viernes, 26 de marzo de 2021

El cordero como signo de sacrificio y entrega. 27 de marzo. A las puertas de la Semana de Pasión.

   En mi estudio sobre la simbología y la catequética de la rejería del siglo XVI en la Catedral de Cuenca (libro que saldrá a la venta en la próxima feria del libro), me quedé sorprendido cuando en la base de una de las columnas de altar mayor, traza de Sancho Muñoz, año 1510 y obra de Juan Francés) me encontré con una oveja y dos tréboles; uno delante, debajo de su boca y otro en su parte trasera, sobre su lomo. Eso me llevó a estudiar ambas cosas. (En parte son por estas cosillas, las que me llevan en estos momentos, a descubrirles lo que en su día investigué y que me gustaría, algún día, explicárselas en insitu, en las visitas guiadas de los primeros sábados de mes).
Oveja con tréboles. Columna izquierda de la calle central. Presbiterio.
Obra de Juan Frances. S. XVI. Catedral de Cuenca
Si conocemos un poco la Biblia nos daremos cuenta que desde el A.T. viene tratándose el tema, pues son los profetas Isaías y Jeremías quienes anuncian la llegada de un servidor de Dios dulce como un cordero. El apóstol Pablo, en su epístola a los Corintios (1 Co. 5,7) se refiere a Cristo como el Cordero Pascual que ha sido inmolado. Y San Juan en el Apocalipsis lo cita varias veces, una de ellas dice: “Entonces vi, de pie en medio del trono y de los cuatro Vivientes y de los Ancianos, un Cordero, como degollado…” (Ap. 5,6) y sigue: “Cuando lo tomó, los cuatro Vivientes y los veinticuatro Ancianos se postraron delante del Cordero…” (Ap. 5,8) y el capítulo 6 del Apocalipsis lo titula: Cordero rompe los siete sellos. Por tanto podemos concluir que el que está en el trono es Jesús en todo su poder y deidad. El Cordero es el Hijo de dios.
Hablando del N.T. a Jesús lo identifica como el Cordero que ofrece su sangre para liberarnos de la carga de nuestros pecados (Jn 1,36).
Ya hemos visto el significado del cordero y ¿el Trébol de tres hojas, que pinta con el cordero en la base de la reja del altar Mayor?  Eso me preguntaba yo hasta que encontré el punto de unión. Os contaré la historia que los unirá a ambos.
En la época de predicación y extensión del cristianismo san Pancracio, (el día 17 de marzo os conté su vida) estuvo por las tierras de Irlanda predicando la palabra de Cristo. Su biógrafo cuenta que un día se encontraba junto a un grupo de gente e intentaba explicares el significado de la Santísima Trinidad, pero sin éxito alguno porque no entendían tal concepto de tres en uno. Fue entonces cuando san Pancracio mirando al suelo vio un trébol entre la hierba que estaba a sus pies. Lo arrancó y se lo enseño a su público, explicando que al igual que de un solo tallo de trébol salen 3 hojas diferentes, que serían: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo y los tres eran un solo trébol, igual ocurre con la Santísima Trinidad y fue así como comprendieron el gran Misterio de la Trinidad.
Pues bien, partiendo de estas dos historias podremos afirmar que la representación del cordero con el trébol está representando, además de a Cristo a la Santísima Trinidad. Y el que haya un trébol delante y detrás del cordero nos habla que Dios es presente pasado y futuro, en Él no hay término de tiempo.
Otra forma de representación lo tenemos en el sagrario de la capilla del Espíritu Santo de la Catedral de Cuenca. Un cordero y una cruz. ¿Cómo surge esta representación? Intentaré explicarla.
Sagrario de la capilla del Espíritu Santo.
Catedral de Cuenca.
Según el “Liber Pontificalis”, Constantino el Grande regaló al baptisterio Laterano (1*) una estatua de oro de un cordero derramando agua que fue emplazada entre dos estatuas de plata de Cristo y San Juan Bautista; el Bautista estaba representado portando un rollo inscrito con las palabras: “Ecce Agnus Dei, ecce qui tollet peccata mundi.” Desde el siglo V, la cabeza del cordero empezó a ser rodeada por la aureola. Es menester decir que el cordero representa a Jesús crucificado atravesado por la lanza, el Cordero de Dios que se ofrece en sacrificio por la salvación del hombre. Diversos monumentos también muestran al cordero con su cabeza coronada portando la Cruz. En el año 692, en el Concilio de Constantinopla, para evitar confusiones con otras religiones y creencias que a lo largo de la historia podría surgir simbología similar, como el culto al dios Dionisio, donde los fieles sacrificaban un cordero para inducir al dios a regresar a los infiernos, se impuso que en el arte cristiano se representara a Cristo en la cruz, ya no como cordero sino en forma humana.
Otra forma de representación es el cordero portado en los hombros. Esta escena sobre los hombros del Buen Pastor es un símbolo del alma de los difuntos llevado por Nuestro Señor al cielo. Esta interpretación está en armonía con una antigua oración por los difuntos que dice: “Te rogamos Dios… que seas misericordioso con él en el juicio, habiendo redimido por tu muerte, líbralo del pecado, y reconcílialo con el Padre. Se para él el Buen Pastor y llévalo sobre tus hombros…”
Es San Juan, en su evangelio, quien nos presenta a Jesús como aquel Pastor que se encarga al completo de sus ovejas, las cuida y da la vida por ellas. Así lo expresa: “Mis ovejas escuchan mi voz; yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy vida eterna y no perecerán jamás. (Jn. 10, 27-28).
Publicado en Cuenca 25 de marzo de 2020.
Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.
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1* Baptisterio Laterano es el arquetipo de baptisterio de los primeros tiempos del cristianismo, se remonta a la época del emperador Constantino. Se trata de un pequeño edificio de planta octogonal, próximo a la Archibasílica de San Giovanni in Laterano.

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