó mucho convencerle de que aceptara, y luego tal vez más de un fraile se arrepintió de haberle convencido, porque impuso la interpretación más estricta y austera de la regla franciscana.

Más tarde fue maestro de no novicios y , al parecer, otra vez cocinero, que era lo que él prefería, un santo literalmente entre pucheros, asediado por multitudes de enfermos que invadían la cocina conventual pidiéndole que les sanara con su infalible oración y su gesto taumatúrgico entre el vaho de las cacerolas.

Publicado en Cuenca, 4 de abril de 2020. Actualizado el 4 de abril de 2025.

Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.


Visita guiada gratuita de los primeros sábados de mes. Leyendas y misterios en la Catedral de Cuenca.

 

Leyendas y misterios en la Catedral de Cuenca.

 Para un mayor control os agradecería que quienes deseen asistir manden su nombre y apellidos al correo chemarogo@gmail.com de esta manera completaremos el grupo entre 30 y 35 personas. Gracias. Sólo se cubrirán las bajas que se ocasiones con relación al grupo,  por ser una serie de visitas de distinto contenido desde octubre de 2024 a junio de 2025.

Las leyendas inundan las catedrales góticas. Cuando comencé mi estudio sobre la catedral de Cuenca, fueron mis guías los investigadores de las catedrales de Notre-Dame de París, de Reims y de Amiens, sus escritos e investigaciones me sirvieron de modelo para escudriñar en los misterios que encerraba la de Cuenca.

Egudiel. Foto José Mª Rodríguez.

Son muchos y variados los misterios por los que navegaremos en la visita, poniendo en realidad cada uno de esos misterios que encierran los muros de nuestra Catedral.

Cuenca, 5 de abril de 2025.

José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

miércoles, 2 de abril de 2025

Santa María Egipciaca, la penitente. Festividad del 3 de abril.


    Un tres de abril del año 421, imperando Teodosio el menor, sucedió la muerte de Santa María Egipciaca.
    Es impresionante leer la vida y conversión de esta mujer, entre los libros viejos he encontrado esta mañana la vida de esta santa. Hay un poema que cuenta su historia. María era bella y lasciva, que abandona su hogar para dedicarse a la prostitución en Alejandría. Después de muchos años marcha hacia Jerusalén, pero antes de llegar unos ángeles se la llevan. Arrepentida de su mala vida se retira al desierto para hacer vida eremita, donde contará su vida a un monje llamado Zósino que será el encargado de trasmitir su historia.
Santa María Egipciaca. Por José Ribera

Aquí os dejo la conversión de la santa:

    “Oyéndose Zósimo nombrar por su nombre, no dudó que aquella persona, a quien Dios se le había revelado, era un alma de gran santidad. Habiéndose cubierto la santa con su manto, salió del hoyo donde vivía y se fue hacia el santo viejo; éste se puso de rodillas, y le pidió su bendición; pero la Santa, postrándose a sus pies, le dijo: ¿Te has olvidado, Padre, de que eres sacerdote y de que a ti te toca darme tu bendición y rogar a Dios por la mayor y más miserable pecadora que ha habido en el mundo?

    Concluida esta pequeña contienda de humanidad, y levantándose los dos, rogó  Zósimo a la santa le dijese quien era y cuanto tiempo hacía que vivía en el desierto. Después de orar se sentaron y María le relató su vida: Yo soy una pobre mujer natural de Egipto, que habiendo dejado la casa de mis padre a los doce años por vivir a mi libertad, me fui a Alejandría, donde me entregué a todo género de disoluciones por espacio de diez y siete años. No pecaba por interés, pecaba únicamente por pecar; no pretendiendo más precio del pecado que el pecado mismo. Creeré que hasta ahora ninguna mujer ha perdido en el mundo a tantas almas, y que el infierno no ha suscitado en él cortesana más perniciosa que yo. Viendo un día que concurría hacia el mar una gran multitud de gentiles para embarcarse a Jerusalén a donde iban, a celebrar la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, me dio gana de seguir a la muchedumbre. Embarcándome y me estremezco de horror cuando me acuerdo de los abominables escándalos de que llené a todo el navío. Viví en Jerusalén como había vivido en Alejandría, con la misma disolución, con la misma desvergüenza.

