miércoles, 23 de enero de 2019

San Ildefonso y la imposición de la Casulla por la Virgen


La imposición de la casulla a San Ildefonso por la Virgen
En la capilla del Pilar de la Catedral de Cuenca, tenemos un medallón donde se expresa la entrega de la Casulla a San Ildefonso por la Virgen.
Medallón de la imposición de la Casulla a San Ildefonso por la Virgen
Capilla del Pilar en la Catedral de Cuenca

Es una tradición toledana y una de las más veneradas siendo muy representada en obras de arte. Es el patrón de Toledo. Su festividad es el 23 de enero.

Fue obispo de Toledo del año 657 al 667. Cuenta la leyenda de San Ildefonso estando en Toledo estudiando, una noche de diciembre, se dirigía con otros compañeros a la iglesia Mayor de Toledo, al acceder a la nave de la iglesia vieron una intensa luz que emanaba del altar, sobre la silla del Obispo. Sintiendo miedo sus compañeros huyeron. Ildefonso se aproximó al altar y pudo observar que la luz provenía de la Virgen María, acompañada de un nutrido grupo de ángeles que entonaban cantos celestiales. La Virgen le hizo una señal para que se aproximara y éste, arrodillado ante tal presencia, escuchó que le decía: “Tu eres mi capellán y fiel notario. Recibe esta casulla la cual mi hijo te envía de su tesorería”. Tras esas palabras la Virgen le impuso la casulla, dándole instrucciones de utilizarla sólo en las festividades dedicadas a Ella.

En la actualidad, en la catedral de Toledo, aún se puede observar, tras una reja, la piedra en la que se posó la Virgen cuando se apareció a San Ildefonso.

La casulla entregada por la Virgen, con otras reliquias fue trasladada, con el Arca de las Reliquias, traídas de Jerusalén, antes de la invasión árabe de la península, hacia Asturias. Primero fue escondida en una cueva en el Monsacro Asturiano y luego por orden de Alfonso II ” El Casto”, se trasladó a la capilla de palacio dedicada a San Miguel.

Más tarde pasó la Casulla de San Ildefonso y su cuerpo a Zamora, de las que da fe de su existencia el Arcediano de Tineo, Marañón de Espinosa, primer Rector de la Universidad y cronista de la catedral. Esta verificación fue en tiempos de Alfonso VI con estas palabras: “La preciosa vestimenta que Nuestra Señora trajo del cielo a su capellán San Ildefonso”.

En el siglo XVI hay constancia de las peticiones escritas del Arzobispo de Toledo solicitando la Casulla a Oviedo. El Padre Sebastián Sarmiento de la Compañía de Jesús hace una descripción de ella al Padre Francisco Portocarrero de la misma Compañía.

Esta es la última vez que se sabe de su existencia y paradero, a partir de aquí se pierde su rastro, y por más que se buscó nunca apareció…

Cuenca, 23 de enero de 2019.

©José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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