miércoles, 30 de abril de 2025

Efemérides conquenses del 1 de mayo. Toma posesión de la mitra de Cuenca el obispo D. Felipe Antonio Solano (1 de mayo de 1779).

     Nace este prelado en Castel-frío, del obispado de Osma el 13 de marzo de 1724. Fueron sus padres D. Juan Pascual Solano y Doña María Josefa Marín y Ruiz, quienes le procuraron una selecta educación moral y literaria, mandándole a estudiar a la Universidad de Alcalá de Henares de donde fue catedrático de Teología.

Catedral de Cuenca.

    Fue presentado para la Mitra de Puerto Rico, que no aceptó, y en marzo de 1774 el rey Carlos III le presentó para la de Ceuta. El papa Clemente XIV pasó la gracia, y en junio del mismo año le consagró en Madrid el Ilmo. D. Felipe Beltrán, inquisidor general. A los tres años murió el Ilmo. Sr. Pavón, y el rey Carlos III le presentó para el obispado de Cuenca. Después de las bulas del papa Pío VI, el Sr. Solano tomó posesión el 1 de mayo de 1779 por su apoderado D. Tomás Melgarejo, Deán y Canónigo de esta santa iglesia catedral, y entró en esta ciudad el 29 de junio del mismo año.

Cuenca, 1 de mayo de 2021. Actualizado el 1 de mayo de 2025.

José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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Fuentes documentales:

-Noticias de todos los Ilmos. Srs. Que han regido la diócesis de Cuenca. Trifón y Soliva. 1860

-Noticias y tributo a San Julián D. Rogelio Sanchiz Catalán. Cuenca. 1909.

 

San José Obrero. 1 de mayo

    Esta fiesta, se puede decir, que es una festividad del siglo XX, al haber sido proclamada por Pío XII en el año 1955. El día uno de mayo en la plaza de San Pedro, ante una muchedumbre de más de 150.000 trabajadores, dijo el Papa: “Desde un principio pusimos vuestras asociaciones bajo el poderoso patrocinio de San José, porque no podía haber mejor protector para ayudaros a empapar vuestra vida con el espíritu del Evangelio. Desde hace tiempo el enemigo de Jesucristo siembra cizaña en el pueblo, sin encontrar siempre una eficaz resistencia de parte de los católicos. Particularmente en el sector de los trabajadores ha hecho y hace todo lo posible por difundir falsas ideas sobre el hombre y el mundo, sobre la historia y la estructura de la sociedad y de la economía. San José Obrero es el humilde obrero de Nazaret que no solo encarna delante de Dios y de la Iglesia la dignidad del obrero manual, sino que es también el próvido guardián de vosotros y de vuestras familias”.
Imagen de San José con el Niño en brazos.
Catedral de Cuenca
    En los primeros siglos el pueblo cristiano miraba a San José como un intercesor nato de la Iglesia, sobre todo en el sector humilde y artesano. Siguiendo este sentido, Pío IX nos habló primero de San José Como Patrono universal y Pío XII proclamó especialmente el patrocinio sobre el mundo obrero. En 1819 se encontró una piedra con una inscripción en griego, en la que decía: “Oh Santo José, asísteme en mis trabajos y dame gracia”. Esta inscripción parece ser del siglo IV o V y podría tenerse como el primer documento del culto privado que se realiza a San José.

Feliz día del trabajo.
Cuenca, 1 de mayo de 2021. Actualizado el 1 de mayo de 2025.

José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

martes, 29 de abril de 2025

San Pío V (1504-1672). Festividad del día 30 de abril.

   Hoy para finalizar el mes nos propone el Santoral Católico a san Pío V, un fraile dominico que ocupó el Vaticano sólo seis años y que fue canonizado en 1712 por Clemente XI.

Se llamaba Antonio Ghisliere, piamontés de origen muy humilde, ingresó en la orden dominica, fue inquisidor en la diócesis de Como, y ya en la cincuentena, obispo, cardenal y en 1666, Sumo Pontífice, tras un agitado cónclave en el que patrocinó su elección san Carlos Borromeo, sobrino del difunto Pío IV, quien no había mantenido buenas relaciones con el que fue su sucesor.
San Pio V

Era notorio que el nuevo papa no iba a ser blando y transigente, y así fue. Vivía como en un convento, con gran austeridad, celebraba misa todos los días (algo infrecuente por aquella época), muy caritativo y constante en las lecturas piadosas y el rezo del rosario (sus atributos son un crucifijo y un rosario).

Enérgico y de una independencia férrea, se tomó muy en serio sus deberes. En la ciudad de Roma reprimió implacablemente toda mundanidad, vicio y escándalo, y respecto al conjunto de la Iglesia aplicó las normas de Trento sabiamente que urgían las reformas más profundas. Ya en 1566 publica el famoso Catecismo trentino que lleva su nombre, que luego haría reeditar a santo Tomás, refunde el breviario y el misal, combate la simonía y el nepotismo, vigila la elección de obispos.

Duro y no siempre acertado en asuntos de política, se enfrenta a Felipe II, excomulga a Isabel de Inglaterra y forma una liga con España y Venecia que tiene sus frutos en la victoria de Lepanto, tras la cual instituye la fiesta de Nuestra Señora del Rosario. Hombre de acción y de oración, tal vez en ocasiones demasiado fraile, da toda su medida en una dolorosísima muerte (Se le hallaron en la vejiga tres piedras de seis onzas) mientras rezaba: “Tu que aumentas el dolor, aumenta también la paciencia”. En su sepulcro de santa María la Mayor está barbada y sonriente, bendiciendo con un gesto augusto y paternal de serenidad.

Publicado en Cuenca, 30 de abril de 2020. Actualizado 30 de abril de 2025

Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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FUENTES CONSULTADAS:
-Año Cristiano para todos los días del año. P. Juan Croisset. Logroño. 1851.
-La casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.
-Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961.


Efemérides conquenses del 30 de abril. Visita del rey Felipe II a Cuenca.

     El rey Felipe II vino a Cuenca invitado por el obispo D. Bernardo de Fresneda, acompañado de muchos personajes.

¿Por qué vino el rey Felipe II a Cuenca? ¿Quién era Fray Bernardo de Fresneda? Para contestar hay que empezar por nombras a nuestro gran Patrón San Julián. ¡Vamos Allá!

Dos reales acuñados en Cuenca (Casa de la Moneda) en tiempos de Felipe II

La multitud de enfermos curados milagrosamente por la intercesión de San Julián, hizo que constantemente llegasen gran número de aquéllos a la Catedral de Cuenca en súplica y ruego de exposición del Santo cuerpo, seguros de que a su vista y contacto hallarían remedio sus dolencias. Tan reiteradas instancias obligaron al Cabildo a manifestar repetidas veces el cuerpo del glorioso Obispo, haciéndose tres veces en el mes de Mayo de 1518, una en junio y otra en agosto.

El rey Felipe II, a cuya noticia llegaron los numerosos milagros de San Julián, y el estado de asombrosa incorrupción de su cuerpo, accediendo a la invitación que le hiciera su confesor, el Obispo de Cuenca Fray Bernardo de Fresneda, determino visitar la San Julián, y al efecto, vino a esta ciudad el domingo, 30 de abril de 1564.

