lunes, 1 de mayo de 2023

San Atanasio, Obispo y Doctor de la Iglesia. (295-373). Festividad del 2 de mayo

  Es uno de los doctores de la Iglesia griega, cuyo nombre ha sido siempre en toda la cristiandad sinónimo de firmeza inquebrantable: inconmovible en la fe como Atanasio, podría decirse, resistiendo coacciones, amenazas, halagos y destierros.

Nació en Alejandría el año 298 de una familia distinguida; fue educado en casa del obispo, y recibió su formación literaria en la escuela catequética, y la espiritual entre los monjes del desierto.

En el año 325 asiste como diácono de su obispo Alejandro al Concilio de Nicea, donde es definida la consubstancialidad del Hijo y del Padre, en una frase que parece fue propuesta por el gran obispo español Osorio. Cristo era homoousios tô Patri consubstantialis Patri.
San Atanasio

Cinco veces fue desterrado de su patria, pero jamás dio un paso cobarde y fueron muchos los que no desfallecieron en la confesión de la verdadera fe, gracias a su ejemplo y exhortaciones. El cristianismo estaba dividido en su tiempo en dos bandos diametralmente opuestos: los católicos que aceptaban el Credo de Nicea y los arrianos discípulos de Arrio, que lo rechazaban. San Atanasio es el representante genuino, el caudillo valiente de los católicos.

Fue nombrado obispo de Alejandría en el año 328, cuando Eusebio de Nicomedia iniciaba su lucha contra el Concilio de Nicea. San Atanasio sale al encuentro desde un principio a favor de la fe católica y ya todo el encono de los arrianos se dirige concretamente contra él. Constantino se asusta y cree que para mantener la paz cristiana, hay que desterrar a san Atanasio de Alejandría y lo recluye en el año 335 en Tréveris.

A los dos años, con la muerte de Constantino (337-338), vuelve a Alejandría para emigrar nuevamente ante la violenta ocupación de las iglesias por parte de los arrianos eusebianos, a quien favorecía el emperador Constantino.

Sale desterrado en el 340 y se dirige a Roma. Este segundo destierro duró noventa meses y tres días. EL 21 de noviembre del 346 pudo volver a su sede, con júbilo del pueblo fiel. Tiene diez años relativamente tranquilos, la década áurea de su vida donde despliega una admirable actividad personal y literaria a favor de la fe y gobierno de su diócesis.

En el 356 tiene nuevamente que huir de Alejandría y se oculta entre los monjes de Egipto, porque había irrumpido con cinco mil hombres en su catedral y amenazaba darle muerte. Este tercer destierro dura seis años.

Desde los refugios inaccesibles del desierto de Nitri siguió gobernando su diócesis e instruyendo al mundo católico con sus cartas y estudios. Escribe a los obispo de Egipto y Libia, al emperador, a Leoncio de Antioquía, a los monjes.

En el 362 vuelve otra vez a su ciudad, entre las aclamaciones delirantes de su pueblo; pero pronto tiene que empezar su cuarto destierro, porque Juliano le manda salir de Alejandría y de todo Egipto. Es una nubecilla que pasará pronto, dice al alejarse de los suyos. Y la nubecilla dura quince meses y tres semanas. Al morir Juliano, el 26 de junio del 363, puede volver a su sede.

Muy poco tiempo llevaba en Alejandría cuando Valente, que había sido asociado por su hermano Valentiniano al imperio, le envió la orden de desterrarse por quinta vez. Se quedó escondido en los arrabales de la ciudad. A los cuatro meses, un notario imperial le traía la revocación del destierro. Y empieza la última etapa de su vida el 1 de febrero del 366 hasta el 2 de mayo del 373, en que muere gloriosamente, cuando la lucha por la divinidad de Cristo tocaba a su fin.

San Atanasio debe ser considerado como uno de los más valientes y fervorosos soldados que ha tenido Cristo en la historia de la Iglesia.

Publicado en Cuenca, 2 de mayo de 2020.

Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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FUENTES CONSULTADAS:

-Año Cristiano para todos los días del año. P. Juan Croisset. Logroño. 1851.

-La casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.

-Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961.


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