domingo, 2 de febrero de 2025

San Blas, festividad del 3 de febrero.

San Blas, Obispo y Mártir.
   Este Santo Obispo, martirizado en Sabaste en tiempo de Licinio, no entró en el calendario romano hasta el siglo XI, por la gran devoción que desde entonces se le tomó. En su honor se levantaron hasta 35 iglesias en toda Roma. Las Actas de su vida y martirio son anteriores al siglo IX. Aunque tardías, tienen un fondo de verdad e historicidad que no puede despreciarse.

Sebaste, una ciudad de Armenia fue la cuna de San Blas, a finales del siglo III. Sus padres eran acomodados y le facilitaron los estudios, especializándose en medicina. Esta profesión le dio motivos para conocer más de cerca las enfermedades y miseria humana, llegando a reflexionar sobre la caducidad de la vida y la necesidad de hacer méritos que consolidara los bienes eternos.
San Blas
   Pensaba retirarse al desierto, cuando murió el Obispo de Sebaste, y fue elegido para sucederle, con universal aplauso de toda la ciudad. La nueva dignidad sólo sirvió para que resaltase con nuevo lustre su virtud, obligándole a entablar una vida más santa.

Era tan ardiente el deseo de perfeccionamiento que tenía que se retiró a una gruta que había en lo alto del monte Argéo, que estaba a poca distancia de la ciudad.

No llegaron a pasar tres días cuando manifestó Dios el mérito de su acción que le otorgó el Don de hacer milagros y no sólo venían hombres de todas parte para que curase sus dolencias de cuerpo y alma, sino que hasta las mismas fieras salían de sus cavernas y venían en manadas a que el Santo Obispo las bendijera y las sanara de los males que les afligían.

Hacia el año 315 vino a Sabaste, el llamado Agrícola, gobernador del Emperador de Capadocia y de la menor Armeni, por mandato del Emperador Lucinio, con orden de exterminar a todos los cristianos.

Nada más llegar a la ciudad mandó que fueran echando a las fieras todos los cristianos que se hallasen en las prisiones. Para ejecutar esta orden salieron a los bosques a cazar leones y tigres. En esta misión se hallaban cuando encontraron en lo alto del monte Argéo la cueva donde estaba retirado San Blas. Los soldados hallaron, a la puerta de la gruta, una multitud de fieras y viendo al Santo dentro, que estaba haciendo oración, en medio de todas ellas con la mayor tranquilidad del mundo. Admirados del suceso dieron cuenta al Gobernador de lo que habían visto. El Gobernador dio orden que lo llevara a su presencia.

Se corrió la voz de que era conducido San Blas a la ciudad de Sebaste, eso hizo que se inundara de gente los caminos para que les diera su bendición y les curara de sus males. Una pobre mujer afligida y desconsolada, se puso en medio de la muchedumbre y llena de confianza se arrojó a los pies del Santo, presentándole a su hijo que estaba agonizando por una espina que se la había atravesado en la garganta, y sin remedio humano se ahogaba. Compadecido San Blas, levantó los ojos y las manos al cielo, haciendo esta fervorosa oración: “Dignaos, Señor mío, padre de las misericordias, y Dios de todo consuelo, dignaos oír la humilde petición de vuestro siervo, y restituid a este niño la salud, para que conozca todo el mundo que solo vos sois el Señor de la muerte y de la vida; y pues vos sois el dueño soberano de todos, misericordiosamente liberar para con todos cuantos invocan vuestro santo nombre, humildemente os suplico, que todos los que en adelante recurrieran a mí para conseguir de vos, por la intercesión de vuestro siervo, la curación de semejantes dolencias, experimenten el efecto de su confianza, y sean benignamente oídos, y favorablemente despachados”. Apenas acabó el Santo su oración, cuando el muchacho arrojó la espina, y quedó del todo sano.
Milagro de San Blas.

Este es el origen de la particular devoción que se tiene con San Blas en todos los males de garganta; y los prodigios que cada día se experimentan, acreditan la eficacia de su poderosa protección.

Prosiguiendo el relato: Llevaron al San Blas en presencia del Gobernador Agrícola y éste le pidió que adorase a los dioses inmorales y el Santo respondió: “No hay más que un sólo Dios inmortal, todo poderoso y eterno y ese es el Dios que yo adoro”. Irritado Agrícola, lo mandó azotar y que lo encerraran en la cárcel.

