Pedro Berruguete (1495) Santo Domingo presidiendo un Auto de fe |
jueves, 21 de noviembre de 2024
Hoy hace 303 años que se llevó a cabo el primer AUTO DE FE en Cuenca
Hoy, 22 de noviembre celebramos a Santa Cecilia.
Santa Cecilia de Giambattista Tiepolo |
Santa Cecilia. Escultura barroca de Stefano Maderno. |
miércoles, 20 de noviembre de 2024
Origen y tradición se mezclan en la festividad de la "Presentación de María en el Templo". 21 de noviembre.
Efemérides conquenses del 21 de noviembre.
martes, 19 de noviembre de 2024
Efemérides conquenses. El rey Fernando III firma en Sevilla la reforma de algunos usos y ratificaciones de normas que atañen a Cuenca.
Fernando III, desde Sevilla, el 20 de noviembre de 1250, da una importante disposición no sólo de relación con la equiparación de las aldeas y las villas, sino reafirmando unas veces y modificando otros diversos aspectos del ordenamiento establecido.
Original, pergamino, castellano. 456X340. A.M. de C. Leg.1 núm3. |
Este documento aborda las siguientes cuestiones:
- Petición de que Cuenca mantenga los fueros y las costumbres que tenía en tiempo de Alfonso, su abuelo, tal como él mismo había prometido al recibir el reino…
- Regulación de viáticos de mandatarios o nuncios entre la corte y la Ciudad.
- Calidades de los jueces. Dispone que los menestrales sean excluidos de la elección –por azar- para los puestos de la justicia…
- Cofradías ilegales. Sabe el Rey que en Cuenca se hacen ayuntamientos y Cofradías en mengua de su poder y de su señorío y con daño del concejo y del pueblo…
- Gastos de bodas. Manda el Rey que nadie ose dar ni recibir vestidos por matrimonio de parientes.
- A estas disposiciones añade otras, también sobre bodas: Todo hombre que casase con mujer doncella no puede darla para su equipo (paños, es en general ropa).
- Más aún: sobre la comida nupcial. Manda el Rey que no coman, para celebrar la boda, más de diez hombres –cinco por cada contrayente-, escogidos por ellos…
Termina el documento con una especie de “da capo”. Torna al tema de las villas y las aldeas para invalidar los diplomas que firmó en otro tiempo sobre el asunto. Y sanciona a los infractores de esta principal cuestión no sólo con su ira, también con la de Dios, y con el cobro, verdaderamente excepcional, de mil maravedíes de multa.
Publicado en Cuenca, 20 de noviembre de 2020 y el 20 de noviembre de 2024.
Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador Histórico.
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Fuente documental:
Privilegios Reales y viejos
documentos. Cuenca. Joyas Bibliográficas. Madrid.1972.
San Felix de Valois. Festividad del 20 de noviembre.
San Félix fue hijo de Raúl I, conde de Vermandois y de Valois, y de Leinor de Champagne. Nació en el castillo de Amiens el 11 de abril de 1127. Le pusieron en nombre de Hugo en el bautismo.
La condesa Leonor quiso que San Bernardo bendijera a su pequeño y lo llevó a Claraval, cuando apenas contaba con tres años. Fue recibida a la entrada del monasterio por San Bernardo, luego el cortejo se dirigió a la iglesia entre luces y cánticos de salmos. El abad celebró la Santa Misa y al final tomó al niño, lo ofreció a Dios y lo consagró a la Santísima Virgen. La ceremonia terminó con el canto del Te-Deum y un Evangelio que rezó San Bernardo sobre la madre y el niño.
San Félix de Valois. |
Desterrado el papa Inocencio II de Roma, buscó asilo en Francia y el conde Valois le ofreció su castillo de Crépy como residencia. El Papa aceptó y, en testimonio de su gratitud, puso nuevamente sus manos de bendición sobre la cabeza angelical del pequeño Hugo.
La vida en su brevedad es larga y tiene muchas vueltas y altibajos, como las aguas de un arroyo. Tras un problema de infidelidad por parte de su padre, vio en las lágrimas de su madre en momento de partir del lado de ellos y recordando al abad de Claraval resolvió ir en busca de luz y consuelo, resuelto a dejar el mundo y a recogerse en la fortaleza de la soledad, de la meditación y de la penitencia. Hugo se creyó en el cielo, en una casa de ángeles en el monastrio. Se olvidó del mundo, estaba dispuesto a esconderse en el desierto. Un día se despidió de San Bernardo y desapareció, se internó en los Alpes en busca de un ermitaño de quien le habían hablado, y allí se quedó con él, dispuesto a enterrarse en vida y a obedecer en todo. Dejo el nombre de Hugo y tomó el de Félix, con el que había de pasar a la historia, aunque él creía que así nadie le habría de reconocer.