He de decir en pro de nuestro obispo Fray Bernardo que el aprecio del rey Felipe II desde que le confió su conciencia, fue siempre en aumento y fue él quien colocó la primera piedra en la octava maravilla del mundo, el templo del Escorial el 30 de agosto, día de san Bernardo al igual que fue él también quien colocó la primera piedra del convento de Ntra. Sra. de los Remedios en Madrid el 4 de septiembre de 1664.

Después de este inciso continúo con la visita de Felipe II a Cuenca.

Al día siguiente, o sea, el 1 de mayo de 1564, después de oír Misa mayor, subió a la galería y vio y reverenció el santo cuerpo en unión del Obispo, Dignidades y Canónigos de esta Catedral, de los Justicias de la ciudad y de los Príncipes de Bohemia y de Parla, del Arzobispo de Burgos, del Nuncio de Su Santidad y de otras muchas personas que le acompañaron en su viaje, quedando todos maravillados del estado del cuerpo y de la justicia y razón que, de ser milagroso, tenía por toda España.

Cuenca, 30 de abril de 2021. Actualizado 30 de abril de 2025.

José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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Fuentes documentales:

-Noticias de todos los Ilmos. Srs. Que han regido la diócesis de Cuenca. Trifón y Soliva. 1860

-Noticias y tributo a San Julián D. Rogelio Sanchiz Catalán. Cuenca. 1909.

Visita guiada gratuita de los primeros sábados de mes. Siglos XX

Recordaros que mañana, 30 de abril, a las 18 horas en el salón de actos de la Diputación, presentaremos mi últumo trabajo: "La realidad de un sueño".

 Como en anteriores visitas se precisa, para su participación, mandar un correo: chemarogo@gmail.com para que sea incluido en el grupo, éste no será superior a 35 personas. Sábado 3 de mayo a las 11:00h.


Ángel sonriente. Triforio Catedral de Cuenca.

Siguiendo con las visitas de los primeros sábados de mes, llegamos al siglo y XX, un periodo un tanto especial pues la ciudad de Cuenca.

El siglo XX comienza para la Catedral con una gran desgracia. La caída de la torre del Giraldo.

Situada en el lado norte, se alzaba sobre las torres del Gallo y de la Saeta que culminaban la fachada. Fue en la mañana de un 13 de abril de 1902 cuando se vino abajo. Un informe enviado al Gobierno en 1888 por parte del cabildo y el Obispo acreditaba su mal estado.

En el siniestro perecieron María Antón, de 20 años, hija del campanero. Gregorio López Ochoa de 10 años, Reyes López de 8 años, José López y Alejandro Mena de 15 años. El salvado Francisco Requena de 15 años.

Cuenca, 29 de abril de 2025.

José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

lunes, 28 de abril de 2025

San Pedro de Verona, mártir. (1206-1258). Festividad del 29 de abril.

   La fe es el tesoro más precioso, no sólo para cada alma en particular sino aun para los estados y el mundo en general. Por esto, en las épocas de intensa religiosidad, como en la Edad Media, la herejía era considerada como un delito y, después del anatema de la Iglesia, seguía el castigo de la autoridad civil.

San Pedro, dominico ilustre del siglo XIII, murió en su oficio de inquisidor el 6 de abril de 1252, a los cuarenta y seis años. Había nacido en Verona en el año 1206, cuando en las ciudades del norte de Italia pululaban los herejes valdenses, albigenses, pobres de Lyón, cátaros y patarinos. En el seno mismo de su familia reinaba el desconcierto religioso y la herejía. Providencialmente, estudiando en la Universidad de Bolonia, conoció a santo Domingo de Guzmán y, por gracia espiritual de Dios, se decidió a verter el hábito blanco de los Hermanos Predicadores. Desde entonces su vida entera es un anhelo constante de lucha para convertir herejes, defender la verdad, deshacer sofismas, combatir errores.

Poseía un don especial para la predicación y conversón de los herejes. Sus superiores lo envían a predicar a la Toscana, a la Romaña, la Marca de Ancona, a Bolonia y a Milán. El año de 1232, Gregorio IX, conocedor de su ciencia y de su celo, lo nombra inquisidor general. No por esto interrumpe su cargo de predicador. Los milagros son ya la confirmación y la fuerza de sus palabras. En Milán siente un día el peso de la batalla y la nube gris del desaliento. Se postra ante los pies de la Virgen y oye en el secreto del alma aquellas palabras del Evangelio: “Pedro, yo he regado por ti para que tu fe no desfallezca. Adelante y persevera en tu primer trabajo”. Desde aquel día el celo de la fe crece en su corazón.

De Milán pasa a Cesena; de Cesena a Ravena, Mantua y Venecia. Viene a Como, nombrado prior del convento, con la experiencia de gobierno que había adquirido en las casas de Plasencia, Génova y Aosta. La luz de la verdad brilla por dondequiera que pasa. Tiene en sus labios la fuerza del Evangelio de Cristo. Dios le ha hecho presentir su muerte.

Un día predicando termina con estas palabras: “Yo sé que la sinagoga de los malvados ha decidido mi muerte, sé que va está depositado el dinero que se ha de dar al asesino. Hágase como quieren. No tardarán en darse cuenta de que mi muerte va a hacerles más daño que mi vida”.
Martirio de san Pedro de Verona.

Esto lo decía el Miércoles Santo. El 5 de abril va a Coma de Milán, solo, rezando el Salterio, cuando en un bosque, a las dos de la tarde, le sorprende un asesino, que le descarga un golpe de hacha en la cabeza. El mártir cae al suelo, tiene serenidad para ponerse de rodillas, reza el Credo, ofrece su vida en sacrificio y con la misma sangre que sale a borbotones de su cabeza, escribe en la tierra estas palabras, que se han hecho clásicas en las representaciones del Santo: “Credo in Denun” – Creo en Dios. Su asesino se convirtió después. El Papa Inocencio IV decretó su canonización el año siguiente y Sixto V introdujo su nombre en el calendario de la Iglesia universal.

Publicado en Cuenca, 29 de abril de 2020. Actualizado el 29 de abril de 2025.

Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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FUENTES CONSULTADAS:
-Año Cristiano para todos los días del año. P. Juan Croisset. Logroño. 1851.
-La casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.
-Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961.










domingo, 27 de abril de 2025

Santa Catalina Labouré (1806-1876). Festividad del 28 de noviembre.

    Ayer hablábamos de la Medalla Milagrosa, la cual se la debemos a esta religiosa que nació en Fain-les Moutiers, el 2 de mayo de 1806. El 21 de abril de 1830, con 24 años, entró en la Compañía de las Hijas de la Caridad. Su muerte acaeció el 28 de mayo de 1933 y fue canonizada el 27 de julio de 1947.