    Llegado el día de la fiesta, concurrí con los demás a la puerta de la Iglesia para adorar la santa cruz; pero al querer entrar, me detuvo poderosamente una mano invisible. Quedé tan sorprendida, como sobresaltada; hice nuevos esfuerzos, pero todo fueron inútiles; cuanto más forcejeaba, con mayor fuerza era repelida. Abrí los ojos del alma y conocí que mis enormes culpas eran las que me hacían indigna de ver y de adorar el sagrado madero, en que Jesucristo obró nuestra redención. Llena de confusión, y deshaciéndome en lágrimas comencé a mirar con horror mis gravísimos pecados; a la confusión le siguió el dolor. En medio de esta desolación, levanté casualmente los ojos hacia arriba y vi en frente de mí a una imagen de la Santísima Virgen. Acordándome entonces de haber oído decir muchas veces que María era madre de Misericordia y refugio de pecadores, exclamé: Madre de misericordia, apiadaros de esta infeliz y miserable criatura; refugio sois de pecadores; pues siendo yo la mayor de todas cuantas ha habido, parece que tengo algún particular derecho a vuestra especial protección. No merezco, Señora que mi Dios derrame sobre mí aquella abundancia de gracia, hoy sobre tantas almas fieles como se aprovechan de la sangre de Jesucristo, pero a lo menos no me neguéis el consuelo de ver y adorar en este día el sacrosanto madero, en que mi dulce Redentor obró la salvación de mi alma. Yo os prometo, que después de este favor, que espero por vuestra clemencia, me iré prontamente a un desierto a llorar por todos los días de mi vida mis enormes culpas y a vivir tan retirada del mundo que pierda del todo hasta su infeliz memoria".
    Animada entonces de una extraordinaria confianza, me levanté  y partiendo presurosa para la puerta de la iglesia entró sin ninguna resistencia.

Una  aveziella tenié en mano

Assi canta ivierno como verano,

María la tenié a grant honor

Porque cada día canta d`amor.



Publicado en Cuenca, 3 de abril de 2019. Actualizado el 3 de abril de 2025.

Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico

martes, 1 de abril de 2025

San Francisco de Paula, confesor. Festividad del 2 de abril.

   El fundador de los Mínimos nació en Paula, pequeña ciudad de Calabria (Italia), en el año 1416. Fruto de bendiciones y de oraciones, le pusieron sus padres el nombre de Francisco, por devoción al gran Patriarca de asís, a cuya intercesión lo atribuyeron.
San Francisco de Paula.

La valiosa protección de su Patrono se hizo sentir de nuevo en una enfermedad que amenazaba hacerle perder un ojo. Los padres prometieron tenerlo un año en un convento de la Orden si curaba. En cumplimiento del voto, el niño vivió de los trece a los catorce años en el convento de san Marcos que había en Paula.

Luego se retiró a una de las fincas de su padre, para ser un simple labrador, y vivió allí en una cueva, como un solitario de la Tebaida, sin más vestido que un cilicio y una soga.
Pronto se le juntaron otros dos jóvenes imitadores de su santa locura. En 1435 se levantó una capilla donde venía un sacerdote a celebrar y darles la sagrada Comunión. San Francisco, por humildad y a ejemplo de su Santo Patrono, no quiso nunca ser sacerdote.

El número de discípulos fue aumentando y en 1454, D. Pirro, arzobispo de Cosenza, dio permiso para levantar un monasterio e iglesia. En esta construcción pusieron sus manos y dinero aun los más distinguidos señores y nobles damas, no faltando la intervención divina con manifiestos milagros. Sixto IV aprobó la erección del monasterio por bula del 23 de mayo de 1474 y nombró superior a Francisco.

El pueblo los llamaba con el nombre de ermitaños de san Francisco, pero ellos prefirieron el nombre evangélico de Mínimos, es decir, menos aún que frailes menores del pobrecillo de Asís.

Las fundaciones por el sur de Italia fueron creciendo hasta la isla de Sicilia. La fama de la santidad y milagros del Santo pasaron las fronteras italianas y llegó a la corte de Luis IX de Francia, que estaba enfermo en el castillo de Plessis, cerca de Tours. El rey quiso que Francisco viniera a curarle. El Santo se resistió hasta que el Papa le impuso precepto de obediencia.

