viernes, 7 de abril de 2023

El Viernes de Dolores

Devoción a la Virgen de los Dolores o Virgen de las Angustias.
Entre las naciones que se han distinguido en el culto y devoción a la Virgen de los Dolores, destacan de manera singular España e Italia. En el año 1373, el Rey de Portugal Fernando con los principales caballeros de su corte y casi la totalidad del pueblo, juntamente con los reyes Enrique de Castilla, Pedro IV de Aragón y Juan de Navarra se inscribieron en la Cofradía de Nuestra Señora de los Dolores.

Después de la devoción al Santísimo Sacramento, la que el beato Ángel de Acri predicaba, tenía por costumbre erigir un Calvario a fin de recordar más vivamente al pueblo las verdades que acababa de anunciarles. La devoción a la Virgen de los Dolores se propagó así por varias comarcas de Italia, pero especialmente en Calabria donde aún, en nuestros tiempos, son muchos las fieles que rezan diariamente en Oficio de los Dolores.
Estos ejemplos y otros muchos que pueda citar prueban claramente que la devoción a la Virgen de los Dolores se ha practicado en todo tiempo en la Iglesia escogiéndose el un día en el año para consagrarlo de manera especial a honrar el misterio de los Dolores de María. 

Esta fiesta fue instituida en el año 1423 por el arzobispo de Colonia, oficialmente en su diócesis por un decreto sinodal con el fin de reparar las ofensas que los husitas habían hecho a la Madre de Dios en sus imágenes. El Papa Benedicto XIII por un breve que data del 22 de agosto del año 1727, la inscribió solemnemente en el ciclo litúrgico de la Iglesia con el nombre de Fiesta de los Siete Dolores de la Bienaventurada Virgen María, señalando su oficio para el viernes que precede al Domingo de Ramos.
En Cuenca lo llamamos Viernes de Dolores y muchísimos devotos vamos a visitar a la Virgen en el Santuario de Las Angustias. Esta devoción nos conduce al amor de Jesús crucificado haciéndonos respirar y vivir una atmósfera de preparación a la Semana Santa, a sus desfiles y a la Cruz proyectada por sus calles con el paso de las procesiones. Que la Pasión, vista a través de María, nos haga olvidarnos de nosotros mismos y proyectemos nuestra caridad en la bondad infinita de Nuestro Señor en estos días.

Publicado en Cuenca, 11 de abril de 2019 y vuelto a Publicar el 8 de abril de 2022
Por José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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