Santa Catalina Labouré

Catalina la trabajadora parece decir su nombre, la activa y la oscura, la humilde y la obediente. Así fue desde su niñez, sustituyendo a su madre cuando murió, en la dirección de la granja paterna, cuidando a diez hermanos, atendiendo a todo y aún encontrando tiempo para ir a la iglesia y visitar enfermos.

Una campesina bretona, no muy instruida por lo que sabemos, pero con el recio sentido común y el sólido equilibrio de las mujeres fuertes y sacrificadas acostumbradas al trabajo más ingrato y más duro. Antes de entrar en el convento tuvo que trabajar de camarera en el café de su hermano en París.

El resto de su vida no tiene nada destacable, más de cuarenta años en un hospital al servicio de los desamparados, en medio del anonimato más absoluto al servicio del amor de Dios en asilos, manicomios, orfanatos y sin que nadie la conociera, una monjita, como se las suele llamar.

Nadie sabía que en su juventud, en 1830, en la capilla de la Rue du Bac había tenido unas visiones de la Virgen, visiones muy plásticas en las que Ntra. Sra. le pedía que se acuñase una medalla con su imagen de cuyas manos saliesen rayos de luz, las gracias que derrama sobre el mundo.

Publicado en Cuenca, 28 de noviembre de 2020 y actualizado el 28 de noviembre de 2025.

    Por:  José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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FUENTES CONSULTADAS:

-Año Cristiano para todos los días del año. P. Croiset. Madrid. 1846.

-La casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.

-Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961.

 

sábado, 26 de abril de 2025

Ntra. Sra. de Montserrat. Festividad del 27 de abril.

     Dicen las crónicas que a siete leguas al poniente de la ciudad de Barcelona se yergue majestuosa la montaña de Montserrat. En el punto más alto de la montaña –el San Jerónimo- se eleva a 1236 m. sobre el nivel del mar y en las agrias laderas de este monte está edificado un Santuario que es de los más célebre del orbe católico. En él se venera una imagen antiquísima de la Santísima Virgen.

Nuestra Señora de Montserrat.

Una el año 880 y una de las deliciosas tardes de abril, sábado, del día 25, cuando al anochecer, unos pastorcillos que guardaban sus rebaños al pie del Montserrat, vieron unas luces como estrellas resplandecientes que bajaban del cielo a uno de los extremos de la montaña, e iban a esconderse en un ángulo oriental. Confusos y atemorizados, mayormente cuando varios sábados consecutivos y a idéntica hora les sorprendió la misma visión, acompañada al fin de suavísimos cánticos, comunicaron el suceso al mismo Obispo, que era de Vich, y residía a la sazón en la vecina ciudad de Manresa. Al prodigio de las estrellas, añade el sabio autor de Marca Hispánica, el de unos bueyes que solían acercarse a la cueva en donde estaba oculta la Imagen; allí permanecían como embelesados, y luego volvían al establo más satisfechos que los que habían pasado el día pastando en el monte.

Gotmar, que así se llamaba el Prelado, se dirigió al lugar referido, donde mereció ser testigo al maravilloso acontecimiento. Habiendo orado fervorosamente, se acercó al sitio señalado por las misteriosas estrellas, y entre arbustos y malezas descubrió en la cavidad de una gran roca la sagrada imagen de María, antes barcelonesa, que desde entonces había de tomar el título de Nuestra Señora de Montserrat.

Se organizó una procesión y el Obispo llevó la venerada imagen con sus propias manos. Pensaba llevarla a Barcelona y colocarla en la Catedral para que fuese su más rico tesoro; pero eran otros los designios de la Divina Providencia. Al llegar la piadosa comitiva a cierto paraje de la montaña, permaneció la santa Imagen como enclavada, y fueron inútiles cuantos esfuerzos se hicieron para moverla. Bien se manifestaba en esto la voluntad de Dios y de su Inmaculada Madre. Quería reinar desde aquella singular montaña que es como el corazón de Cataluña.

El obispo Gotmar edificó en aquel lugar una modesta capilla. Debió ser una ermita sencilla y reducida. Por esas fechas de 888 había en la montaña varias capillas. Por ese mismo año, el conde de Barcelona Wilfrido el Velloso cedió la montaña de Montserrat a los monjes benedictinos del monasterio de Ripoll. De allí pasaron los primeros monjes a fundar el monasterio de Montserrat ya por el año 986. Se estableció junto al primitivo templo de la Virgen, para atender a su culto y ser sus celosos custodios. Este fue el origen de la famosa abadía de Montserrat

Cuenca, 27 de abril de 2021 y el 27 de abril de 2025.

José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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FUENTES CONSULTADAS:

-Año Cristiano para todos los días del año. P. Croiset. Madrid. 1846.

-La casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.

-Festividades del año litúrgico. Dr. Vicente Tena. Editorial Luis Vives. Zaragoza. 1945

-Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961.

viernes, 25 de abril de 2025

San Marcos, evangelista. Festividad del 25 de abril

¿Evangelio de san Marcos o quizá de san Pedro? Tratemos de averiguarlo.

Los venecianos y la protección de san Marcos a esta ciudad Italiana. Protección contra la peste del año 590 en Roma. Todo en un 25 de abril.

La primera vez que sale el nombre de san Marcos en los Libros Sagrados es con ocasión de la liberación de san Pedro. Hacia el año 42, fecha del martirio de Santiago el Mayor, san Pedro está también en la cárcel. Un ángel rompe sus cadenas y le abre milagrosamente las puertas. Ya en la ciudad, Pedro no vacila dónde se debe dirigir, a la casa de Juan Marcos, su hijo predilecto, porque lo ha bautizado. Allí se reúnen muchos cristianos. Es una casa bien acomodada. Allí está Maros con su madre María y una criada que se llama Rode o Rosa. Hay autores que creen fuera esta casa de san Marcos el cenáculo donde celebró el Señor sus últimos misterios.
San Marcos, Evangelista.

Marcos tiene familia en la isla de Chipre, pues es primo hermano de Bernabé, natural de esta isla. San Bernabé es una de las grandes figuras de la primera Iglesia. El introduce a san Pablo en la comunicad de Jerusalén y él lo acompaña en el primer viaje apostólico. Bernabé profesa especial cariño y amistad a san Marcos. Por esto lo lleva consigo en el primer viaje por la isla de Chipre y luego por la región de Panfilia. En Perga, san Marcos se separa, probablemente porque no acaba de abrirse al criterio amplio y universalista de san Pablo; es muy joven y necesita todavía madurar al lado de san Pedro.

Al principio del segundo viaje (50-52), después del Concilio Apostólico de Jerusalén donde se ha resuelto el problema de la entrada de los incircuncisos en el seno cristiano, san Bernabé considera maduro a su primo y propone a san Pablo que le acompañe de nuevo. San Pablo se niega a ello, después de la experiencia del primer viaje. Y Bernabé entones prefiere irse solo con san Marcos a Chipre, mientras que san Pablo se va con Silas a Cilicia.

Siguen diez años en los cuales se pierden las huellas de san Marcos. Pero sin duda ninguna que siguió predicando el Evangelio. Entre el 61 y el 63 aparece nuevamente. Está ahora en Roma al lado de san Pablo, que se encuentra prisionero por Cristo. Vuelve al Oriente, cuando san Pablo es puesto en libertad y se encaminaba a España. Hacia el año 66 pide a Timoteo que le envíe a Roma a san Marcos, porque le es de gran ayuda y consuelo en su ministerio.

