La sabiduría popular y el mes de mayo
Con el paraguas a cuestas estamos
esta primavera. Cuando salí de casa una lluvia insistente caía monótonamente
sobre las calles de la ciudad, sin que cesara hasta mediada la tarde. Caía las
horas lentamente cuando el espeso nublado se retiró, los rayos solares dejaron
caer bondadosamente, dorando el atardecer, poniendo un tono más verde en el
verde de los sombrados. El cielo, por completo poéticamente azul, y la tierra,
parda, verde florida, hizo lucir un arco iris que cubría la hoz del Huécar como
un sombrero protector.
¿Cómo viene mayo este año? Cantan
los refrenes castellanos: “En mayo chorro y caño” viene diciendo este aforismo
que en mayo hace falta que llueva, pero sin embargo, hay otro que dice: “Mayo
hortelano, mucha paja y poco grano”. De todas suertes los mayos de lluvia
abundante, siempre que no sea exagerada, dan cantidad a recoger para algunas
tierras y regiones que son aquellas como papel secanos a los que conviene poco
claro y poco agua, para evitar que haya poco grano y mucha paja.
“Mayo frio ensancha el silo”.
Cuando decimos antes lloviendo algo pero no mucho, y haciendo fresco, sin ser
frío ni helador, sino fresco solamente, es bueno para que no se precipiten las
plantas, ya que en los secanos conviene que el desarrollo de las plantas sea
lento, sin precipitaciones, pues ha habido años de calores excesivos que han
precipitado el desarrollo y no se han desarrollado bien las plantas y han
resultado granos mermados. De todas suertes, como España tiene una enorme
diversidad de clases de tierras y de climas, estos refranes tienen sus
excepciones que se salen de la regla. “Mayo ventoso, julio piojoso”. Los años
ventosos en mayo, años marceños, suelen dañar a las plantas ahijando mal los
panes y lo mismo que el perro flaco todo son pulgas, así le pasa al sembrado
cuando en mayo le da por hacer malo y dominar los vientos ásperos; y las planta
raquítica, saca el julio piojoso con pocas y malas espigas: poca paja y poco
grano…
“Mayo festero, echa la rueca tras el humero”.
Hay años en que mayo es muy festero, en esos años adelantados de fiestas móviles
en que la Ascensión y el Corpus son el mismo mes y la Pascua de Pentecostés,
San Isidro, Ntra. Sra. De los Desamparados, la fiesta de la Independencia
Española, la Invención de la Cruz, San Pedro, Santo Domingo de la Calzada, San
Juan de Ante Portam, San Fernando, La Santísima Trinidad y, por fin, muchas
regiones o locales; resulta que un día sí y otro también son fiestas, y
naturalmente, hay que echar la rueca de la labor cotidiana tras del huerto de
las diversiones; y cuando además mayo es un mes muy simpático, hay optimismo y
muy pocas ganas de cardar la lana del trabajo.
“Mayo pardo, año harto”. El mayo
pardo hace suponer que hay blandura y lluvia, pero sin viento, pues cuando hay
vientos fuertes, las nubes se separan; y por eso, mientras se mantenga nuboso
mayo, es señal de que el sembrado va bien medrando sin precipitaciones, pues a
las plantas conviene mejor el paso de carreta que no de velocidad en la marcha
de su ciclo. “No casa al lado del rio, ni viña en camino”. Y hay otro que dice:
“El lugar de señorío, no hagas tu nido”. El edificar al lado del río tiene dos
inconvenientes, que el terreno es movedizo y expuesto a corrimientos de base y
además hay el peligro de inundaciones; no se aconseja que se ponga viña al lado
del camino, porque el fruto le comerán los que pasan y porque además las
bestias se comerán los brotes tiernos, no dejando producir a la viña; y no
edificar en lugar de señorío, porque estaría siempre bajo la los caprichos del
amo; edificar en terrenos libres es lo
más indicado.
Como vemos los refranes son
sentencias o dichos populares, que enseñan o aconsejan algo. Son expresiones de
nuestra ancestral sabiduría popular, basada en la experiencia y la observación,
por eso alude a la vida, al trabajo y a las costumbres del mundo rural. Suelen
ser frases con rima, para su fácil memorización.
Espero que os haya entretenido
leyendo este mundo maravilloso popular que existe en la sabiduría popular de
nuestros pueblos.
Cuenca, 2 de mayo de 2018
José María Rodríguez González.
Profesor e investigador histórico.
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