El santo de hoy es poco conocido.
Nació en un pueblo de Córdoba llamado Montilla, marzo de 1549. Creció en un
hogar cristiano cuyos padres fueron Mateo Sánchez Solano y Ana Jiménez. La
familia tuvo tres hijos Diego, Inés y Francisco.
Benedicto XIII la canonizó en el
año 1726 y le llamó “El Taumaturgo del Nuevo Mundo” por la cantidad de
prodigios y milagros que se le atribuyen.
Ingresó en la Orden de San
Francisco a los 20 años. Se ordenó sacerdote en 1576. Solicitó el destino de
misionero del norte de África pero no se le concedió.
A la muerte de su padre volvió a
Montilla para visitar a su madre que era ciega, prolongando su estancia en el
mueblo al declararse un epidemia de peste. El santo realizó varias curaciones inexplicables
por lo que adquirido una fama de hacedor de milagros.
Después fue destinado como
vicario y maestro en el convento de Arruzafa de Córdoba, esto sería sobre el
año de 1581. De este periodo se cuenta que había una gran serpiente en el lugar
que atacaba a los rebaños y pastores haciendo estragos en la región, un día
cansado de las quejas de los pastores salió Francisco Solano a buscarla y
hallándola la reprendió y le ordenó que quería verla en su convento, una vez
que llegó allí la alimentó cuanto quiso comer y le hizo que le prometiera que
no volvería a meterse con los rebaños y los pastores del lugar. Desde ese día
no volvió a causar daño alguno y jamás se supo del paradero de la serpiente.
Felipe II pidió a la Orden
francisca, en 1589, que enviara misioneros s Sudamérica. Finalmente Francisco
fue elegido para esta misión de extender la religión en estas tierras. A él le
tocaba ir a las tribus más guerreras y aunque al principio lo recibían ásperamente,
después de predicar unos minutos con el crucifijo en la mano, conseguía que
todos empezaran a escucharle y se hacían bautizar por centenares.
Su voz era fuerte y sabía tocar
el rabel y la guitarra por lo que a través de ellos facilitaba su predicación.
Cuenta de él que un día en el
pueblo de San Miguel, estando de fiesta se organizó una corrida de toros,
escapándose de los corrales uno de los toros, y comenzó a cornear sin compasión
a la gente por las calles. Visto el peligro que entrañaba aquella situación
solicitaron su presencia y éste se enfrentó al animal y levantado el crucifijo
ante el toro bravísimo, el animal se acercó a él dócilmente lamiendo sus manos
y se dejó llevar por él de nuevo al corral empleando como ramal el cordón de su
hábito.
Francisco Solano y el toro. Obra de Murillo. |
En octubre de 1605 Francisco
Solano pasó a la enfermería del convento aquejado del estómago. Finalmente
murió el 14 de julio de 1610, día de Buenaventura Ese mismo día y a la misma
hora se produjo un tique de campanas en el convento de Loreto, en Sevilla sin
saber porque las campanas tocaron solas, tal vez porque en Sevilla un santo
subía al cielo y sus pies pisaron las calles donde joven Francisco Solano
estudió Filosofía.
Cuenca, 15 de julio de 2019.
José María Rodríguez González.
Profesor e investigador histórico.
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