Días después mandó que lo ahogaran en la laguna. Siendo llevado a la laguna para ahogarlo, haciendo la señal de la cruz comenzó a caminar sobre las aguas sin hundirse, como si fueran por tierra firme. Llegó a la mitad de la laguna y sentándose serenamente sobre ella, invitó a los infieles a que hicieran lo mismo, hubo algunos que quisieron hacer la prueba y perecieron ahogados. Al mismo tiempo oyó San Blas una vos que le convidaba a salir de la laguna para recibir la corona del martirio. Así lo hizo y apenas toco tierra cuando el Gobernador centelleando en cólera mandó que le cortaran la cabeza. Esto sucedió en el año del Señor de 316.

Cuenca, 3 de febrero de 2021 y revisado el 3 de fevbrero de 2025.

José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

sábado, 1 de febrero de 2025

2 de febrero. Fiesta de la Purificación de la Santísima Virgen.

Objeto de esta fiesta y simbología de la bendición de los cirios.

Esta fiesta se atribuye al Papa Benedicto XIV, aunque es cierto que ya en el siglo V se celebraba como fiesta de las más antiguas.
   En la Iglesia Griega y en la de Milán, se celebra el 2 de febrero entre las solemnidades de Nuestro Señor; pero la Iglesia romana la colocó siempre entre las de las Santísima Virgen celebrándola también el mismo día.
Presentación de Jesús en el templo.
   Dice San Pedro que Nuestro Señor quiso al hacerse hombre someterse voluntariamente a la ley, es decir, que a pesar de que su condición de legislador supremo le excluía de toda sujeción, se sometió a la ley de los judíos, y a esa misma ley quiso someter a su propia Madre.

La ley judía ordenaba a todas las mujeres israelitas que se abstuviesen de entra en el templo durante los 40 días siguientes a su alumbramiento, si había dado a luz a un niño, y durante ochenta día, si el nacido era niña. Terminado este plazo debían de ir al templo para purificarse y ofrecer a Dios un sacrificio consistente en un cordero que debía ser ofrecido en holocausto. Era, además, ritual, que se ofreciese una tórtola y una paloma por el pecado. Las madres que no podían ofrecer un cordero lo reemplazaban por otra tórtola y otra paloma. El sacrificio expiatorio tenía como fin expiar el pecado en el que había nacido el niño. El holocausto, significaba la consagración entera de la criatura de Dios; por esto al tiempo del sacrificio la presentaban al Señor.

Otro precepto era sólo para los primogénitos varones, tanto hombres como animales. Dios se había reservado como bienes propios a todos los primogénitos de Israel, libertados en Egipto al castigar Dios con la plaga que privó de la vida a todos los primogénitos egipcios, desde el hombre hasta la bestia de carga.

Transcurridos, pues, los cuarenta días señalados por la ley, María se presentó en el templo para cumplirla puntualmente, acompañada de San José y con su hijo en brazos.

De este modo se realizaron los misterios de este día, y así la luz del mundo, destinada a iluminar a todas las naciones, penetró en el Templo. Para recordar esta luz celestial, la Iglesia acostumbra a bendecir las velas o candelas de un modo solemne el día 2 de febrero.

Esta ceremonia instituida por el Papa Gelasio a finales del siglo V ha recibido el nombre popular de La Candelaria. Los cirios que se bendicen antes de la misa de la Purificación simbolizan a Nuestro Señor Jesucristo. Según Ivo de Chartres, la cera de que están formados, producto recogido de las flores por las abejas, que en la antigüedad se consideraba como un tipo de la virginidad, significa la carne virginal de Jesús, el cual no tuvo necesidad de alterar el estado virginal de su Madre. La luz de las velas nos debe recordar la luz de Cristo que vino a iluminar muestras tinieblas.
Bendición y encendido del cirio pascual.
   Dice San Anselmo al explicar este misterio y nos recuerda que hay que considerar tres cosas en el cirio: la cera, la mecha y la llama. La cera obra de la abeja virginal, es la carne de Cristo; la mecha, que es interior, es el alma; y la llama, que brilla en la parte superior, es la divinidad.

Estos cirios son llevados en procesión, una vez bendecidos, por los ministros celebrantes y el clero; procesión que fue instituida por el Papa Sergio en el siglo VII. Esta manifestación de fe es el símbolo de la Iglesia que avanza para ir en busca del divino Manuel y recuerda la maravillosa escena verificada en el Templo de Jerusalén.

