Por desgracia siempre hay un judas en la vida
Muchas veces me he planteado cómo
fue capaz Judas de traicionar a Jesús, siendo uno de las personas más cercanas
a Él. Siempre pensé que Judas jamás se creyó que Jesús fuera el Mesías, pues
mientras otros discípulos lo llamaban “Señor”, Judas siempre se dirigía a Jesús
como “Rabí”, esta expresión denota que únicamente lo reconocía como maestro,
esta falta de fe en Jesús posiblemente fue uno de los motivos de su traición. Judas tenía muy poca relación
personal con Jesús, en los evangelios sinópticos cuando son nombrados los
apóstoles siempre Judas es nombra al final de la lista, lo cual indica su
relativa falta de relación.
Judas. Figura de la fachada de la Catedral de Cuenca (C) José María Rodríguez González |
El único diálogo que albergan los
evangelios entre ambos es para reprenderlo después de su reacción motivada por
la avaricia, en relación a la acción de María: “Entonces María, tomando una libra de perfume de nardo puro, muy caro,
ungió los pies de Jesús y los secó con sus cabellos… Dice Judas Iscariote…
¿Porqué no se ha vendido este perfume por trescientos denarios y se ha dado a
los pobres?” (Jn.12, 1-8), cuando Judas niega su traición (Mt. 26, 25) y la
traición misma (Lc. 22,48).
Como vemos Judas era consumido
por la avaricia y no le importaba, no solo traicionar la confianza de Jesús, si
no la de sus condiscípulos como se aprecía en (Jn 12, 5-6). Posiblemente Judas
siguió a Jesús por el gran negocio que se avecinaba, por la gran cantidad de
seguidores, pudiendo ver el beneficio que suponía las ofrendas hechas para el
grupo y el hecho que Judas fuera el encargado de la bolsa del dinero indicaba
el interés desmesurado por las riquezas de este mundo (Jn. 13, 29).
Cuenca, 10 de abril de 2017.
José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico
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