martes, 7 de mayo de 2019

San Miguel, su primera aparición y festividad.

La aparición de San Miguel
Hoy 8 de mayo celebramos la aparición del Arcángel San Miguel. Esta fiesta se ha suprimido en la última reforma del Misal Romano en el año 1960, como veis no hace tantos años de ello y sólo se conserva la fiesta del 29 de septiembre.
Con la presentación del libro “Aggelos“, sobre la parte angelical de la Catedral de Cuenca y su posterior visita, para aprecian in situ, lo contenido de mi trabajo, no puedo dejar pasar de largo esta festividad de uno de los Arcángeles más importantes de la jerarquía angelical.
Arcángel San Miguel
Retablo de Santa María de todos los Santos
Catedral de Santa María de Cuenca
Miguel, cuyo nombre en hebreo significa ¿Quién como Dios?, como he dicho, es el principal de los ángeles que en particular y con nombre propio se conoce y se venera en la Iglesia. En la Sagrada Escritura se habla expresamente de él, como príncipe y protector de Israel, como capitán de los ángeles que lucharon en una gran batalla contra los ángeles que se rebelaron contra su Creador, capitaneados estos por el diablo llamado Satán, representado en la imaginería con forma de dragón.
La Iglesia no ha definido nada sobre San Miguel, pero las creencias del pueblo cristiano y sus Doctores sí, resumiendo los hechos en estas tres creencias:

1º San Miguel era antes de Cristo el Ángel Custodio del pueblo judío y ahora de la Iglesia.
2º San Miguel tiene el cargo de admitir o no admitir en el Paraíso las almas. El Oficio romano lo llama Prepósito del Paraíso, y el ofertorio de la Misa de Difuntos, abanderado que presenta las almas en la luz de la gloria. Por el interés de San Miguel con las almas del Purgatorio, se solía antiguamente levantarle en los cementerios una capilla. Los artistas de la Edad Media han representado a San Miguel en el tímpano de las puerta principal de las catedrales, a los pies del soberano Juez, con una balanza donde pesa a las almas, como encarnando aquel papel de discernimiento entre buenos y malos, que Cristo atribuye a los ángeles.

3º Creencia es que San Miguel es el príncipe de todos los ángeles que permanecieron fieles a Dios. La historia eclesiástica nos lo muestra muy venerado desde los primeros tiempos. Se nos dice que dio la victoria a Constantinopla y es cierto que aquel príncipe le dedicó una capilla cerca de Constantinopla. Más tarde edificó otra Justiniano enfrente de la misma ciudad, sobre el promontorio que mira a Asia.
En Occidente la protección de San Miguel se hace sentir ya en el siglo V en Italia, y por eso vemos a diversos Pontífices romanos levantar iglesias en su honor.

La fiesta que hoy celebramos conmemora la aparición de San Miguel en el Nombre Gárgano el año 492 y cuyo santuario se remonta a la primara mitad del siglo VI.
Roma, que desde San León Magno celebraba el Nacimiento de la basílica del  Arcángel en la Vía Salaria el 29 ó 30 de septiembre, se abstuvo por mucho tiempo de celebrar la aparición en el Monte Gárgano. En el siglo XI se había olvidado ya la festividad de la basílica Salaria y refundieron las dos festividades, la del 8  de mayo, aparición sobre el Gárgano y la del 29 de septiembre, dedicada a la primera iglesia en Roma.

En monte Gárgamo está en la provincia italiana de la Pulla. Cuenta la tradición que un hombre rico tenía allí un gran rebaño de ganado vacuno. Habiéndose extraviado uno de los toros, fue hallado dentro de una cueva. Trataron de sacarlo, pero no fue posible. Consultaron alarmados al obispo, que pidió tiempo para orar y ayunar. Se le apareció San Miguel y le dijo que aquella cueva estaba bajo su protección, que se debía levantar allí una capilla en su honor, donde él derramaría los auxilios de su poderosa intercesión.
Hasta San Pío V, parece que en este día 8 de mayo se conmemoraba desde el año 663, más que la aparición de San Miguel, una victoria cristiana por la intercesión del Arcángel.

San Miguel representa el grito de la humanidad cristiana: ¿Quién como Dios?, y por eso es también la gran fortaleza del cristiano. San Miguel ejerce un papel importantísimo en la vida del pueblo judío y en la del pueblo cristiano. La devoción a San Miguel como vencedor de Satanás tiene una importancia y un fundamento que no se encentra en la de los otros Santos. San Miguel ha sido escogido por Dios como defensor  abogado de los cristianos. Se dice que después de San José, como padre de Jesús, no hay otro más importante que San Miguel como mediador entre Dios y el hombre.

Cuenca, 8 de mayo de 2019.
José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico 

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