Nació en
Nursia en la Umbría, y estudió en Roma, cuyo ambiente debió de sentirse tan
amenazado con referencia a su fe que prefirió retirarse a la soledad para hacer
vida ascética. Más tarde le volveremos a encontrar en Subiaco, donde se le unen
discípulos y funda doce monasterios de los que será el superior.
Hasta que,
después de graves vicisitudes entre las que no faltaron las calumnias y un
intento de envenenamiento, se instalan en las alturas de Montecasino, entre
Roma y Nápoles, y sobre las ruinas de un templo pagano levanta el gran
monasterio cuna de la orden benedictina. Allí escribió su famosa regla que iba
a adoptar todo el orbe cristiano, modelo de espiritualidad y discreción, que es
como uno de los documentos fundacionales de la antigua Europa.
Padrón de
Europa le nombró precisamente el Papa Pablo VI, ya que su regla, por la que se rigen
hoy unos cuarenta mil monjes de todo el mundo, ha hecho que el patriarca del
monacato occidental fuera uno de los grandes constructores de la personalidad
europea; como Montecasino es nuestro símbolo de cultura cristiana, sobre
cimientos paganos, arrasado por los bárbaros y destruido nuevamente en la
segunda guerra mundial, persistiendo en medio de las peores tormentas como una
lámpara que no se apaga y que encendió Benito.
En este monje
barbudo de hábito negro, con el rostro iluminado por una luz indecible, lo que
más atrae son los ojos, limpios y profundos, pendientes de una lejanía que está
más allá de lo que podemos ver. Lleva una pluma en la mano y está escribiendo
en un libro santas palabras sobre la humanidad y la obediencia. Así le vio un
anónimo español del siglo XVI en cierto cuadro que se conserva en el monasterio
de Leyre.
“Ora et labora”,
ora y trabaja era el famoso lema del gran San Benito, que sea nuestra regla también
en estos tiempos turbulentos y de poca fe.
Publicado en Cuenca, 11 de
julio de 2020 y el 11 de julio de 2024.
Por: José María
Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.
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FUENTES
CONSULTADAS:
-Año
Cristiano para todos los días del año. P. Juan Croisset. Logroño. 1851.
-La
casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.
-Año Cristiano. Juan Leal, S.J.
Madrid. 1961.
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