Adviento, preparación para la venida del Señor.
El primer período del año litúrgico
comienza con el Adviento. Ésta es una palabra procedente del latín “adventus”
que se puede traducir como “venida”, el cristianismo la tomó para designar un
tiempo de preparación espiritual para la celebración del nacimiento de Cristo.
En la liturgia de la Iglesia da el nombre de Adviento a las cuatro semanas que
preceden a la Navidad, como una oportunidad para prepararse en la esperanza y
en el arrepentimiento para la llegada del Señor. En el caso de la Iglesia
Ortodoxa el Adviento se extiende hasta 40 días, desde el 3 de diciembre hasta
el 6 de enero.
Este periodo de 22 días podemos
revisar cómo ha sido nuestra vida espiritual, nuestra vida en relación en el
Creador y convertirnos de nuevo. Que no sea un tiempo sólo de comprar de
regalos, de celebraciones de empresa,
entre amigos, tal vez, todo esto nos puede llegar a hacer olvidar el verdadero
sentido del Adviento.
Nuestro Templo Magno, nuestra
Catedral nos recuerda el momento con la llegada de la luz solar al medallón de
la Anunciación de la reja de la capilla de los Caballeros. Sobre las 12.30 h la
luz del sol, filtrada por los vítreos del presbiterio ilumina el medallón
recordándonos que comienza un tiempo de preparación, esperanza y
arrepentimiento.
En la liturgia eclesiástica se
elabora una corona de ciprés con cuatro cirios nuevos. Hoy en la Misa se bendecirá
la corona, ella adornará con sus luces y nos irá acompañando y recordando que
Cristo es la Luz del mundo. Su color verde significa la vida y la esperanza. El
encendido semana tras semana de los cuatro cirios significa nuestra gradual
preparación para recibir la Luz de la Navidad que es Jesús.
Publicado en Cuenca, 2 de diciembre de 2018. Actualizado el 3 de diciembre de 2023.
José María Rodríguez González. Profesor e investigador
histórico.
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