A su paso por Roma, a principios del año 1483, recibió toda clase de honores. Tres veces fue admitido a la presencia del Papa, el cual se entretuvo con él de la manera más amistosa hasta tres o cuatro horas, haciéndole tomar asiento junto a sí en una hermosa silla. Sixto IV se complació con el Santo en tan alto grado, que concedió todo género de gracias a la nueva Orden de los Mínimos.

Desde Roma se dirigió a la corte de Francia, donde asistió a la muerte de Luis XI. “Señor, dijo al rey, desde el primer momento, yo pediré a Dios por vuestra salud, pero lo que más importa es la salud del alma”. “No hay remedio, decía al enfermo, ya que amáis la vida; lo que importa es asegurar la posesión de la verdadera vida”.

El Santo se quedó en Francia, desde donde dirigió la propagación de su Orden en aquel reino y en España. Allí retocó sus Reglas, que fueron aprobadas por Alejandro VI y confirmadas más tarde por Julio II. Murió el 2 de abril de 1508 y fue canonizado por León X en el año 1519. Es uno de los Santos de quien se citan más milagros por su fe y confianza en Dios.

Publicado en Cuenca, 2 de marzo de 2020. Actualizado el 2 de marzo de 2025.

Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

lunes, 31 de marzo de 2025

San Hugo, obispo de Grenoble. (1053-1152). Festividad del 1 de abril

   Nació en Castel, a las orillas del Isar, diócesis de Valencia en el Delfinado, por el año 1053, en el seno de una familia distinguida pero de singular piedad. Su padre Odilon era un caballero distinguido de gran virtud.

Acabado los estudios Hugo volvió a Valencia donde fue provisto de un canonicato. Su vida ejemplar y retirada le granjeó tanta reputación, que Hugo, entonces obispo de León, legado del Papa Gregorio V, y después arzobispo de León.
San Hugo de Grenoble

Modelo de obispo, uno de los más santos que registra la historia. Se le puso al frente de la diócesis de Grenoble a los 27 años y la rigió durante más de medio siglo, siempre suspirando porque le librasen de aquel honor del que sentía indigno e incapaz.

Dice su historia que la condesa Matilde costeó todos los gastos necesarios para la augusta ceremonia de la consagración, regalándole un báculo, con otros varios ornamentos del pontificado, y con los Comentarios de san Agustín sobre los Salmos.

Cuando regresó de Roma, y fue a tomar posesión de su iglesia, quedó penetrado de dolor al ver el lastimoso estado en que halló toda su diócesis. No solo reinaba la usura, la simonía y toda especie de disolución, sino que la abominación de la desolación se habían apoderado del lugar.

Pasaba los días y las noches en fervorosa oración, llorando los desórdenes de su pueblo; y no perdonaba ayuno, vigilias, exhortaciones, instrucciones y visitas para que el Señor abriese los ojos a aquel ciego rebaño. Ganó los corazones de todos con su paciencia, con su apacibilidad y sus ejemplos, y en poco tiempo cambió de semblante todo el obispado de Grenoble.

Pero fue tanto lo que le afectó todo esa depravación que apenas había sido obispo dos años, cuando tomó la resolución de dejarlo. Partió secretamente a la abadía de la Casa de Dios, diócesis de Clermont, en la provincia de Aubernia; visitó la cogulla de san Benito y en breve tiempo fue modelo cabal de la vida monacal. Pero informado el Papa Gregorio VIII de lo que pasaba, le envió precepto formal y preciso para que cuanto antes se restituyese a su iglesia, viéndose obligado a obedecer.

Casi a los tres años, después de ser restituido a su obispado llegó a su diócesis el famoso san Bruno con sus seis compañeros para iniciar con ellos la Gran Cartuja, en 1084, renovándose sus ansias de vida contemplativa, y muchas veces se iba a vivir por un tiempo con los cartujos como el más humilde de ellos.

Pocos días antes había tenido Hugo un misterioso sueño, en el cual se le representaba siete estrellas, que desprendidas del cielo, iban como a esconderse en un desierto espantoso de su misma diócesis, llamado la Cartuja. Acordándose del sueño recibió a Bruno y a sus compañeros con amor y con respeto. Les edificó a su costa la capilla y las celdas, declarándose desde entonces su protector y su padre, poco tiempo después pasó a ser el menor de sus compañeros.

Mostró singular tesón en el concilio que se celebró en Viene del Delfinado el año 1112, contra los excesos del emperador Enrique IV que había tratado indignamente al Papa Pascasio II, y contra la ambición del antipapa Pedro de León, llamado Anacleto, en defensa del legítimo pontífice Inocencio II. Fue Hugo uno de los obispos que se juntaron en Puy de Velay para excomulgar a Pedro de León y el que más contribuyo a extinguir el cisma en el reino de Francia, sacrificando a la verdad y a la justicia sus propios intereses, y la amistad que siempre le había mostrado el antipapa Anacleto.

Murió en Grenoble a los ochenta años y algunos meses de su edad, el día 1 de abril de 1132. Al ser difundida la noticia de su muerte concurrió innumerable gentío de todas partes y lugares a lograr el consuelo de reverenciar y besar su santo cuerpo. Fue imposible enterrarlo en cinco días por la concurrencia de gente, conservándose durante ese tiempo el cadáver entero y tan fresco y flexible como si estuviera vivo. Fue canonizado en 1134 por el Papa Inocencio II. Su sepulcro se hizo cada día más glorioso por la visible protección que experimentaron los fieles, implorando su poderosa intercesión.

Publicado en Cuenca, 1 de abril de 2020. Actualizado el 1 de abril de 2025.

Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

domingo, 30 de marzo de 2025

Santa Balbina, virgen y mártir (siglo II). Festividad del 31 de marzo

  Santa Balbina, nació en la ciudad de Roma, hija de Quirino que se convirtió y murió martirizado. Balbina enfermo a temprana edad y su curación le llevó a la conversión.

De esta santa con la que concluye el mes de marzo se tiene pocas referencias seguras, pero su nombre va unido a los itinerarios piadosos de Roma, tanto por la necrópolis que hay cerca de la Vía Apia, como por la antiquísima iglesia homónima del Aventino, frente a las termas de Caracalla, que posiblemente datar del siglo IV.
Santa Balbina.

Su conversión es relatada así: “Enfermó Balbina en lo más florido de sus años, de tal gravedad que habiendo probado todo tipo de medicinas y remedios humanos, nada consiguió curarla y habiendo agotado todos los recursos que disponían sus padres, buscaron otros remedios. Habiéndose enterado de los muchos milagros que Dios obraba por medio del santo pontífice Alejandro, preso por su fe en Jesucristo, no repararon en buscar su ayuda. Fue Quirino a la cárcel y postrándose a sus pies, bañado en lágrimas le rogó se dignase curar a Balbina, en grave peligro de muerte. Condolido el Santo Pontífice de aquella doncella, mandó al padre la trajera a su presencia, y consiguió la salud que deseaba con sólo imponerle la bolsa de las reliquias que llevaba al cuello. Admirado Quirino de tan repentino prodigio, no dudaron por lo visto del verdadero Dios era el que adoraba Alejandro, se convirtió con toda su familia. Después instruyó Alejandro a Balbina para que supiese cómo conservar la virginidad perpetua como era su deseo".

Dice la tradición que santa Balbina besaba con mucho amor la argolla que había encadenado al Prelado y que había sido –aceptando simbólicamente el yugo suave de Jesucristo- el medio de curar y de descubrir su fe.

Aureliano, uno de los más fieros perseguidores de los cristianos, martirizo y dio muerte en la cárcel a san Kermes prefecto de la ciudad por mantenerse constante en su fe y negarse a prestar sacrílegas adoraciones a los ídolos y llegando a sus oídos que su hermana Teodora y Balbina dieron sepultura a estos cristianos las mandó prender.

Después de muchos intentos y tormentos y viendo que no se desdecían de sus creencias en Cristo pronunció la siguiente sentencia: "Muera Balbina habladora, no sea que se charlatanismo seduzca al pueblo". Mandándola ejecutar el día 31 de marzo del año 120. Su cuerpo fue sepultado en el cementerio de Prestato, en la Vía Apia, llamado después se Santa Balbina. El Papa San Marcelo mandó construir una iglesia en ese lugar en su honor.