Los cirios bendecidos en La Candelaria, se deben guardar en las casas cristianas pues son prenda de protección divina y un símbolo de luz espiritual en las almas, por la gracias del Espíritu Santo.

Publicado en Cuenca, 2 de febrero de 2020 y actualizado el 2 de febrero de 2025.

Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

Una candela para dar Luz al mundo. Festividad del 2 de febrero. Fiesta de La Candelaria

Festividad de la Virgen de las Candelas
    Hoy mientras me encontraba trabajando sobre el contenido del Cuadro de la Virgen de las Candelas me he acordado que el día 2 de febrero es su festividad. La pintura que posee la Catedral se le atribuye a Martín Gómez el Viejo. Es una representación peculiar al estar la Virgen rodeada de ocho ángeles portadores de objetos que representan alegorías de alabanza que se le atribuyen a la Virgen, como: “Espejo sin mancha”, “Pozo de Jacob”, “Ciudad de Dios”, etc.

Altar de la Virgen de las Candelas
Catedral de Cuenca
    Esta festividad toma su nombre de la fiesta de la Candelaria o de la Cruz. Se cree que procede de Oriente pero fue cambiado su nombre, primitivamente recibía el nombre del “Encuentro”. En el siglo VI pasó su celebración a Occidente llegando a celebrarse en Roma con sentido penitencial. En Jerusalén en esta fecha se celebra una procesión con velas encendidas que circundaban la Basílica construida por el Emperador Constantino sobre el Santo Sepulcro, llamada de la Resurrección.

    El verdadero origen de la fiesta es pagano, siendo las fiestas lupercales,  su nombre deriva de Lupus (lobo), el animal que representaba al dios Fauno, que tomó el sobrenombre de Luperco. Era una fiesta de iniciación de los adolescentes por la que pasaban a la edad adulta. Congregados los sacerdotes Lupercos eran reunidos los jóvenes y se les mandaba al campo donde sobrevivían de la caza y el merodeo.
    Según la tradición los sacerdotes Lupercos reunían a los jóvenes en la cueva del monte Platino donde, según la costumbre el dios Fauno Luperco, tomando la forma de una loba, había amamantado a los gemelos Rómulo y Remo. Los jóvenes iniciados debían de sobrevivir durante varios días de la caza y el merodeo en el bosque y a su regreso se celebraba la fiesta.

    Como tantas otras fiestas fue cristianizada y fue el papa Gelasio I quien prohibió su celebración en el año 494 sustituyéndola por la “Presentación del Jesús en el Templo” (Lc. 2, 22-39) y la “Purificación de Nuestra Señora”.
Virgen de las Candelas. Zarza de Tajo
    En España la devoción proviene de la aparición de la Virgen a dos postores que estando con su rebaño en las Islas Canarias. Según cuenta la tradición la Virgen se apareció en el año 1392 a dos aborígenes guanches (guanche es el nombre que se aplica a los moradores de las Islas Canarias antes de la conquista castellana que fue en el año 1496). Estos guanches se hallaban pastoreando su rebaño y al llegar a la boca de un barranco notaron que el ganado no quería avanzar, había algo que les inedia el paso, era una imagen de madera, como de un metro de alta de una mujer, portaba una vela en la mano izquierda y en su brazo derecho portaba un niño. El niño llevaba en sus manos un pajarito de oro.
    La devoción a la Virgen de la Candelaria se extendió a otros lugares. En Cuenca se celebra en el pueblo de Zarza de Tajo, conocida en la localidad como la Virgen de las Candelas, siendo la patrona del Pueblo, fiesta en la que se le ofrecen los niños a la Virgen. Su celebración es en el primer fin de semana siguiente al día 2 de febrero.

    En este día se bendicen las velas que son portadas por los fieles quien según la tradición cristina tiene el fin de recalcar la entrada de Cristo, Luz del Mundo en el Templo de Jerusalén, participemos ese día de este acto tan entrañable y pidamos que entre la cordura y la luz en nuestro entorno, en nuestras ciudades y en nuestro dirigentes, es decir que entre la Luz a este mundo en que vivimos.

Publicado en Cuenca, 2 de febrero de 2021 y actualizado el 2 de febrero de 2025.

Por: José María Rodríguez González.  Maestro e Investigador histórico.