domingo, 24 de abril de 2022

San Gabriel, arcángel. Festividad del 24 de marzo.

   Hoy no podía pasar sin hablaros de este arcángel que lo tenemos representado en nuestra catedral en varios siglos, concretamente en el XIII, en el XVI y el XVII. Como estuvo su imagen expuesta en la exposición de la Catedral, acordaros: “La intemporalidad de los ángeles”, hoy quiero centrarme en su historia, y el papel tan importante que ha representado para la Encarnación y venida a la tierra del hijo de Dios.
Arcángel San Gabriel en la Anunciación.

San Gabriel es uno de los tres ángeles suyo nombre nos da la Sagrada Escritura.  Su nombre en la lengua hebrea, etimológicamente  y consta de dos  partes, géber, hombre fuerte, y el, Dios. Significa pues, hombre o héroe de Dios. No es que san Gabriel sea un hombre, sino que siendo un ser superior a nosotros toma en sus manifestaciones figura y forma humana.

San Gabriel está enteramente al servicio y órdenes de Dios, pues revela y anuncia cosas que no pueden venir sino de Dios. El profeta Daniel lo debió ver en forma de hombre alado, semejante a las imágenes que se veían en los palacios de los reyes de Babilonia, los cuales con su virilidad simbolizan la fuerza del hombre, y con sus alas, la agilidad y excelencia sobrehumana.

Dos veces se muestra al profeta Daniel. En la primera le explica el simbolismo del cordero y del macho cabrío, figura de los imperios Medo y Griego.

La segunda vez estaba Daniel orando por el pecado de su pueblo, cuando “aquel varón Gabriel, a quien antes vi en la visión volando, se llegó a mí rápidamente como a la hora del sacrificio de la tarde”. Habla familiarmente con Daniel, lo alaba y llama “el predilecto” y como tal le revela el tiempo preciso en que ha de venir el Mesías libertador de su pueblo, cuándo será su Pasión y Muerte y la destrucción de Jerusalén.

San Gabriel aparece de nuevo en forma visible al sacerdote Zacarías para anunciarle el nacimiento de san Juan Bautista, el Precursor de Jesús. Y dijo a Zacarías ángel: “¿Y qué señal tendré de esto? Porque yo soy ya viejo y mi mujer muy avanzada de edad”. Y el ángel le contestó: “Yo soy Gabriel, que asisto ante Dios y he sido enviado para hablarte y comunicarte esta buena nueva. He aquí que tú estarás mudo y no podrás hablar hasta el día en que esto se cumplo, por no haber creído mis palabras, que se cumplirán a su tiempo”.

El tercer mensaje del ángel san Gabriel relacionado con la venida del Mesías, es el anuncio de la Encarnación y dice que el que ha de nacer llevará el nombre de Jesús.

A los seis meses de la concepción del Bautista fue enviado el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea llama Nazaret, a una virgen, desposada con un varón de nombre José, de la casa de David. El nombre de la Virgen era María.

San Gabriel es llamado el ángel de la Encarnación, a causa de la triple aparición relaciona con este gran misterio. Es el mensajero de las buenas nuevas, del Evangelio de la paz y de la alegría. Conforta y consuela a Daniel, alegra a Zacarías e Isabel con el nacimiento de un hijo.
San Gabriel. Siglo XIII
Triforio de la Catedral de Cuenca.

La fiesta de san Gabriel entró en el Misal Romano en este día por obra de Benedicto XV. Pero tenía ya en su favor una tradición de siglos, pues aparece en el más antiguo calendario copto el 18 de diciembre y en el Leccionario sirio viene conmemorada e 26 de marzo. Siempre está relacionado con la fiesta de la Natividad de Jesús o la Anunciación de la Virgen, y por esto Benedicto XV la fijó la víspera de la fiesta de la Anunciación, que celebraremos mañana, día 25 de marzo. Así pues quedamos para mañana que hablaré de la Anunciación.


Fue publicado en Cuenca, 24 de marzo de 2020.

Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.


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