Santa Balbina,
nació en la ciudad de Roma, hija de Quirino que se convirtió y murió
martirizado. Balbina enfermo a temprana edad y su curación le llevó a la conversión.
De esta santa
con la que concluye el mes de marzo se tiene pocas referencias seguras, pero su
nombre va unido a los itinerarios piadosos de Roma, tanto por la necrópolis que
hay cerca de la Vía Apia, como por la antiquísima iglesia homónima del
Aventino, frente a las termas de Caracalla, que posiblemente datar del siglo IV.
Santa Balbina. |
Su conversión
es relatada así: “Enfermó Balbina en lo más florido de sus años, de tal
gravedad que habiendo probado todo tipo de medicinas y remedios humanos, nada consiguió curarla y habiendo agotado todos los recursos que disponían sus padres, buscaron otros remedios. Habiéndose enterado de los muchos milagros que Dios obraba por medio del santo pontífice
Alejandro, preso por su fe en Jesucristo, no repararon en buscar su ayuda. Fue Quirino a la cárcel y postrándose
a sus pies, bañado en lágrimas le rogó se dignase curar a Balbina, en grave
peligro de muerte. Condolido el Santo Pontífice de aquella doncella, mandó al
padre la trajera a su presencia, y consiguió la salud que deseaba con sólo
imponerle la bolsa de las reliquias que llevaba al cuello. Admirado Quirino de
tan repentino prodigio, no dudaron por lo visto del verdadero Dios era el que
adoraba Alejandro, se convirtió con toda su familia. Después instruyó Alejandro a Balbina para que supiese cómo conservar la virginidad perpetua como era su deseo".
Dice la
tradición que santa Balbina besaba con mucho amor la argolla que había
encadenado al Prelado y que había sido –aceptando simbólicamente el yugo suave de
Jesucristo- el medio de curar y de descubrir su fe.
Aureliano, uno
de los más fieros perseguidores de los cristianos, martirizo y dio muerte en la
cárcel a san Kermes prefecto de la ciudad por mantenerse constante en su fe y
negarse a prestar sacrílegas adoraciones a los ídolos y llegando a sus oídos que
su hermana Teodora y Balbina dieron sepultura a estos cristianos las mandó
prender.
Después de
muchos intentos y tormentos y viendo que no se desdecían de sus creencias en
Cristo pronunció la siguiente sentencia: "Muera Balbina habladora, no sea que se
charlatanismo seduzca al pueblo". Mandándola ejecutar el día 31 de marzo del año
120. Su cuerpo fue sepultado en el cementerio de Prestato, en la Vía Apia, llamado
después se Santa Balbina. El Papa San Marcelo mandó construir una iglesia en ese lugar en su
honor.
Publicado en Cuenca, 31 de
marzo de 2020. Actualizado el 31 de marzo de 2023.
Por: José María
Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.
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