Santa Bibiana, mártir (siglo IV). Festividad del 2 de diciembre.

   El Papa Simplicio levantó una basílica en el Esquilino en su honor, en la segunda mitad del siglo V. Esta noticia viene en el Libro Pontifical por lo que es de entera seguridad, y dice así: “Dedicó una basílica dentro de la ciudad de Roma, junto al palacio Liciniano, a la bienaventurada mártir Bibiana, donde descansa su cuerpo”.

Santa Bibiana de Roma, mártir.

León III enriqueció la basílica con su liberalidad y en el Pontificado de Honorio III aparece el monasterio de Santa Bibiana. Urbano VIII, en el año 1625, emprendió la restauración de la iglesia de Santa Bibiana, que perdura todavía en Roma. Desde entonces data su fiesta en el Misal.

Ateniéndonos a las Actas, los padres de santa Bibiana fueron también mártires, oo mismo que otra hermana suya, por nombre Demetria. El padre se llamaba Flaviano y había sido prefecto de Roma. Encarcelado por cristiano en tiempo de Juliano el Apóstata, se negó con firmeza a adorar a los ídolos, le marcaron en la frente el sello de los esclavos y lo desterraron a la Toscana, donde murió a fuerza de privaciones y malos tratos.

La madre se llamaba Dafrosa. Fue encerrada con sus dos hijas en una habitación de su casa, para que murieran de hambre. Al fin le cortaron la cabeza con una espada.

Bibiana y Demetria perdieron todos los bienes de sus padres. Fueron encerradas en la cárcel, con orden de que no se les diese de comer. Dios las alimentó milagrosamente y salieron más jóvenes y fuertes de la oscura prisión. Confesaron valientemente su fe y renunciaron a todas las promesas y halagos temporales. Demetria murió a consecuencia de los males tratos de la prisión y voló al cielo el 21 de junio del año 362.

Bibiana sola en la tierra fue entregada a una mala mujer, Rufina, con la idea de que pervirtiese su corazón y la ganase para el culto de los ídolos. Permaneció firme en la fe de sus padres, como una estatua de mármol, insensible a las caricias y a las injurias. Entre los azotes que llovieron sobre su cuerpo, entregó su alma a Jesús un año después que su hermana, el 2 de diciembre del año 363.

Es patrona de los epilépticos.

Publicado en Cuenca, 2 de diciembre de 2020 y 2 de diciembre de 2023.

    Por:  José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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FUENTES CONSULTADAS:

-Año Cristiano para todos los días del año. P. Croiset. Madrid. 1846.

-La casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.

-Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961.