San Marcos, pues, ha seguido muy unido con san Pablo. La misma unión o mayor conservó siempre con su padre espiritual, san Pedro. La tradición nos lo muestra en íntimo contacto con el Príncipe de los Apóstoles y haciendo con él de intérprete y fiel servidor. San Pedro debía sentir cierta dificultad para expresarse en griego. San Marcos, al contrario, lo debía dominar perfectamente. Y en todas las ocasiones más comprometidas interpretaba el pensamiento y la predicación de su maestro.

Los fieles de Roma tenían conciencia de la compenetración que existía entre Marcos y Pedro. Y por eso, cuando quisieron tener por escrito la predicación de san Pedro acudieron a san Marcos. Y él redactó con la máxima fidelidad, cuanto recordaba de la predicación oral de san Pedro. Así nació el Evangelio de san Marcos, que se puede llamar Evangelio de san Pedro.

Muerto san Pedro en el año 67 debió dejar san Marcos la ciudad de Roma; según una antigua tradición, fue a Alejandría, donde regó con su propia sangre la semilla de la predicación.

Aunque en el siglo VIII la ciudad de Alejandría estaba en poder de los árabes mahometanos, se conservaba en ella las reliquias de san Marcos. Para el año 870 tuvo que ser sacado de Alejandría el cuerpo san Marcos por los venecianos secretamente.

Venecia desde siempre ha estado bajo la protección de san Marcos y es por ello que el día 25 de abril se celebra en Venecia la fiesta del santo Evangelista con solemnidad verdaderamente augusta. También se celebra en ella con singular magnificencia la fiesta o la memoria de su traslación el día 31 de enero y el 25 de junio se celebra otra fiesta con el título de la aparición de san Marcos, esto es, del descubrimiento de su cuerpo, que fue hallado en el siglo XI, habiéndose ignorado por mucho tiempo el sitio donde estaba escondido aquel precioso tesoro.

En el mismo día celebra la Iglesia la institución de las letanías mayores, hechas por san Gregorio el Grande en el año 590, para aplacar la cólera de Dios que se experimentaba en Roma con efectos muy sensibles, por la cruel peste que desalaba la ciudad. Queriendo aplacar la ira de Dios aquel insigne pontífice, ordenó que por tres días consecutivos se hiciesen procesiones generales y oraciones públicas. Llamándose entonces Letanías septenarias, porque fueron distribuidos los fieles en siete coros, y cada uno salió de una iglesia distinta al mismo tiempo formando procesiones.
Castillo de Sant Àngelo en Roma.

El Pontífice confió en la Santísima Virgen pidiendo el cese de la pandemia. El mismo pontífice portaba la imagen de la Virgen, que se cree fue pintada por san Lucas. Al llegar las procesiones cerca de la Mole de Adriano, se dejó ver sobre ella un ángel en ademan de quien mete en la vaina una espada desenvainada que tenía en la mano, y desde aquel momento cesó el azote de Dios, la gente empezó a verse libre de la pandemia que les acechaba en toda Italia. En este sitio se levantó un castillo, se llamó y se llama hoy, en memoria de esta aparición, el castillo del Santo Ángel (Castillo de SantÀngelo, también conocido como el Museo de Adriano o Mole Adrianorum en Roma). Y porque se cree que estas procesiones fueron instituidas el día 25 de abril, consagrado a la memoria de san Marcos, por eso hace la Iglesia este día su conmemoración universal.

Publicado en Cuenca, 25 de abril de 2020 y el 25 de abril de 2025.

Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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FUENTES CONSULTADAS:
-Año Cristiano para todos los días del año. P. Juan Croisset. Logroño. 1851.
-La casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.
-Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961.


jueves, 24 de abril de 2025

San Cleto y San Marcelino. 26 de abril

   Hoy celebramos la festividad de san Marcelino y nos trae al recuerdo a nuestro Marce (Párroco de San Fernando en Cuenca) que no hace muchos días partió a la morada del Padre Eterno. San Marcelino, como el nuestro, su cuya vida fue y ha sido siempre para los fieles de gran enseñanza en la misericordia del Señor.

El Misal Romano conmemora hoy la fiesta de estos dos papas y mártires. Comenzaré hablando de san Cleto porque fue Papa antes que san Marcelino.

 San Cleto nace en Atenas y es una de las brillantes conversiones de san Pedro, quien le ordenó de presbítero. Por el año 76, a la muerte de san Lino, sucesor inmediato de san Pedro, la comunidad de Roma eligió por obispo a Cleto. El hecho de que san Cleto fuera elegido para el supremo Pontificado cuando todavía vivían muchos discípulos de san Pedro y san Pablo, es una prueba de la santidad, prudencia y caridad del Santo. Como su nombre original griego significa, Cleto fue un hombre “escogido”, un “llamado” de Dios. De su gobierno no sabemos nada, fuera de la noticia del Pontifical, que nos dice haberse preocupado de dar forma y elegancia a la tumba de los Príncipes de los Apóstoles, y que él mismo fue sepultado en el Vaticano. Padeció el martirio en tiempo de Domiciano (81-96).

El 30 de junio del año 296 sucedió a san Cayo, como obispo de Roma, san Marcelino, que también es designado con los nombres de Marcelo y Marceliano. Su historia se ha visto envuelta en muchas leyendas falsas, de origen herético, con fines de empañar la gloria del Pontífice romano. Según algunos documentos, de origen donatista, Marcelino había sacrificado e incensado a los ídolos, aunque llorara su apostasía, como san Pedro, y la purificara con la sangre del martirio. El lapsus del papa Marcelino no existe en ninguno de los escritos contemporáneos y está en pugna con la fama de santidad de que gozó siempre entre los cristianos de los siglos inmediatos. No solamente tuvo una sepultura honrosa en el cementerio de Priscila, junto al mártir Crescencio, sino que su sepulcro se vio siempre muy visitado, como prueban los itinerarios de las catacumbas. En el libro de “Locis Sanctorum Martyrum” se le llama Santo. La primitiva tumba del Santo se ha encontrado en el cementerio de Priscila, junto a la del mártir Crescencio. La cripta está cubierta de pinturas, como las de los tres jóvenes del horno de Babilonia, que se resistieron a adorar la estatua de Nabucodonosor. Los peregrinos han dejado allí muchas inscripciones en la pared, prueba todo ello de la gran devoción que se profesaba al Santo Pontífice. En la cripta del cementerio de Calixto hay también una inscripción de san Marcelino.

Es muy probable que el Santo padeciera el martirio el 26 de abril del año 304. San Marcelino no apoyó nunca a los falsos creyentes, que los diversos decretos de persecución pusieron en apuros a los fieles y que algunos de ellos cedieron y ofrecieron incienso ante el altar de los dioses paganos, pero por dentro mantenían su fe cristiana, formándose el grupo llamado “lapsos” que exteriormente era apóstatas, aunque en su interior conservaban la fe en Cristo.