Publicado en Cuenca, 31 de marzo de 2020. Actualizado el 31 de marzo de 2025.

Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

San Juan Clímaco (575-649). Festividad del día 30 de marzo.

   Juan de la Escalera, según su nombre, monje del monasterio del monte Sinaí, de cuya vida poco se sabe, excepto que fue abad y que gozó de una fama inmensa como director de almas en la primera mitad del siglo XVII. Casi nada más, su recuerdo no está vinculado en una biografía, sino en un libro, la Escala santa, que ha tenido tanta influencia entre los monjes de Oriente y Occidente.
San Juan Clímaco.
   Y muy merecida, porque es un libro excepcional que une la elevación a la sencillez, el rigor a la serenidad, los impulsos más espirituales a la agudeza psicológica y al sentido común. En treinta escalones hace recorrer todo el camino que lleva desde el hombre a Dios, empezando por la renuncia a sí mismo y concluyendo en el amoroso Absoluto.

Ascensión en la que cada peldaño es un desprendimiento desde el simple ruido (oponer el silencio de los labios al tumulto del corazón) y las pasiones exteriores hasta la última fortaleza del castillado orgullo; “Los hombres pueden sanar a los voluptuosos, los ángeles a los malvados, pero a los soberbios solamente Dios”.

La iconografía bizantina en el monte Athos y en otros lugares ha difundido la imagen de la mística escalera por la que trepa las almas, tironeadas, empujadas por demonios que recurren a todas sus fuerzas para conseguir que se precipiten en las abiertas fauces de un dragón que se  enrosca en el abismo y que las va engullendo.
Representación del contenido del libro "La Escala Santa".

Así, entre un revuelo de ángeles luminosos y en una atmósfera de intenso colorido sobrecogedor –negruras salpicadas de estrellas, oros del espíritu, blancos radiantes-, el alma ligerísima y trémula, después de subir por la vertiginosa escala fosforescente, llega a las alturas invisibles y cae como una pluma en el regazo de Dios, empujada por el último soplo de la Gracia.

Cuando murió el maestro Juan, en la celda no había sino una gran cruz de madera, una mesa y un banco que servía de silla y de mesa, Su única riqueza eran los libros de la Sagrada Escritura y las obras de los Padres de la Iglesia, entre ellos la Regula Pastorales de san Gregorio Magno, traducida al griego por un patriarca de Antioquía el año 600.

Fue publicado en Cuenca, 30 de marzo de 2020. Actualizado en 30 de marzo de 2025.

Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

viernes, 28 de marzo de 2025

Santa Teresa de Jesús. Nació el día 28 de marzo de 1515 y su festividad se celebra el 15 de octubre.

  Hoy es noticia por el estudio científico de una universidad de Austria que tras analizar las reliquias de la Santa extraídas de su sepulcro de Alba de Tormes (Salamanca) se puede conocer su semblante cuando tenía la edad de 50 años. Se ha llegado a la conclusión de que Santa Teresa poseía un rostro armónico, sereno y dulce.

Semblante de Santa Teresa a sus 50 años de edad.

¿Qué podemos decir de esta doctora mística, maravilla de su siglo y que tanto se ha escrito?

Nació en Ávila, el día 28 de marzo del año 1515 y fue la menor de tres hijas que tuvieron Alonso Sánchez de Zepeda y Doña Beatriz Dávila y Ahumada, ambos de antigua y calificada nobleza. Dieron a sus hijos una buena educación, poniendo especial cuidado en la educación de Teresa por su despejo, viveza y capacidad que manifestaba, muy superior a su edad.

Alonso Sánchez de Zepeda se dedicaba a leer libros espirituales, y hacia que todos los días se leyera a la familia la vida de algún santo. Teresa hallaba en estas historias un gran gusto por ellas, tanto es así que convenciendo a su hermano Rodrigo para que ambos escaparan en secreto a tierra de moros para ser mártires. Teresa sólo tenía siete años y Rodrigo diez. Suerte que en el camino encontraron a su tío que los condujo de nuevo a su casa.

