Festividad de la Transfiguración del Señor. 6 de agosto.
La gloria de la
divinidad resplandeció en el rostro de Cristo
Siempre me llamo la atención esta festividad y si les soy
sincero he tardado muchos años en entender este pasaje bíblico, hoy quiero hacerles
partícipe de cómo se instituyó esta festividad y su significado.
La transfiguración, según la opinión de los exégetas, se
realizó en el monte Tabor en Galilea. En menos de tres horas se llega desde
Nazaret a la cumbre de la montaña que se alza a una altura de 400m sobre la
llanura del Esdrelón, a 585 metros sobre el lago Tiberíades y a 562 sobre el
nivel del mar Mediterráneo.
Según la tradición la transfiguración se verificó en la
cumbre que se encuentra junto a la llanura de Esdrelón, cuya planicie tiene
1200m de largo por 400m de ancho. Esta planicie, así como las faldas del monte,
estaban cubiertas de encinas, cipreses, olivos y algarrobos.
Esta festividad quiere recordar la escena que narra el
Evangelio de San Lucas sobre que Jesús.
El pasaje dice así: Hallándose cerca la hora de la Pasión,
llevando consigo a tres discípulos, Pedro, Santiago y Juan, mientras oraba, su
cuerpo se transfiguró. Su túnica se volvió más blanca que la nieve y su rostro
más resplandeciente que el sol. Con Él aparecieron Moisés y Elías que
disertaban sobre lo que iba a suceder próximamente en Jerusalén.
Pedro, emocionado por el momento exclamó: “Maestro, bueno es estarnos aquí. Vamos hacer
tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías… Estando diciendo estas cosas se formó una
nube y los cubrió con su sombra; y al entrar en la nube, se llenaron de temor.
Y vino una voz desde la nube, que decía: Este es mi hijo, mi Elegido; escuchadle” (Lc. 9,28-36).
El por qué de la aparición de Moisés y Elías en la montaña se
explica al ser dos personajes importantes del Antiguo Testamento. Moisés y
Elías representan al Antiguo Testamento. Mientras que Moisés representa la Ley,
Elías representa a los Profetas y Cristo es el cumplimiento de la Ley y de los
Profetas (Mt. 5, 17).
El que Jesús llevara a tres de sus apóstoles tiene una
explicación, Pedro era el que más trabajaba por Jesús; Juan, fue el de alma más
pura sin pecado; Santiago, el más atrevido y arriesgado en declararse amigo de
Jesús. Los tres en ese momento experimentaron lo que es el Cielo. Después de
ellos han compartido esta experiencia otros santos antes de morir como ocurrió
con Santa Teresa de Ávida, San Juan de la Cruz y Santa Teresita del Niño Jesús, entre otros; todos ellos gozaron de gracias especiales que Dios quiso darles y
su testimonio nos sirve para proporcionarnos una pequeña idea de lo que es el
Cielo.
Esta fiesta se viene celebrando desde aproximadamente el año
337 d.C. Se inició sustituyendo una celebración pagana dedicada a Afrodita
llamada Vartabah, según el Obispo armenio Gregorio Arsharuni. Más certeramente
se puede hablar de su institución en el siglo X, ya que fue incorporada en la
liturgia esta festividad en muchos diócesis durante este siglo y costa su
celebración, mayoritariamente celebrada el 6 de agosto.
El Papa Calixto III la extendió a toda la cristiandad en el
año 1456 en relación con la victoria obtenida por los cristianos en Belgrado
contra Mahomet II. El ejército cristiano estaba dirigido por Juan Hunyadi que
defendió con éxito la ciudad. El Papa Calixto III dijo que Belgrado había
“salvado el mundo” y ordenó la construcción de iglesias al Divino Salvador del Mundo. Con el paso del tiempo, concretamente,
40 años después, Cristobal Cólón puso el nombre de “San Salvador” a la primera
tierra que descubrió y pisó en las Bahamas al norte de Cuba.
En monte Tabor ha sido centro de diferentes basílicas a lo
largo del tiempo para conmemoras este hecho. La emperatriz Elena, con más de
ochenta años, visitó el monte Tabor en el año 326; hizo construir una hermosa iglesia
y un convento. Poco tiempo después, dos iglesias más fueron construidas. Los
persas de Cosroes y más tarde los musulmanes destruyeron estas edificaciones.
Las Cruzadas en el siglo XII, en concreto Tancredo, fundó encima del Tabor el
convento de San Salvador para los Benedictinos de Cluny y restauró la antigua
fortaleza. También se construyeron dos conventos más, uno latino y el otro
griego. Al siglo siguiente los musulmanes vencederos lo derrumbaron todo
dejando la montaña completamente desierta, convirtiéndose en lugar de guarida
de chacales, jabalíes y aves de rapiña.
En el siglo XIV, los Franciscanos de Nazaret, que conservaban
la escritura de propiedad del lugar construyeron una capilla. En nuestro tiempo
y gracias a la generosidad de la cristiandad se ha construido una Basílica de
tres naves, en memoria de las tres tiendas que San Pedro quiso levantar para
Jesús, Elías y Moisés. Dicha Basílica fue inaugurada en la primavera del año
1924.
Cuenca, 6 de agosto
de 2017
José María Rodríguez González. Profesor e investigador
histórico.