San Marcelino fue calumniado y perseguido por los mismos cristianos a causa de su bondad y caridad. Un corazón misericordioso, paternal y evangélico, que sabe imitar la mansedumbre del Príncipe de los Apóstoles, arrastrando las críticas de los eternos “hermanos mayores”, que echan en cara al “Hijo Pródigo” sus pecados y al “Padre”, que lo recibe con fiesta y música, echando las culpas a quien no las tiene de su errónea conducta. Las almas humildes son buenas e indulgentes con los demás. Las almas soberbias son siempre las más exigentes y duras con el prójimo. No olvidemos la máxima del Evangelio: “Con la medida con que midiereis seréis medidos” (Mt.7,2). Aprendamos de los dos Santos Pontífices de hoy la firmeza en nuestra fe hasta el martirio, y en san Marcelino aprendamos particularmente la misericordia y su bondad.

Tengamos hoy en cuenta a Marcelino, nuestro Párroco de san Fernando. Feliz domingo.

Publicado en Cuenca, 26 de abril de 2020 y el 26 de abril de 2025.

Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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FUENTES CONSULTADAS:
-Año Cristiano para todos los días del año. P. Juan Croisset. Logroño. 1851.
-La casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.
-Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961.




miércoles, 23 de abril de 2025

San Fidel de Sigmaringa (1578-1622). Festividad del 24 de abril.

   Protomártir de la reforma de los Menores Capuchinos nacido en Sigmaringa, ciudad alemana del principio de Hohenzollern. Su nombre de pila fue el de Marcos Rey (Marcus Roy, apellido de origen español). El profesar cambió el nombre por el de Fidel, queriendo la fidelidad con que se proponía servir a Dios en el convento.

Sus primeros estudios los hizo en la Universidad de Friburgo. Unos compañeros suyos de la alta nobleza, le invitaron a hacer un viaje por Europa y él aceptó con el fin de perfeccionar su formación. El viaje se convirtió en una peregrinación científica y religiosa. No pierde desde ahora ocasión de ejercitar el apostolado o la acción católica. Un día que ve entrar a un muchacho ataviado con una cortesana (disfrazada de mujer), dice a sus compañeros: “Un joven debe despreciar los vanos adornos. El que se viste como una mujer es indigno de la gloria, que sólo se alcanza por los sufrimientos y despreciando los placeres”.

Otro día observa que sus compañeros se retiran de un mendigo mal oliente y les dice: “Vosotros estáis llamados para ser conductores de pueblos, y nadie puede mandar a los hombres si antes no aprende a vencerse a sí mismo”.

-Hay muchas gentes desgraciadas en el camino del mundo, y de ellos conviene no acordarse ni mirarlos- le respondió uno.

-La ingratitud –repuso Fidel –la encontraréis en ellos más que la imagen de Dios, como hijos que son del Padre común que está en los cielos.

Luego lo encontramos durante algún tiempo ejerciendo la carrera de abogado, donde no encuentra la paz de su conciencia. Está en Colmar, una ciudad de Alsacia, pero no ha nacido para pleitear y ganar dinero. Acepta con especial interés las causas de los pobres. Medita el Evangelio a diario, y las palabras de Cristo sobre la importancia de la salvación eterna le asustan. Quiere salvarse, y en el siglo y en el foro encuentra muchos tropiezos. Determina hacerse capuchino y busca un refugio en el convento de Friburgo.

El día de su profesión solemne escribía estas palabras: “Para conformarme con la perfección resignación y caridad de Jesucristo en el Huerto y en la Cruz, yo me ofrezco y consagro, por esta última y definitiva voluntad mía, como un sacrificio vivo y eterno, al servicio de la majestad divina. Desnudo salí del seno de mi madre y desnudo de todas las cosas me pongo entre los brazos de Jesucristo mi Salvador”.

Muchas veces más adelante, recordando esta renuncia voluntaria de sí y de todos sus bienes, se felicitaba y decía: “He dado a Dios los bienes de la tierra y El me da el reino de los cielos”.

Fue siempre un verdadero hijo del Pobrecillo de Asís. Oración, trabajo constante, penitencia y pobreza, “¡Qué desgracia, solía repetir, si yo combato flojamente, siendo soldado de un Rey que está coronado de espinas!”.

Terminados sus estudios y ordenado sacerdote, fue dedicado al ministerio de la predicación. Wetkirchen, donde fue superior del convento, recuerda todavía los triunfos de su ministerio. Allí se dio por entero al servicio de los apestados, término que hoy, por desgracia nos es familiar por el COVID-19. Estaba en todas partes, en el hospital, en las casas, en las calles y en las plazas, curando los cuerpos y salvando las almas. Se hizo célebre como apóstol. La Congregación de la Propagación de la Fe, recién fundada por Gregorio XV, lo mandó al frente de una expedición de misioneros que debían atajar los progresos del calvinismo en el país de los grisones.
Martirio de San Fidel

Pronto se atrajo el odio de los herejes. No podían con él y recurrieron a la muerte violenta. A golpes de maza y de puñal le derriban un día que le sorprenden en un camino desierto. Sus últimas palabras fueron: “Señor, tener piedad de mí”. “Santa María, asistidme”. Moría en el año de 1622 y había nacido en 1577. Tenía cuarenta y cinco años de edad.

Clemente XIV, decretó para toda la Iglesia su fiesta el 24 de abril.

Publicado en Cuenca, 24 de abril de 2020 y el 24 de abril de 2025.

Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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FUENTES CONSULTADAS:
-Año Cristiano para todos los días del año. P. Juan Croisset. Logroño. 1851.
-La casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.
-Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961.






martes, 22 de abril de 2025

"La realidad de un sueño". Legado de embrujo y leyenda II. Un nuevo trabajo de José María Rodríguez González

 Luz, misterio y revelación: la trayectoria vital en pos de un sueño

Este nuevo trabajo de José María Rodríguez permite soñar la catedral de Cuenca compartiendo con el autor toda su experiencia vital. 

Puedes encontrarlo, en la libreria Evangelio de Cuenca.

Se presentará en la Feria del Libro de este año, el día 30 de abril a las 18.00h en el Salón de Actos de la Diputación de Cuenca.

Portada del Libro: "La realidad de un sueño".

PRESENTACIÓN

 La vida es, en sí, un sueño que hacemos realidad al despertar. Buscando la serenidad topé con un lugar que en su interior cobijaba el mundo de los sueños. Entre otros lugares, hallé la Catedral, lugar sagrado de reflexión y encanto. En ella se acumulan los deseos de miles de personas que dejaron su huella para que generaciones posteriores pudieran seguir soñando.