Fue Teresa de adolescente, soñadora y novelera, con gran afición a los libros de caballería, coqueta, según nos dice, y “enemiguísima de ser monja”; a los veinte años entra en el Carmelo, que le decepciona por sus blanduras, cae muy enferma y después de sanar prosigue un penoso camino de arideces, tentaciones e incomprensiones que van edificando su alma.

Cuando quiere reformar la orden carmelitana es ya una mujer madura, con hondas experiencias místicas que le dan aliento para sus constantes viajes por toda España, afrontando luchas y persecuciones, quebrantada de salud, “son ninguna blanca”, pero inflexible en el propósito, porque “nunca dejará el Señor a sus amadores cuando por sólo Él se aventuran”.

Al convento de San José de Ávila seguirán otras 16 fundaciones (sin contar quince de varones carmelitas descalzos, a las que contribuyó ayudando a san Juan de la Cruz), y tras un despliegue de actividad, dulzura y fortaleza que maravillan, muere extenuada en Alba de Tormes: “Tiempo es ya que nos veamos, Señor mío”.

Mujer excepcional por todos los conceptos, humanísima y alegre, franca, enérgica, tenaz, de un humor incomparable, rebosante de espiritualidad y manejando muy bien, siempre por obediencia la pluma: sus libros, escritos al desgaire, que le han hecho doctora de la Iglesia, son un prodigio de gracia personal, simpatía y elevación.

Entregó su alma dulcemente en las de Dios el día 4 de octubre de 1582 a los 67 años de edad y a los veinte de la reforma. Dando tres suaves gemidos, que apenas se oían, dio su alma al Señor:

"Mira que el amor es fuerte;
vida, no me seas molesta,
mira que sólo te resta
para ganarte, perderte,
el morir venga ligero.
Que muero porque no muero."

En el punto que espiró se lleno su celda de una exquisita fragancia, que se difundió por todo el convento, se le quitaron todas las arrugas de la vejez, y quedó su cara fresca y encarnada. Al día siguiente fue enterrada con gran solemnidad.

En la primera y segunda traslación, se halló su cuerpo tan entero, fresco y flexible, como el día de su muerte, y del mismo modo está hoy en su convento de Alba. Uno de sus pies fue enviado a Roma al convento de las carmelitas descalzas en el año 1615, y la reina Doña María de Médicis regaló un dedo a las carmelitas de París. En el año 1614 fue beatificada por el papa Paulo V, y solemnemente canonizada en el año 1622 por Gregorio XV, Dios, por intercesión de la Santa, ha obrado muchos milagros.

Feliz día a todos y celebremos ser hijos de la Madre de Dios.

Publicado en Cuenca, 15 de octubre de 2020 y el 15 de octubre de 2024.

Por José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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FUENTES CONSULTADAS:

-Año Cristiano para todos los días del año. P. Croiset. Madrid. 1846.

-La casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.

-Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961.

 

San Jonás y Baraquisio (327). Festividad del 29 de marzo

    Consultando en el santoral nos encontramos que el día 29 de marzo celebramos el martirio de dos hermanos llamados Jonás y Baraquisio, procedentes de una aldea llamada Jassa, y que son las víctimas más famosas de la persecución que realizó contra los cristianos el rey persa Sapor II en su intento por restablecer el mazdeísmo y desarraigar el Evangelio.
Jonas y Baraquisio. 

Nueve cristianos, cuyos nombres ha conservado la tradición, fueron condenados a muerte, y Jonás y Baraquisio salieron de su aldea para visitarles en las mazmorras y transmitirles el aliento de sus palabras de fe, con lo cual se vieron también comprometidos y se les encarcelaron, exigiéndoles a su vez que adoraran al soberano y rindiesen culto a los elementos de la naturaleza.

Ante su tenaz negativa, fueron azotados con varas de granado y se les separó utilizando un truco que todavía hoy es práctica habitual entre los sayones (decir a cada uno de ellos que el otro había apostatado, con el fin de debilitar su convencimiento), pero todo fue inútil,

Siguieron largas controversias con los jueces y por fin los dos murieron del modo más cruel: Jonás aplastado en una prensa para la uva mientras a Baraquisio le vertían plomo derretido ardiendo por la garganta. Un devoto varón llamado Abdisotas rescato los santos cuerpos por quinientos mil daries, la moneda del país, y tres vestidos de seda, y les dio honrosa sepultura.

