Es una fiesta de carácter
religioso y tradicional, celebrada con mucha devoción en toda España. Para su
ubicación religiosa se cuentan sesenta días después del Domingo de
Resurrección, se debería celebrar el jueves pero hay muchas ciudades y pueblos
que la trasladan al fin de semana.
Su origen parte del año de 1246
en la localidad de Lieja, en Bélgica. Fue promovida la festividad por la
hermana Juliana de “Mont Comellon”,
en el siglo XIII, surge con la idea de celebrar un día en honor al Cuerpo y la
Sangre de Cristo, presente en la Eucaristía. Dicha fiesta fue instituida en el
año de 1264 por el Papa Urbano IV, mediante la Bula “Tansitur us hoc mundo”.
En todas las localidades de
España, el día dedicado a la celebración del Corpus Chisti, sale la tradicional
procesión. Una de las más antiguas tradiciones es la de Granada, Sevilla o la
de Toledo donde paredes, ventanas y balcones se engalanan con antiguos
estandartes y tapices del siglo XVI y XVII, mientras el suelo se cubre de
hierbas aromáticas.
El conocimiento del milagro en
este día del Corpus Chisti, dedicado a enaltecer la Eucaristía, es de gran
interés para todos los católicos españoles, pues en gran parte se debe la
instauración de esta fiesta por el Papa Urbano IV, a este milagro que le fue
presentado en el año 1261 por las
autoridades darocénses, a quienes acompañaron
Santo Tomas de Aquino y San Buenaventura.
La unión a que hice referencia está en que Daroca guarda los Sagrados Corporales con las formas
teñidas en sangre y pegadas a ellos, y en Carboneras de Guadazaón se encuentra
la reliquia de la Santa Hijuela de los Corporales de Daroca.
La siguiente narración del milagro es original del gran maestro
de la prosa castellana en la Edad de Oro, Fray Luis de León, que está tomada de
su libro “Símbolo de Fe” que como se puede apreciar es una de las más hermosos
monumentos que hay en nuestra literatura, en honor a los Sagrados Corporales.
“En el Reino de Valencia, en el año del Señor de 1239, vino una gran
muchedumbre de moros sobre un pequeño ejército de solo mil cristianos, que
pasaban recogiendo en un castillo. Viendo estos que siendo tan pocos y estando
muy lejos de Valencia para ser socorridos, era imposible dejar de ser vencidos
de tan grande ejército, si no fuese por su especial milagro y favor de Dios,
procurando todos antes de entrar en combate recibir el Santísimo Sacramento
porque siendo tan pocos se veían vencidos. Ya estaban los moros sobre ellos por
lo que se vieron forzados a dejar la Comunión y acudir a las armas. Mas,
nuestro Señor, mirando al aparejo y la buena voluntad de estos fieles capitanes
tuvieron de recibirlo y tomando en cuenta la confianza que en ÉL pusieron y al
socorro que le pidieron, de tal forma los esforzó a los demás por ellos, que
desbarataron en breve espacio a los moros, haciendo gran matanza y huyendo los
que quedaron con vida. Entonces, ellos volvieron victoriosamente y agradecidos
por el beneficio recibido, quisieron acabar lo comenzado, que era recibir al
Santísimo Sacramento. Acudió el sacerdote que decía la Misa a traer los
Corporales que con las seis formas había escondido debajo de una piedra, y
desdoblándolos sobre el altar halló las formas teñidas de sangre y pegadas en
los Corporales como ahora se ven. Y declarado el misterio y descubiertos los
Corporales, fue grande la admiración y devoción y las lágrimas que allí se
derramaron, dando gloria y gracias a Dios por esta maravilla.
Corporales de Daroca |
En estos tiempos los moros, volvieron a rehacerse y cargaron contra la
comarca varias veces, más estos pidieron al sacerdote que se pusiera en un lugar alto tendiendo los
Corporales a vista del ejército para animarlo y esto hecho, dieron sobre el
enemigo con tan grande ímpetu e hicieron que los moros quedaran reducidos a la
nada.
Visto lo visto comenzaron a pensar donde se pondría aquella preciosa
reliquia, porque cada uno quería honrar en su tierra. Se pensó en Daroca porque
el sacerdote que lo había consagrado era de allí. Mas la otra parte no quedaba
satisfecha. Entonces tomaron e acuerdo de tomar una mulita que no hubiera
caminado tierra cristiana y puestos los corporales en su lomo, muy bien atados,
la dejaron ir por donde quisiera, y el lugar donde parase fuese escogido para
aquel precioso depósito. La mula iba delante y detrás los sacerdotes, con los
cirios encendidos y tras ellos la gente de guerra con sus capitales; y andando
por ese camino, y saliendo de las villas ponían la gente cebada y alfalfa para
que parase allí, más nunca la mula por esto se paró en alguno de estos lugares
hasta que llegó a Daroca y entró por las puertas de un hospital que estaba fuera
de la ciudad. Allí acaeció otra maravilla; porque así como la mula entró en la
iglesia, hincadas sus rodillas expiró".
De esta manera quedaron los Corporales en Daroca, y allí acudieron reyes, príncipes y grandes señores a ver
aquella maravilla, y adorar al Señor que en aquellos Corporales está Finalmente
en vio embajadores el Papa Pío IV para hacerle relación de lo que pasaba y su
Santidad concedió grandes indulgencias a los que visitasen aquella reliquia.
Cuenca, 26 de mayo de 2018
José María Rodríguez González. Profesor e investigador histório
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