"Creemos en Aquel que resucitó de entre los muertos"
No hay otro día más importante
para el cristiano que el día que se celebra la resurrección de Cristo. Su
resurrección nos descubre nuestra vocación misionera de acercar nuestras
creencias a todos los hombres. El cristiano no puede perder jamás la esperanza
de la victoria del bien sobre el mal.
Hoy Domingo de Resurrección es el
día de la esperanza universal, el día en que en torno al Resucitado se unen y
se asocian todos los sufrimientos humanos.
Procesión de Jesús Resucitado por la Calle de Calderón de la Barca Cuenca |
Hace años en Cuenca era tradición colgar en los balcones y mantear al pelele que representaba al traidor, Judas Iscariote, en el Domingo de Resurrección.
A la largo de la procesión se
disponían distintos peleles o judas, colgando de los balcones, en especial por
las calles por donde discurría las procesiones del encuentro.
Se cantaban coplillas en desagravio
por la traición cometida, así como esta:
Soy
Judas, el falso apóstol;
soy Judas, el Gran Traidor;
¡el que como yo se aparte,
ha de verse como yo!
La procesión del Encuentro discurría
por las calles, una con la gran Señora, llena de virtudes y de gracias, con
manto raso azul, sembrado de estrellas, con banda de encajes y ricas alhajas,
con el rostro tapado. Por la calle transversal discurría el Hijo al encuentro
con su Madre. Al juntarse se le quitaba el velo que el rostro le cubría y
cientos de cohetes surcaban el cielo celebrando el encuentro del Hijo con su
Madre. Ambas procesiones se disponían unidas a la iglesia de comienzo.
Los judas eran descolgaban y en
grupos de mozos y mozas los manteaban gritando: ¡Arriba con él…! ¡Arriba con
él…! ¡Arriba con él…! A cada grito, el Judas era empujado con brío hacia lo
alto. Y Seguían cantando:
Este judas, pelele
Que sube y baja,
Pagará todas juntas;
Aquí en la plaza;
Aquí en la plaza,
Este judas, pelele
Que sube y baja
Lo manteaban hasta que quedaba
hecho jirones, destrozado. Los despojos eras recogidos y llevados a la era de la “Camacha”
o a las cuevas de “La Peñita” donde se hacía una hoguera con ellos. Así terminó
el día donde el traidor ardía por su pecado de traición y cobardía.
Virgen del Amparo |
La talla de Nuestro Señor Jesucristo Resucitado es obra de Leonardo Martínez Bueno de 1952 y las andas que lo portan es diseño del mismo autor pero realizadas por los hermanos Pérez del Moral, Nemesio y Modesto. Con relación a la talla de María Santísima del Amparo, no se conoce el nombre del autor al haber sido esculpida en los talleres de Royo-Barrasa, en el año 1952. Las andas fueron diseñadas y realizadas por los hermanos Nemesio y Modesto Pérez del Moral. Desde 1973 recorre nuestras calles el Domingo de Resurrección todos los años.
Después de sumergirme por la
hemeroteca de la década he encontrado un artículo donde se hace referencia a la
fiesta del Pelele de Judas pero nada sobre la antigüedad de la procesión del
Encuentro, que nos pudiera dar una idea de su existencia antes de la Guerra
Civil, tan solo el artículo haciendo referencia al manteo y la queda de los
judas en la procesión del Domino de Resurrección.
Quiero cerrar este artículo con
las misma promesa que se hace en el Evangelio de San Juan referida a Jesús: “Yo soy la
resurrección y la vida: Quien cree en mí, aunque hubiera muerto, vivirá; y todo
aquel que vive y cree en mí no morirá para siempre”. (Jn. 9, 25).
Publicado en Cuenca el 16 de abril de 2017
Por: José María Rodríguez González.
Profesor e investigar histórico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario