Paolo-Girolano
de Casa-Nuova, genovés hijo de marineros, formado en Roma, franciscano en el
convento de San Buenaventura, en el Palatino, donde se conservan sus reliquias,
es uno de los grandes santos de la era de la Ilustración, contemporáneo de
Voltaine, aunque no fue un combatiente de ideas, sino de piedad.
San Leonardo de Puerto Mauricio. |
El siglo XVIII
es atronador de ideas, pero san Leonardo no quería discutir con nadie. Y
cuando, según la tradición, la Virgen le sano de una tisis considerada mortal,
decidió dedicarse todo el resto de su vida (cuarenta y tantos años) a la
predicación ambulante a las misiones que le llevaron a recorrer una y otra vez
Italia entera.
“Gran cazador del
Paraíso”, como lo llamaba su amigo el Papa Benedicto XIV, tenía una palabra
irresistible, y el ejemplo de sus mortificaciones, de su vida de oración, y la
calidez sencilla y emotiva de lo que decía, produjeron efectos inmensos en su
auditorio. Descalzo, ardiente, incansable, predicó más de trescientas misiones,
empleando el tiempo que le había regalado Nuestra Señora en convertir a los
demás.
El centro de
sus pláticas solía ser la Pasión, y la práctica de piedad más recomendada, el
Vía Crucis, devoción que gracias a él se extendió por todo el mundo, y fue
asimismo un celoso propagador de la adoración perpetua del Santísimo
Sacramento. Cuando contrajo su última enfermedad se negó a dejar de celebrar la
misa, “que vale más que todos los tesoros de la tierra”. También fue apóstol de
las “tres Avemarías”, gracias a él
esa oración tuvo una gran difusión. Murió el 26 de noviembre de 1751 en Roma.
San Leonardo
no es el nombre de las polémicas filosóficas, intelectuales, del siglo de las
luces, pero como tantos otros miles de sacerdotes y religiosos cuidó de la
intendencia de la espiritualidad, manteniendo viva la fe del pueblo en medio de
la tormenta. Voltaire ignoró su nombre, pero no tenía peor enemigo que este
humilde franciscano.
Fue canonizado
en el año de 1867, por el Papa Pío IX y nombrado patrón de las misiones populares
por el Papa Pío XI en el año 1923.
Publicado en Cuenca, 26 de noviembre
de 2019 y actualizado el 26 de noviembre de 2022.
Por José María
Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.
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