“La vida es sueño” nos dice Calderón de la Barca (1635). En ella se busca la libertad del ser humano para configurar su existencia sin dejarse llevar por un supuesto destino. Inicié la búsqueda de los sueños y hallé basiliscos, centauros, sátiros, unicornios, delfines, sirenas y un sinfín de elementos de conexión con el mundo imaginario. Un mundo donde habita la poesía. El poema es el canto de sirena que aflora del alma, es la fusión de lo irreal con lo real. Es un sueño lúcido que hace que poco a poco se apodere de tu corazón. Sentimientos convertidos en palabras, palabras convertidas en piedra que transmite emociones a quien la observa. Al igual que la poesía no está escrita en papel, sino en el corazón de quien la escribe y de quien la lee, dejando huella en el espíritu, la iconografía describe historias y deja recuerdos, escribe promesas y deja estela, describe caminos y crea surcos en el comportamiento humano.

El poema surge del interior del ser. La Catedral, morada de Dios, se fundamenta en la “Fe” en la promesa de la “Eternidad”. No hay palabras para describir el Misterio. Solo el corazón podría fusionar tal magna obra humana. Soñar es como abrir la puerta al mundo de la mente. Todo es posible: la esperanza, el deseo, y ¿por qué no?, También los miedos y fantasmas. En esa dimensión se guarda toda la sabiduría y la cultura del ser humano, llegando más allá de la lógica. El sueño es misterio y el misterio es curiosidad y vida. La Catedral es el sueño vivido en el tiempo de quienes quisieron dejar sus pensamientos, sus vivencias, a las generaciones venideras y de quienes busquen descubrir en sus paredes el más profundo sentir del corazón humano en fusión con su Creador.

 José María Rodríguez González.

Contraportada




Cuenca, 23 de abril de 2025.





San Jorge, mártir 23 de abril.

La verdadera historia de san Jorge según el martirologio.

Hoy festejamos a san Jorge. La iconografía lo ha representado con frecuencia con caballo, lanza, espada, casco y armadura, enfrentándose y venciendo a un terrorífico dragón. Muchas historias se han creado en torno a este santo. Este día es especial para Aragón y Cataluña. Es el santo Patrón de Bulgaria, Etiopía, Georgia, Inglaterra y Portugal.

En Cataluña este día es tradición el intercambio de rosas y libros entre las parejas, convirtiéndose en una de las jornadas más popular del año.

Para Aragón, es el día del patrón de la Comunidad. Cuenta la leyenda que siendo rey de Aragón Pedro I, comenzó la conquista de Huesca, que se encontraba en manos del Taifa de Zaragoza. La batalla que se entabló fue muy dura y los cristianos confiando plenamente en Dios, vieron descender del cielo, montado a caballo y con una gran cruz en la mano, a san Jorge, los moros que vieron tal prodigio se vinieron abajo y fueron derrotados.

También se celebra el Día Mundial del libro por la Resolución 3.18 que la Unesco, en 1995 proclamó y aprobó en su 28ª reunión.

Pero, hoy que tengo tiempo quiero relataros la verdadera historia de este Santo, según el martirologio. Aunque su historia es muy larga intentaré resumirla sin perder la esencia que entraña la vida de este gran personaje de la historia del cristianismo.

San Jorge es llamado por los griegos el “gran mártir”, nació en Capadocia, en el seno de una familia ilustre y distinguida por la nobleza. Su calidad y distinción le obligaron a seguir la profesión de las armas; y como era un joven valiente y el más culto de todo el ejército, en poco tiempo el emperador Diocleciano lo premió dándole a su cargo una compañía y le hizo maestro de campo.

No pasó mucho tiempo cuando el Emperador emprendió la labor de limpiar de sacrílegos su imperio y Jorge desde los primeros anuncios se consideró como víctima destinada al sacrificio.

Como tenía el grado de Oficial General, era miembro del consejo del Emperador, y comprendió que esto le obligaba a declarar sus creencias cristianas de los primeros, dando pruebas de su fe y no disimulando su religión. Así que al morir su madre vendió su rica herencia y la repartió entre los pobres. Despojado ya de todo lo que le ataba a este mundo entró en la sala del consejo.

Habiendo propuesto el Emperador limpiar y exterminar a todo cristiano, se levantó de su asiento y con respeto contradijo las palabras de Diocleciano con mucha gracia, energía se hizo escuchar con admiración y con respeto. Exhortó al Emperador  que revocara su edicto, que sólo se dirigían a oprimir violentamente a los inocentes.

Había ya acabado de hablar y por momentos el consejo quedó enmudecido. El Emperador, aún más aturdido, mandó al cónsul Magnencio, que respondiera a Jorge: “Bien se conoce, le dijo el cónsul, por el desahogo con que has hablado en presencia del Emperador, que eres uno de los principales de esta secta; tu confesión confirma tu insolencia, pero nuestro augusto Príncipe, defensor de los dioses del imperio, sobra vengarlos de tu impiedad."

"Si la impiedad ha de castigarse, respondió Jorge, no sé yo que haya otra más abominable que la de atribuir a las criaturas, aún a aquellas que son inanimadas, los soberanos títulos y derechos propios y peculiares de la divinidad. No puede haber más que un solo Dios verdadero: este es aquel a quien yo sirvo y adoro. Sí, cristiano soy, y de este nombre me glorío, no aspirando a mayor dicha en esta vida, que a darla derramando toda mi sangre por aquel Señor de quien la recibí”.

Enfurecido el Emperador al oír este discurso y temiendo un levantamiento del consejo, lo hizo detener y encarcelar.

El primer efecto de Diocleciano fue atormentarlo. Mandó atarle a una rueda sembrada de agudas puntas de acero, y a cada vuelta que daba sobre él le levantaba pedazos de carne. Quedaran atónitos los verdugos al comprobar la alegría con que Jorge se tomaba el suplicio y ya cuando lo suponían muerto, le hallaron enteramente sano de todas las heridas. Ello llevo a la conversión de sus propios verdugos.

El acero, el fuego, la cal viva, de todo se valieron para combatir su resolución y su fe, pero la firmeza y aún la alegría que manifestaba en cada tormento que el mismo Emperador temió una conversión general de toda la ciudad, y aún se asegura que la emperatriz Alejandra se convirtió y que mereció la corana del martirio.

Viendo que era inútil cualquier tormento, mandó que fuera conducido a su presencia y le dijo: “Jorge, no sin gran dolor, me he visto precisado a mandar se ejecutase contigo todo el rigor de los edictos publicados contra los enemigos de mi imperial religión. No puedes ignorar la grande estimación que siempre he hecho de tu mérito; y el puesto que ocupas en mis ejércitos, es buena prueba de mi bondad. El único obstáculo que puede oponerse a tu fortuna, será tu obstinación: eres joven; logras toda la gracia del Emperador; el favor añadido al mérito te prometen los primeros cargos del imperio. ¿En qué te detienes para volver a tu obligación, y para aplacar con tus sacrificios la cólera de los dioses?

Suplicó Jorge al Emperador que le mandase conducir al templo para ver aquellos dioses a quien su Majestad Imperial quería que ofreciese sacrificio. No dudó ya Diocleciano que su suavidad y sus promesas habían finalmente vencido.

