Los conventos de monjas
Entre los siglos XIV y
XVIII en Cuenca (3ª parte)
Esta tercera parte reflejaré los
conventos que se fundaron en Cuenca, de los que se tiene documentación
acreditativa.
El de Benedictinas, con
advocación de Ntra. Sra. de la Concepción, titulado de San Benito, es de la
filiación del Obispo. Se fundó por el año 1446, por encargo y comisión que el
fundador D. Pedro Arias Bahamonde, Canónigo que fue de Cuenca, Deán de Orense,
Arcediano de dicha iglesia y luego Obispo de Mondoñedo, dio a D. Nuño Álvarez de Fuente Escalada, Chantre
y Canónigo de Cuenca, quien dispuso y efectuó la fundación. Solicitó que el Sr.
D. Lope de Barrientos, Obispo de Cuenca, le uniera ciertas prestameras para
manutención y tener capellán que le dijese misa, y esta unión la aprobó el Papa
Nicolás V en el año de 1452. Antes fue casa de beaterio, y las doce beatas que
en él había profesaron en un mismo día siendo la abadesa María de Almendros.
El convento de la Concepción
Francisca, su advocación Ntra. Sra. de la Concepción, es el único que había
fuera de las murallas de la ciudad, en sus arrabales. Su fundador fue Álvaro
Pérez de Montemayor, Canónigo de Toledo, que otros llaman con más propiedad
Álvaro Sánchez de Teruel. La escritura de contrato para esta fundación la hizo
en Toledo el 26 de abril de 1504, y se efectuó en el mismo año, sirviendo de
iglesia la ermita de la Santísima Trinidad. Vino a fundar este Monasterio Dª
Isabel de Álvarez, abadesa que fue de Santa Clara de Alcocer, con otras
religiosas de aquel convento. A los tres años se volvieron a Toledo con otras
tres religiosas, y fue su abadesa treinta años, hasta el año 1557 en que murió
con fama de santidad.
El de San Lorenzo Justiniano, con advocación de San
Pedro Apóstol, fue fundado por D. Alonso Ruiz, Canónigo de Cuenca, por el año
1509. En este año, dicen las constituciones de dicho convento que se presentó
la comisión del General de la Orden, Francisco de Padua, Prior del Monasterio Santi Salvatoris de urbe, que residía en
Roma, y que no pudiendo venir a visitarlo personalmente, cediendo su horno al
Deán y Cabildo de esta Catedral de Cuenca, para que fueran sus patronos. La
bula de aprobación se despachó en Roma por Leonardo, presbítero, Cardenal de
Santa Susana, en virtud de comisión Papal, sellada con el sello de la
Penitenciaría 25 de junio en el año tercero del Pontificado del Papa León X y
en ella se hace expresión de que llevaban ya seis años de clausura y que era
las fundadoras Juana y Aldonza de Arnero.
El de las Angélicas, de la Orden
de San Francisco, su advocación Ntra. Sra. de Guadalupe y de la Concepción, estaba bajo la protección
del Cabildo de la Catedral de Cuenca. Su fundador fue D. Constantino Castillo,
Comendador de la Mota y Canónigo de Cuenca, quien en su testamento otorgó el 4
de septiembre de 1561, dejó encargado para a conclusión de la fundación y
ordenar los estatutos a su testamentario y sobrino D. Juan Antonio Castillo, Deán
y Canónigo de esta Catedral.
Las primeras fundadoras fueron del
convento de la Concepción Franciscana de esta ciudad. El monasterio se
construyó en las casas de morada del mismo D. Constantino Castillo, sirviendo a
Las religiosas de iglesia parroquial la de San Nicolás, por concordia y permiso
de su Cura, Beneficiado y Mayordomo, aprobada por el Provisor eclesiástico,
Sede vacante, el 10 de septiembre de 1589. Desde las expresadas casas se diño comunicación
con la tribuna para que les sirviera de coro, y lo demás para enterramientos;
lo que duró hasta el año de 1619 en que se mudaron a la nueva iglesia.
El convento de las Bernardas, su
titular la Concepción de Bernarda, era de la filiación de los Obispos de Cuenca.
Su primera fundación fue en Moya, en el arrabal de Santo Domingo, donde no hay
memoria del tiempo en que se fundó. Se mudaron las religiosas a Cuenca por el
año de 1558, en tiempo del Obispo D. Pedro de Castro. Vinieron seis y la más
antigua de ellas Inés Osorio, había tomado hábito en Moya el año de 1538. Fundaron
el nuevo convento en la casa-hospicio de San Sebastián, en el 7 de enero del
año 1571. El Obispo de Cuenca D. Fr. Bernardo de Fresneda dotó al convento de
unos juros y se adjudicó el patronato de esto monasterio, dejándolo en herencia
a un hermano suyo con el derecho de la presentación de dos plazas de religiosas
de su linaje, o fuera de él si no hubiese quien las pretenda de las primeras.
El de las Carmelitas Descalzas de
Santa Teresa, su titular San José, estaba bajo la dirección de los religiosos
de su orden. Su primera fundación fue en Huete en el año 1588, y se trasladaron
a cuenca en 1603. Fue la fundadora la madre Isabel de San José, hija de D.
Alonso de Ribera Coello y Sandoval y de su mujer Doña Juana de Hinestrosa y
Guzmán de la casa de los Condes de la Ventosa, señores de Villarejo de la Peñuela.
Residían estos señores en la villa de Molcalvillo de este Obispado, donde nació
su hija Dª Isabel el 7 de maro de 1562 y otro hermano llamado D. Alonso, que también fue Carmelita
Descalzo y dos veces General de la Orden. Vinieron a fundar a Huete desde el
convento de Burgos , Ana de la Cruz y Mariana de San Ángelo; del convento de
Malagón María de Jesús, del convento de
Salamanca, Ana de San Antonio y del convento de Toledo, Águeda de San José y
Catalina de la Cruz. Entraron las fundadoras en Huete el 6 de agosto de 1588 y
ese mismo día tomó el hábito doña Isabel, a los diez años la hicieron Priora.
En 1603 pasó a Cuenca con todas sus religiosas a la nueva fundación, donde
murió el 26 de enero de 1648.
He de destacar que para su
fundación del convento e iglesia contribuyeron algunos devotos con limosnas,
como: D. Gerónimo de Aguilar, con 4.000 ducados, el Rey Felipe IV, en su
estancia en Cuenca, año 1642, dió 3.000 ducados. Bendijo la iglesia el Obispo
de Cuenca D. Enrique Pimentel, el 3 de Abril de 1646.
Cuenca, 9 de septiembre de 2018.
José María Rodríguez González.
Profesor e investigador histórico.
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