Mientras en Occidente Constantino protegía a los cristianos, en Oriente la persecución hacía mártires, unos tenían que resistir el halago y otros la tortura, en Roma la absorción y en Persia el exterminio, en Europa las tentaciones de la influencia y del poder, en Asia las de las apostasía, doble experiencia complementaria que los católicos del siglo XX conocieron también.

Oración: Concédenos, Señor, que así como reconocemos tu fortaleza soberana en la confesión de tus gloriosos mártires Jonás y Baraquisio, así experimentemos su poderosa intercesión ante el acatamiento de tu divina Majestad. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Publicado en Cuenca, 29 de marzo de 2020. Actualizado el 29 de marzo de 2025.

Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

Un milagro muy reconocido. Sucedió un 29 de marzo de 1640.


Una pierna para Miguel Juan Pellicer. El milagro de Calanda
La primera vez que me hicieron fijarme en el lienzo derecho de la capilla del Pilar en la Catedral de Cuenca tenía siete años. Mi abuelo me explicaba el sentido de los medallones que alberga la capilla, no podía entender que una pierna apareciera en su sitio si había sido amputada con anterioridad y enterrada en otro lugar, en mi mente infantil imaginaba mil cosas para explicar tal hecho. Con los años he tenido la suerte de estudiar cada rincón de ésta y otras muchas capillas de la Catedral, cada una nos expone las creencias de sus benefactores y nos trasmiten sus creencias como un libro que espera ser abierto para que su lector descubra el misterio que encierran sus páginas, así es  nuestra Catedral.
Lienzo explicativo del Milagro de Calanda
Capilla de la Virgen del Pilar
Catedral de Cuenca
Este hecho llamado “El Milagro de Calanda” sucedió en la persona de Miguel Juan Pellicer, un arriero de 23 años vecino del este pueblo Aragonés. He podido ver por los escritos, como por el acta notarial y otros documentos, como el proceso de verificación que se llevo a cabo por parte de las autoridades eclesiásticas, todo ello da veracidad a lo acontecido. Para más pruebas hace cincuenta años su cuerpo fue exhumado en secreto, realizándose una serie de fotografías que se descubrieron en 1999. En la pierna derecha, a la altura de la zona de amputación, aparecía una extraña osificación que incrementaba la verdad de lo que en su momento sucedió.

En el informe diocesano se recogen los datos de los peritos que participaron en el análisis de los restos. Entre ellos el del Catedrático de Medicina Legal, D. Valentín Pérez Argiles, muestra la certeza sobre la identificación correcta de los restos, lo más llamativo es que la pierna que fue restituida a Miguel Juan Pellicer muestra una serie de anomalías que llamaron la atención: La irregularidad existente en la tibia derecha y el hecho que fuera 5,5mm más corta que la otra, justo donde le cortaron la pierna, se aprecia una osificación, estas son circunstancias que pueden respaldar la identificación de este hombre y dan la prueba de que posteriormente al milagro, recibiera el apodo del “Cojo de Calanda”.

En mi reciente visita al Pilar de Zaragoza puede observar, que en la Basílica del Pilar, se encuentra una capilla haciendo alusión a estos hechos, así como un mural del año 1952 en el que se refleja el momento de ese sueño durante el cual ocurrió todo. En la pintura, la Virgen está cerca del enfermo y le coloca la pierna. Dentro de “El Humilladero” hay otro cuadro pintado por Miguel Ángel Albareda, en el que un ángel de pelo largo rubio y vestido de blanco repone la pierna, reconstruyendo en el lienzo la noche del milagro colocando la pierna, así también se aprecia en el lienzo de la capilla de la Virgen del Pilar de la Catedral de Cuenca.


Explicados los antecedes puedo pasar ahora a describir el milagro:
Sucedió entre las 10 y las 11 de la noche del jueves 29 de marzo de 1640, en la villa aragonesa de Calanda, en la persona del joven Miguel Juan Pellicer, de 23 años, cuando sucedió tendía 19. Trabajando de arriero en Castellón de la Plana, cayó de un carro cargado de trigo que conducía con la mala suerte que una rueda le aplastó la pierna derecha. Pasó 5 días en el hospital de Valencia y pidió ser llevado al hospital de Ntra. Sra. De Gracia de Zaragoza. Fue necesario amputarle la pierna, al comenzar la gangrena en ella, fue cortada cuatro dedos por debajo de la rodilla. El cirujano que se la amputó fue D. Juan Estanga, la pierna fue enterrada por el practicante Juan Lorenzo García.