En aquel aparto mundo de Dios le surgió la idea de reunir compañeros y dedicarse a la redención de cautivos cristianos. Un día estaba junto a la fuente y vio venir hacia la corriente de las aguas un ciervo con una cruz roja y azul entre los cuernos. Por entonces no supo el significado del misterio.
Por el mismo tiempo se comunicó Dios con otro Santo y le inspiró que buscara a Félix, Juan de Mata fue al desierto de Meazux, habló con Félix y los dos coincidieron en los mismos ideales de redención y convinieron que era preciso acudir a Roma.
Se presentaron ante el Pontífice en el plan de crear una nueva Orden religiosa. Los discípulos los esperaban en el desierto de Cerfroid con ansiedad y todos alabaron a Dios cuando supieron que el Papa había dado su aprobación.
Félix se quedó en Francia y Mata salió para España, África e Italia. Estableció la Orden en estas naciones, reunió limosnas, redimió cautivos, mientras San Félix trabajaba en Francia y desde allí le mandaba dinero y hombres.
Félix vio que llegaba su hora y no quería morir sin el consuelo de abrazar al padre Juan de Mata. Dios accedió a este santo deseo suyo y contra la natural expectación de los religiosos, un día apareció en Cerfroid el padre Mata. Venía contentísimo porque sus frailes habían hecho maravillas en Berbería, en Túnez, en Argel, en el reino de Valencia. Dios estaba con la Orden. Conversó largamente con Félix y se volvió a Italia. Al poco tiempo murió santamente San Félix, dando un apretado beso de amor al Santo Crucifijo. Esto sucedió el 4 de noviembre de 1212.
Publicado en Cuenca, 20 de noviembre de 2020 y 20 de novimbre de 2024.
Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.
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FUENTES
CONSULTADAS:
-Año
Cristiano para todos los días del año. P. Croiset. Madrid. 1846.
-La
casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.
-Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961.
lunes, 18 de noviembre de 2024
El tic tac del reloj del tiempo. Un 19 de noviembre nació quien suscribe.
Reloj de la Puerta del Sol de Madrid |
José Rodríguez de Lozada |
San Barlaán ( Siglo III). Festividad del 19 de noviembre.
En nuevo santoral ha elegido para esta fecha una santa muy relevante, como es santa Isabel de Hungría, que la vimos el 17 de noviembre, y otro santo de cierta notoriedad, como el Papa san Poncio, dejándonos tan sólo figuras bastante borrosas o difíciles de tratar por la poca información que se tiene de sus vidas, historias descoloridas por el paso de los siglos como el santo que traigo hoy san Barlaán.
Por san Basilio y san Juan Crisóstomo sabemos que Barlaán fue real, que existió, de él hablan elocuentemente.
Martirio de san Barlaán. |
San Barlaán dicen que fue labrador que trabajaba en el campo cerca de Casárea de Capadocia, en las proximidades de la actual ciudad turca de Kayseri, y a comienzos del siglo IV debió de ser un cristiano más de las numerosas comunidades de Asia Menor, desaparecidas, casi sin dejar más rastro que ruinas y estos testimonios de la fe.
Durante la persecución de Diocleciano fue intimidado por las autoridades a que renunciara a sus creencias y diera culto a los dioses, y cuando se negó quisieron obligarle poniéndole incienso en la mano derecha, de tal modo que bastara abrirla para el gesto idolátrico. Luego le aplicaron fuego en ella para que la abriera y san Barlaán se mantuvo firme y apretando con todas sus fuerzas. La mano se le quemó pero no la abrió para que el incienso no saliera de ella.
Cuenca, 19 de noviembre de 2020 y le 19 de noveimbre de 2024.
José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.
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FUENTES
CONSULTADAS:
-Año
Cristiano para todos los días del año. P. Croiset. Madrid. 1846.
-La
casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.
-Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961.
domingo, 17 de noviembre de 2024
Dedicación de las basílicas de San Pedro y San Pablo. Festividad del 18 de noviembre.
