viernes, 26 de enero de 2024

San Juan Crisóstomo. Festividad del día 27 de enero.

   Hoy abrimos el día recordando a San Juan Crisóstomo, obispo, confesor y doctor, que nació en Antioquía hacia el año 354. Como otros grandes Padres de la Iglesia del siglo IV, San Juan Crisóstomo se bautizó muy mayor, probablemente en el 372, de manos del Obispo Melecio de Antioquía. Su apodo Crisóstomo, que significa boca de oro, alude a su excepcional elocuencia. Sacerdote de Antioquia, fue nombrado patriarca de Constantinopla. Su rigor y su celo reformista le crearon una serie de opositores, formándose contra él un conciliábulo, que le depuso de su silla patriarcal; siendo desterrado, pero apenas se había puesto encamino de su destierro, cuando un pavoroso terremoto movió a la emperatriz Eudoxia a restablecerlo en su silla.
Dos meses después por haber predicado contra los juegos públicos, de nuevo la emperatriz Eudoxia cumplió sus amenazas, desterrándolo a una miserable población de Armenia, a donde llegó muy enfermo y fatigado por los despiadados tratamientos que sufrió en el viaje. Entones cayó sobre Constantinopla una tempestad de piedra que hizo horrorosos estragos. La emperatriz murió de muerte repentina y casi todos los perseguidores de Crisóstomo vieron sobre sí la venganza del cielo.
Crisóstomo, que inicialmente fue desterrado a Arabia, y después al desierto de Pitias, conociendo que había llegado su hora postrera, se cubrió con una vestidura blanca para recibir la sagrada Comunión, en la iglesia de San Basilisco, donde entregó al Señor su alma.
Desde el siglo VI se le viene dando el título de Crisóstomo, boca de oro, porque es el más grande entre todos los oradores de la Iglesia griega. Pio X le proclamó Patrono especial de la elocuencia sagrada.
Publicado en Cuenca, 27 de enero de 2020 y el 27 de enero de 2024.
Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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