Fue conducido al templo acompañado de innumerable pueblo, apenas descubrió la estatua de Apolo, cuando le preguntó Jorge: ¿Dime, eres Dios? No soy Dios, respondió la estatua, con voz terrible, que estremeció a los presentes: Pues venid acá espíritu maligno, ángeles rebeldes, condenados por el verdadero Dios al fuego eterno; ¿cómo tenéis atrevimiento para estar en mi presencia, que soy siervo de Jesucristo? Al decir estas palabras, acompañadas con la señal de la cruz, se oyeron en el templo gritos horribles, aullidos espantosos, y se vieron caer derribados por mano invisible todas las estatuas, haciéndose pedazos contra el suelo.

El Emperador ante este hecho mandó al instante que le cortaran la cabeza, lo que sucedió el 23 de abril del año 290.

Tanto la Iglesia de Oriente como de Occidente han celebrado culto a la memoria de este ilustre Mártir. Se asegura que ya desde el siglo V se han dedicado y levantado iglesias. Algunas órdenes militares toman el nombre de san Jorge como fundada por el emperador Federico IV, primer archiduque de Austria, en el año 1470; otra en la república de Génova y en año 1200 se fundó con el nombre de los caballeros de san Jorge en Aragón. También los ejércitos cristianos suelen ponerse bajo su protección.

Como he dicho al principio del artículo, se le representa a caballo, armado de todas las armas posibles de un caballero, con lanza en mano acometiendo a un dragón para defender a una doncella, que teme ser despedazada o violentada con sus garras. Pero esto más símbolo que historia como habéis visto. La doncella quiere representar la pureza de la Iglesia que es defendida de la idolatría que representa el dragón. Esta representación degeneró en mil leyendas que vino a parar con el tiempo en cientos de supersticiones que son el origen de fábulas que no venden la verdadera historia de san Jorge.

Publicado en Cuenca, 23 de abril de 2020. Actualizado el 23 de abril de 2025.

Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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FUENTES CONSULTADAS:

-Año Cristiano para todos los días del año. P. Juan Croisset. Logroño. 1851.

-La casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.

-Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961.

El libro, legado de la historia. Día internacional del libro.

EL LIBRO, LEGADO DE LA HISTORIA.
    En los libros se encierra la sabiduría y la historia de las diversas culturas que han existido hasta nuestro tiempo.
    El día 23 de abril fue elegido como “el día internacional del libro” con el fin de fomentar la lectura. La UNESCO en 1995 la promulgó a nivel internacional, celebrándose el día 23 de abril, desde 1996. Fue elegido este día por la coincidencia de la muerte de Miguel de Cervantes, Willian Shakespeare y Garcilaso de la Vega en la misma fecha.

Archivo de la Catedral de Sevilla
    Desde nuestros primeros balbuceos nos hemos visto rodeados de libros, despertando en nosotros un mundo de curiosidad. Página tras página, con la ilustración de sus dibujos despertaron nuestra joven inteligencia.
    El libro de la vida, con sus diversas y policromas facetas, nos enseñó a conceptuar y valorar el cúmulo de enseñanzas que se vierten en ellos. En su interior fuimos encontrando ilustraciones como: paisajes, monumentos y ciudades históricas. Descubrimos: personajes, hombres insignes, héroes y santos, junto con genios literarios cuya pluma llevaron a la posteridad verdaderas joyas de la lengua.
    Quiero traer, en este día inmortal, el recuerdo del insigne trío de los genios representativos de la literatura universal: Cervantes, Dante y Shakespeare, a quienes universalmente se les tributa admiración y respeto. Cervantes marca el comienzo de su vida literaria con un soneto, cinco redondillas y una elegía, a la muerte de Isabel de Valois, esposa de Felipe II, ocurrida el 24 de octubre de 1568, y ¿Quién no conoce al autor de la magna obra “El Quijote”, criatura viva del ingenio llena de belleza espiritual, hijo de la fantasía romántica y poética, que se complace en él, y le adorna con las más excelsas cualidades del ser humano? ¿Quién ignora el compendio de historia, poesía y ciencia que encierra la “Divina Comedia”? ¿Quién duda de la fuerza expresiva de los dramas de Shakespeare?

Archivo de la Catedral de Sevilla
    En este día no puedo dejar pasar sin nombrar al gran inventor que dio el impulso al progreso intelectual y el que hizo llegar hasta nosotros las obras inmortales de tales insignes personajes, Juan Gutenberg, que en la ciudad alemana de Maguncia, ayudado por el calígrafo Schoeferf fue el primero en dar al mundo el primer libro impreso: “La Biblia” en lengua latina. Pronto se extendió el arte de imprimir a todo el mundo. En Inglaterra, introducido por Guillermo Caxton, el primer libro que se imprimió fue el “Tratado sobre el ajedrez”. En España el primer libro que se imprimió con esta técnica fue “La Biblia Políglota o Complutense”, en seis volúmenes, impresa por el tipógrafo alemán Alnaldo Guillermo Brocario, correspondiendo la idea y dirección a la más insigne figura de la España de los Reyes Católicos: Fray Francisco Giménez de Cisneros.
    El libro constituye el más fiel amigo e inseparable compañero, en él podemos consultar nuestras dudas y abrirle nuestro corazón a la fluidez  de su prosa para saturarnos de sus enseñanzas. Un libro nunca nos abandona, guardemos para con él fidelidad y armonía.
    Trasmitamos el amor a los libros y a su lectura, es la base de todo saber humano y es la llave mágica que nos abre generosa, los palacios encantados de la ciencia del saber, del mundo pasado y presente.

Publicado en Cuenca, 23 de abril de 2015 y 23 de abril de 2025.

Por: José María Rodríguez González

Socio de Honor de la Asociación “Amigas de la Lectura” de Cuenca.

lunes, 21 de abril de 2025

San Sotero y san Cayo, papas y mártires. 22 de abril.

Dos santos que aunque pertenecen a distinta época su fiesta se celebra el mismo día.

Con los años a uno se le agarran en el cerebro cosas inverosímiles o manías, una es el afán de contar todo, esta quedó arraigada en mí cuando hice el estudio de investigación sobre la iconografía de la Catedral. Desde entonces me da por contar el número de elementos iguales que hay en cualquier sitio, buscando el simbolismo numérico que entraña o esconde tras ellos. El otro lo cogí de los compañeros del Instituto los Llanos de Albacete, donde tuve mi primer destino tras aprobar las oposiciones en las Enseñanza Medias. Ellos en el primer recreo se jugaban los cafés y según salían los números los llamaban por el nombre de su denominación no el numérico, así el 1 era el galán, el 11 las banderillas, el 13 la mala pata, el 15 la niña bonita y el 22, los dos patitos. Por tanto hoy celebramos el día del mes de los dos patitos y curiosamente hoy hablaré de dos santos que celebramos al mismo tiempo. San Sotero y san Cayo.
San Sotero y san Cayo

Dos santos que aunque pertenecen a distinta época su fiesta se celebra el mismo día, el 22 de abril.

Comenzaré por san Sotero, diré que era napolitano y nació en Fundi, a finales del siglo primero o principios del segundo. Sus méritos lo elevaron al pontificado en el año 161, a la muerte de san Aniceto. Eran los tiempos de Marco Aurelio, bajo su reinado padeció muchas persecuciones la Iglesia. En Roma, con un gran número de cristianos, fue condenado a las minas de Cerdeña perdiendo su libertad.

