Tomas o
Dídimo, el Gemelo, judío de Galilea, uno de los doce, tiene escasísimas
intervenciones personales en los Evangelios, y san Juan, que es el único que
destaca algún episodio suyo, que le da voz ante la posteridad, tampoco perfila
muy bien su silueta. Hasta la Resurrección parece que es uno más, casi
inidentificable entre las figuras apostólicas.
Pero en el
capítulo veinte Tomás se distingue del resto de sus compañeros con una actitud
terca y desconfiadísima negándose a creer que el Señor ha resucitado porque él
no estaba entre los discípulos a los que se apareció. “Si no veo en sus manos
la señal de los clavos y meto mi mano en su costado, no creeré” (Jn. 20, 25).
Se resiste a
admitir aquello son pruebas evidentes, sin comprobación. Ver para creer. Pasado
ocho días, Jesús se presta a lo que le
pide, y Tomás pronuncia anonadado la famosa confesión de fe en la divinidad de
Cristo: “Señor mío y Dios mío” (Jn. 20,28). El incrédulo es así uno de los que
llegan más lejos en la formación explícita de la fe.
También, según
una tradición, Tomás fue quien llevó más lejos la predicación del Evangelio,
hasta la India. Pero poco importa la verdad histórica de este hecho. En la
economía espiritual del relato de Juan, el episodio justifica por dos cosas: la
declaración del apóstol y las palabras de Cristo: “Dichosos los que creyeron
sin ver” (Jn. 20, 29).
Es decir,
dichosos nosotros a pesar de nuestra tentación constante de pedir pruebas o,
por qué no, milagros, que nos confirmen en medio de la debilidad, sin
comprender el don que se nos brinda, el de creer, esperar y amar a Dios más
allá del alcance de los sentidos. Creer envueltos a Dios más allá del alcance
de los sentidos. Creer envueltos en la noche y en el silencio de Dios, que aquí
está su Luz y su Palabra.
Publicado en Cuenca, 3 de
julio de 2020. Actualizado el 3 de julio de 2024.
Por: José María
Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.
_____________
FUENTES
CONSULTADAS:
-Año
Cristiano para todos los días del año. P. Juan Croisset. Logroño. 1851.-La casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.
-Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961.
No hay comentarios:
Publicar un comentario