San Roque es una imagen
pintoresca y popularísima en multitud de iglesias, su imagen es representada
con hábito de peregrino, sombrero, bastón y calabaza de agua, muestra una
pierna roída por las úlceras y a sus pies un fidelísimo perro lleva entre sus
dientes el pan. El protector contra la peste, porque fue caritativo como nadie
con los infectados.
San Roque. Iglesia de San Felipe Neri de Cuenca. |
De él se dice que nació en
Montpellier en el seno de una familia de las más nobles que había en el reinado
de Pedro III el Grande, rey de Aragón. Montpelier, está en el sur de Francia,
entonces pertenecía a la Corona de Aragón, por el año 1225. Pertenecía a una
familia muy rica, pues su padre era señor y gobernador de Montpellier. A los
veinte años quedó huérfano y que entonces repartió todos sus bienes entre los
pobres para hacerse peregrino. El que vive en el bienestar se desprende de lo
que proporciona holgura y comodidad para convertirse en caminante, sin más
riquezas que sus humildes ropas y su bastón, hacia lejanas casas de Dios en
este mundo.
En la Toscana asolada por la
peste, el peregrino se hizo enfermero, médico y taumaturgo, consolaba, atendía y
sanaba milagrosamente; su fama se extendió por toda la región, luego pasó a Roma
y por fin a Plasencia, siempre cuidando a los apestados, a los que podía curar
en nombre de Dios, y exponiendo su vida en medio del horror de los hospitales.
En Piacenza contrajo la peste y viéndose
solo y abandonado de todos por especial permisión de Dios, que quería así
santificar y purificarlo cada día más, hubo de salir fuera de la ciudad y
recogerse en una choza, para servir de ejemplo de paciencia y resignación, como
otro Santo Job. Aquí en la soledad y en el abandono del campo es donde coloca
la tradición la leyenda del perro de San Roque. Todos los días venía a la choza
del enfermo un perro que le traía el pan que necesitaba y le lamía las llagas.
San Roque era feliz.
La tradición asegura que
posteriormente, ya sanado de la peste, San Roque volvía a Montpellier, a su
ciudad natal. Con aquella indumentaria de pobre mendigo se hizo sospechoso y
fue tomado por espía. Siendo encarcelado en a una mazmorra, donde estuvo
encarcelado cinco años, alegre por sufrir y con heroica paciencia, era el año
de 1327. A su muerte una luz prodigiosa inundó la cárcel y entonces le
reconocieron.
Antes de hacer un siglo de su
muerte, en el año 1414, durante el Concilio de Constanza, estalló la peste en
aquella ciudad. Los Padres del Concilio ordenaron públicamente rogativas y
procesiones en honor de San Roque, y la peste cesó inmediatamente.
San Roque de Rubens |
La fe y el arte han consagrado el
Patrono de San Roque en toda clase de epidemias. El cuadro de Rubens de San Roque
lo representa recibiendo la visita del ángel de Dios, que le trae del cielo el
diploma y la consagración oficial de su Patronato. El ángel tiene una tablilla
en su mano con este título: “Eris in peste
Patronus”, Será en la peste Patrono.
José María Rodríguez González.
Profesor e investigador histórico.
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