En las cartas que le escribió san Dionisio, obispo de Corinto, se aprecia la gran caridad de esto Santo: “Has derramado tu beneficencia sobre los hermanos, enviando a muchas iglesias limosnas y socorriendo a todos los pobres, especialmente a los que trabajan en las minas. En todas partes renuevas la generosa caridad de tus antecesores, socorriendo a los que padecen por Cristo”.

Su celo y caridad fueron coronados con el martirio, cuyos pormenores no han llegado hasta nosotros, pero del que no se puede dudar, porque en todos los Martirologios se le cuenta entre los confesores de la fe, entre los que sellaron con su sangre el testimonio de la verdad.

El Martirologio Romano nos habla de san Cayo como Papa y mártir del tiempo de Diocleciano. El Liber Pontificalis nos lo presenta obligado a esconderse por algún tiempo en las profundidades del cementerio de Calixto. Y dice en su primera redacción que destacó como confesor. Una segunda redacción añade que fue coronado con el martirio. El Papa Sergio II, trasladó su cuerpo del cementerio de Calixto a la iglesia de Equicio, dedicada a los santos san Silvestre y san Martin. Venerándose en Toledo algunas reliquias suyas. También guardan algunas en la de los Jesuitas de Munich, en Baviera.
San Sotero y san Cayo

San Cayo, nació en Dalmacia. Al morir el papa Eutiquiano, el año 283 fue elegido Papa por unanimidad. Los críticos modernos dicen que no existe ningún documento auténtico de su martirio. El título de mártir le puede venir solamente por los trabajos que hubo de pasar al principio del reinado de Diocleciano. La veneración con que miraron los cristianos su tumba prueba ciertamente que murió en olor de santidad, así como el título de confesor que le da el Liber Pontificalis.

Se ha encontrado la inscripción de una difunta que quiso ser enterrada en el cementerio de Calixto junto a san Cayo: ad Dominum Caium. Este término de señor designa en las catumbas a los mártires o confesores ilustres junto a los cuales tenían devoción de reposar los demás cristianos.

San Cayo murió el 22 de abril del año 296, como dice su epitafio, encontrado fragmentado en el cementerio de Calixto, junto a la cripta del Papa Eusebio. Las actas legendarias de santa Susana lo hacen hermano del senador Gabinio y pariente de Diocleciano. Lo que únicamente parece cierto es que vivía junto a la casa de santa Susana y de su padre Gabinio.

San Sotero y san Cayo fueron inscritos en el calendario romano bastante tarde. Pero la devoción de los fieles a ambos es muy antigua. Sobre todo nos han quedado documentos de la devoción a san Cayo.

Publicado en Cuenca, 22 de abril de 2020 y el 22 de abril de 2025.

Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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FUENTES CONSULTADAS:
-Año Cristiano para todos los días del año. P. Juan Croisset. Logroño. 1851.
-La casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.
-Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961.




domingo, 20 de abril de 2025

San Anselmo, doctor (1033-1109). Festividad del 21 de abril.

  Anselmo nació en Aosta, ciudad de Piamonte hacia el año 1034, en el año 1033. Era hijo del conde Gondulfo y de Ermerberga, uno y otro de las más nobles familias de la Lombardía y del Piamonte. Estudió primero con un clérigo que le enseñó las letras y luego con los benedictinos de Aosta.

A los veinte años perdió a su madre y poco después Anselmo resolvió desterrarse de la casa paterna. Pasó a Francia y aquí, en la Normandía llamó a las puertas del monasterio de Bec para completar sus estudios. Era allí maestro Lanfranc, de quien se decía que sabía la gramática como Herodiano; la dialéctica como Aristóteles; la retórica como Cicerón y la escritura como San Jerónimo y san Agustín.

Al terminar su formación científica Anselmo resolvió hacerse también monje. Tenía veintitrés años. Poco después su maestro Lanfranc era elevado a la sede episcopal de Cantorbery y Anselmo tenía que sucederle en la cátedra, como discípulo más aventajado. A la muerte de Herluino abad del monasterio de Bec, el joven maestro fue elegido para superior de la abadía.

La norma de su gobierno fue la mansedumbre y bondad. A un abad demasiado riguroso que se quejaba del espíritu de rebeldía de sus súbditos le escribe: ¿Cómo queréis que reine en vuestra casa la paz y la disciplina, si sólo alimentáis a vuestros hijos con la hiel y amargura?

El secreto de su paz interior o declaró a otro religioso en estas palabras: “Si  quieres ser feliz en la vida religiosa olvídate del mundo y alégrate de que el mundo se olvide de ti”. La calma era uno de sus rasgos distintivos. Por eso insistía en la renuncia de sí mismo. Solía decir que el mayor tirano de un religioso es la propia voluntad. El claustro es el paraíso terrenal para quien puede decir que no vive él sino Cristo.

El se olvida del mundo, pero el mundo no lo olvidaba. En el año 1092 fue nombrado para la silla primada de Cantorbery, a la muerte de su maestro Lanfranc. Desde ahora su vivir será luchar.

Antes de ser nombrado obispo, había dicho a Guillermo II: “No te empeñes en amarrar un toro con un cordero, porque no podrán trillar”. Efectivamente, el monarca inglés no se pudo nunca entender con Anselmo. Quería ser monarca y Papa al mismo tiempo. Pretendía disponer con absoluta autoridad en los negocios de la Iglesia y apropiarse de todos sus bienes.

El nuevo arzobispo quiso reducirlo a buen camino por las buenas, con exhortaciones y consejos. No bastó esto y tuvo que excomulgarlo.

Anselmo salió desterrado de Inglaterra. Peregrinó por el Continente. Lyon, Roma, Nápoles pudieron admirar su virtud y su ciencia. Asistió como lumbrera a un concilio primero en Bari y luego otro en Roma. Los honores que recibía en Italia le hicieron volver a Francia, no sin haber pedido varias veces al Papa que aceptara su renuncia al obispado de Cantorbery.

 A la muerte de Guillermo II volvió a su diócesis. Tuvo que luchar con Enrique II para defender los derechos de la Iglesia. Volvió a desterrarse por segunda vez y vino a visitar al Papa. Los clamores de los católicos ingleses y la influencia de la hermana del rey lograron que fuera repuesto en su sede, y en ella vivió hasta su muerte.

Dos años estuvo enfermo, sin que saliese de sus labios otra queja que la de no poder celebrar la Santa Misa. Durante su última enfermedad descansaba en un lecho vestido de áspero cilicio. Murió el 21 de abril de 1109.

San Anselmo fue Santo y el primer teólogo-filósofo. Como san Agustín y todos los grandes talentos, buscó siempre la paz de su alma en el abrazo de Dios.

Publicado en Cuenca, 21 de abril de 2020 y el 21 de abril de 2025.

Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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FUENTES CONSULTADAS:
-Año Cristiano para todos los días del año. P. Juan Croisset. Logroño. 1851.
-La casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.
-Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961.