Como esta
cuarentena se está alargando creo interesante hablaros de la simbología
cristiana de todos esos símbolos que forman parte de nuestra vida, que los
vemos pero no sabemos su significado, que están entre nosotros y no los
apreciamos.
En los
mercadillos medievales, en los puestos callejeros, en las tiendas de suvenir
proliferan, están presentes, nos pueden gustar o no, pero siempre nos entran
ganas de poseer alguno de ellos sin saber que nos puede aportar o que significado
tienen en el mundo de los símbolos.
Por todo ello
voy hablaros de la cruz, el cordero, el crismón, la paloma, el alfa y la omega;
de la Tao, de la medalla milagrosa, del crismón, del ancla, del significado del
888, del pavo real y de otros que son contrarios al cristianismo como: la mano
cornuda, el hexagrama, el pentagrama invertido, de los números 666, de la A de
anarquía que la vemos pintada por los paredes de nuestra ciudad; de la cruz
invertida.
Iré haciendo
un repaso por este mundo simbólico que existe pero no sabemos qué es lo que nos
quiere decir, de esta manera sabernos que tienen de malo o bueno cada uno de
ellos y lo que nos puede transmitir e incluso saber cómo es la persona que lo
porta, consciente o inconscientemente pero nos da una idea de su pensar y de
sus creencias.
Y ya que
estamos con todo esto también hablaré sobre los fenómenos ocultos como
adivinación y profecías, criaturas misteriosas que están en la rejería del siglo
XVI en la Catedral de Cuenca, los sueños y fantasías; el tiempo y el espacio,
etc. No se si os parece interesante todo ésto pero a mí me fascina y gracias a
entrar en este mundo lleno de símbolos y misterios pude descifrar la
iconografía del siglo XV de los arcos ojivales de la Catedral y apreciar el
contenido catequético que hay expresado en las rejas del siglo XVI de nuestra
Basílica Catedral.
Espero que con
todo esto os de argumentación para que os distraigáis y se os haga más
llevadero el tiempo de la cuarentena que nos obliga a estar enclaustrado en
casa.
Un gran abrazo
y hasta la primera aportación.
Cuenca, 23 de
marzo de 2020.
José María
Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.
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