miércoles, 17 de enero de 2024

Santa Prisca (siglo I) Festividad del 18 de enero.

   El nombre Prisca o Priscila es mencionado por las primeras autoridades de la historia de la Iglesia de Roma. La esposa de Aquila, el pupilo de San Pablo, usó este nombre. La tumba de una mártir Prisca fue venerada en las Catacumbas Romanas de Priscila en la Vía Salaria.

Prisca es una cristiana de los primerísimos tiempos de la Iglesia, muy mal definida por datos históricos pero que sin duda alguna estaba allí, en Roma, y tuvo un comportamiento admirable que aún resuena en las palabras de San Pedro que podemos leer en el capítulo dieciocho de la epístola a los Romanos: “Saludad a Prisca y a Aquila, mis cooperadores en Cristo Jesús, los cuales para salvar mi vida expusieron su cabeza” (Rm.16)
Capilla de Santa Prisca. Retablo Mayor.

Poco más se sabe de ella, si no es la Priscila, esposa del judío cristiano Aquila, que mencionan los Hechos de los Apóstoles; ¿la misma que dio nombre al cementerio de Vía Salaria? Simples conjeturas, y la tradición del siglo VIII que hace Prisca una virgen decapitada bajo Claudio en el camino de Ostia, y cuyos restos se trasladaron a la iglesia del Aventino, parece un cúmulo de fábulas piadosas.

Lo que sí continúa en pie es una iglesia de Santa Prisca, elevada sobre un santuario de Mitra que aún conserva testimonios de los cultos paganos. Iglesia antiquísima, cuyos orígenes quizá se remonten al siglo III, y donde se veneran recuerdos de dudosa autenticidad, como la pila bautismal –un capitel romano- en el que se supone que San Pedro bautizó a los esposos Aquila y Prisca. Una inscripción que se ha fechado en el siglo III (Baptismum Sancti Petri) puede impresionar, pero no resulta convincente.

Tras esa maraña de dudas y leyendas, Prisca no es un fantasma de la credulidad y leyenda, sino el escueto perfil heroico de una cooperadora de Cristo Jesús de la que sólo sabemos con certeza que arriesgó su vida para salvar la del apóstol San Pablo, servicio por el que entra en la inmortalidad.

Publicado en Cuenca, 18 de enero de 2021 y 18 de enero de 2024.

Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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