Dos años estuvo convaleciente y luego fue mendigo en la puerta del templo del Pilar. Cada día se untaba el muñón de su pierna con el aceite de las lámparas que arden ante la Virgen del Pilar mientras pedía limosna.

Volvió a Calanda y como su habitación estaba ocupada por un soldado en régimen de pensión, tuvo que dormir en un jergón en el suelo, al lado de la cama de sus padres. Cual fue la sorpresa que al entrar sus padres lo encontraron durmiendo con dos piernas, comprobándose que era la misma al tener un grano y unas cicatrices que poseía antes de su amputación.

Tras la curación volvió a Zaragoza para dar gracias a la Virgen, incoándose en el arzobispado el milagro el 5 de junio de 1640. El milagro se divulgó rápidamente por la Corte y Vicente fue recibido en Madrid por el Rey Felipe IV un año después.


Cuenca, 29 de marzo de 2019 y el 29 de marzo de 2025.

José María Rodríguez González- Profesor e investigador histórico.

jueves, 27 de marzo de 2025

"La realidad de un sueño". Legado de embrujo y leyenda II. Un nuevo trabajo de José María Rodríguez González

 Luz, misterio y revelación: la trayectoria vital en pos de un sueño

Este nuevo trabajo de José María Rodríguez permite soñar la catedral de Cuenca compartiendo con el autor toda su experiencia vital. 

Puedes encontrarlo ya, en la libreria Evangelio de Cuenca.

Se presentará en la Feria del Libro de este año, el día 30 de abril a las 18.00h en el Salón de Actos de la Diputación de Cuenca.

Portada del Libro: "La realidad de un sueño".

PRESENTACIÓN

 La vida es, en sí, un sueño que hacemos realidad al despertar. Buscando la serenidad topé con un lugar que en su interior cobijaba el mundo de los sueños. Entre otros lugares, hallé la Catedral, lugar sagrado de reflexión y encanto. En ella se acumulan los deseos de miles de personas que dejaron su huella para que generaciones posteriores pudieran seguir soñando.

“La vida es sueño” nos dice Calderón de la Barca (1635). En ella se busca la libertad del ser humano para configurar su existencia sin dejarse llevar por un supuesto destino. Inicié la búsqueda de los sueños y hallé basiliscos, centauros, sátiros, unicornios, delfines, sirenas y un sinfín de elementos de conexión con el mundo imaginario. Un mundo donde habita la poesía. El poema es el canto de sirena que aflora del alma, es la fusión de lo irreal con lo real. Es un sueño lúcido que hace que poco a poco se apodere de tu corazón. Sentimientos convertidos en palabras, palabras convertidas en piedra que transmite emociones a quien la observa. Al igual que la poesía no está escrita en papel, sino en el corazón de quien la escribe y de quien la lee, dejando huella en el espíritu, la iconografía describe historias y deja recuerdos, escribe promesas y deja estela, describe caminos y crea surcos en el comportamiento humano.

El poema surge del interior del ser. La Catedral, morada de Dios, se fundamenta en la “Fe” en la promesa de la “Eternidad”. No hay palabras para describir el Misterio. Solo el corazón podría fusionar tal magna obra humana. Soñar es como abrir la puerta al mundo de la mente. Todo es posible: la esperanza, el deseo, y ¿por qué no?, También los miedos y fantasmas. En esa dimensión se guarda toda la sabiduría y la cultura del ser humano, llegando más allá de la lógica. El sueño es misterio y el misterio es curiosidad y vida. La Catedral es el sueño vivido en el tiempo de quienes quisieron dejar sus pensamientos, sus vivencias, a las generaciones venideras y de quienes busquen descubrir en sus paredes el más profundo sentir del corazón humano en fusión con su Creador.

 José María Rodríguez González.

Contraportada




Cuenca, 28 de marzo de 2025