martes, 9 de julio de 2024

San Cristóbal (siglo III). Festividad del 10 de julio.

Patrono de los conductores.

¿Quién era Cristóbal? Con la historia en la mano poco se puede decir de él, como mucho que quizá fuera un mártir de Asia Menor a quien ya se rendía culto en el siglo V. Su nombre es griego y significa: “El portador de Cristo”, es enigmático, y se empareja con una de las leyendas más bellas y significativas de toda la tradición cristiana.
Nos lo pintan como un hombre muy apuesto de estatura colosal, con gran fuerza física, y tan orgulloso que no se conformaba con servir a amos que no fueran dignos de él; primero un rey, aparente señor de la tierra, y luego el Diablo, verdadero príncipe de este mundo, ambos le defraudan, uno y otro se vanaglorian de no temer a nadie, pero el rey  tiene miedo al Diablo, y el Diablo tiembla a la sola mención de una cruz donde murió un tal Jesucristo.
Verdaderamente ¿Quién podría ser ese personaje tan poderoso aún después de muerto? Cristóbal se lanza a los caminos en su busca y termina por apostarse junto al vado de un río por donde pasan incontables viajeros a los que él lleva hasta la otra orilla a cambio de unas monedas. Nadir le da razón del hombre muerto en la cruz que aterroriza al Diablo.
Cuenta la leyenda que un día un niño le pide que le cruce el río para que no se lo lleve la corriente y cargado con el niño de insignificante peso, aparentemente, comienza su trayecto. Le pregunta también aquel niño por el que murió en la Cruz y que nadie sabía darle razón de él, ¿Qué podría saber ese niño de esto que los mayores no sabían? A mitad del río el peso del niño que llevaba sobre su hombro se hace insoportable y sólo a costa de enormes esfuerzos consigue llegar a la orilla. Cristóbal llevaba a hombros más que le universo entero, al mismo Dios que lo creo y redimió. Por fin había encontrado a Aquél a quien buscaba.
Popularmente podía verse con su barca y su cayado en todas las puertas de las ciudades. Era creencia y sigue siéndola, que con mirar su imagen bastaba para que el viajero se viese libre de todo peligro durante aquel viaje durante el día. Hoy que se suele viajar en coche, los automovilistas, que creen en lo milagroso que es san Cristóbal, ponen una medalla del santo en el salpicadero junto al volante, para que sea el santo quien los proteja en los viajes que puedan realizar con el vehículo.

Publicado en Cuenca, 10 de julio de 2020 y el 10 de julio de 2024.
Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.
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FUENTES CONSULTADAS:
-Año Cristiano para todos los días del año. P. Juan Croisset. Logroño. 1851.
-La casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.
-Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961.


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