La liturgia de hoy nos llama a Roma, a la tumba de los dos Apóstoles, a las basílicas de San Pedro y San Pablo. Están distantes entre sí, la una en la Vía Cornelia y la otra en la de Ostia. Pero un mismo espíritu las une, una misma fe y grandeza se respira en ellas, un mismo Cristo habla en las dos.
Hemos de pensar que la muerte de San Pedro y San Pablo en Roma hizo más conquistas que con la de todos sus soldados y legionarios. El fuego sacro que irradia calor y vida se recoge junto a la tumba de los dos Apóstoles. Allí se arrodilla Roma, allí mira el mundo y allí se hace Cristo visible.
Es cierto que San Pedro fue enterrado en la colina del Vaticano, cerca del lugar de su crucifixión, que estaba junto al circo de Nerón. La tumba de San Pedro fue núcleo de atracción para otros sepulcros cristianos posteriores, especialmente de los Papas del siglo I y II, desde San Lino hasta San Víctor.
Sobre el sepulcro de San Pedro in Vaticano levantó el papa Anacleto una memoria, esto es, un oratorio. Apenas brilló el sol de la paz, el papa San Silvestre propuso a Constantino que diese a los sepulcros de Pedro y Pablo aquella forma exterior de grandeza arquitectónica y riqueza artística que exigían los dos mayores santuarios de la fe católica.
Constantino acogió la idea, y tanto la Vía Cornelia como en la Apia, levantó dos magníficas basílicas, domus regales las llama el Libro Pontifical, resplandecientes por el oro y dotadas con un ingente patrimonio inmueble que llegaba hasta Oriente.
La liturgia de las fiestas principales, como la Epifanía, en la Ascensión y Pentecostés, tiene lugar en la basílica de San Pedro. El Papa, los presbíteros y diáconos romanos son aquí consagrados. El nuevo Pontífice comienza en ella su pontificado y lo termina también con su sepultura. El Papa bautiza en el baptisterio de San Dámaso y cuando confirma se sienta en la misma Cátedra de madera que, según la tradición, usaba San Pedro, venerada por todas las generaciones, adornada y enriquecida con la mejor que supo inspirar el arte y el genio de la fe. Rodeada por León IV de una muralla torreada, la Ciudad Leonina, surgió en el siglo IX como el símbolo fuerte del Pontificado Supremo. Hasta este tiempo la tumba de San Pedro debía estar visible. Con motivo de la invasión sarracena, se ocultó.
Una inscripción que se leía en la bóveda, debajo del mosaico del ábside, renovado por Inocencio III en el siglo XII, nos indica la idea cristiana sobre la basílica de San Pedro:
“Esta es la Suprema Sede de Pedro y el templo consagrado al Príncipe de los Apóstoles. Esta es la Madre, la gloria y el ornato de todas las iglesias. Quien rinde devota adoración en este templo a Cristo. Recogerá las flores de su virtud y a su tiempo, el fruto de la eterna salvación”.
Las actuales basílicas de San Pedro y San Pablo no son las mismas que admiraron los peregrinos en la Edad Media. El templo de San Pedro fue derribado en el siglo XVI, reconstruido con mayor esplendidez y vuelto a construir por Urbano VIII el 18 de noviembre de 1626.
En el año 1823, mientras Pío VII, en su agonía, recordaba delirando los días felices que había pasado como simple monje de la abadía de San Pablo, un tremendo incendio destruyó gran parte de la basílica del Doctor de las gentes. Las llamas respetaron con dificultad el crucero donde estaba el altar del Apóstol, bajo el arco triunfal de San León Magno. Al Papa moribundo se le ocultó la tragedia. ¡Único dolor que se le perdonó a aquel Pontífice Mártir!
La fe y generosidad de cuatro Pontífices levantaron la nueva basílica de San Pedro, mayor, más hermosa y artística que la primera. Pío IX la consagró el 10 de diciembre de 1854, en presencia de los cardenales y obispos que habían acudido a Roma de todas las partes del mundo, para asistir a la proclamación del Dogma de la Inmaculada.
Publicado en Cuenca, 18 de noviembre de 2020 y el 18 de noviembre de 2024.
Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.
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FUENTES
CONSULTADAS:
-Año
Cristiano para todos los días del año. P. Croiset. Madrid. 1846.
-La
casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.
-Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961.
Efemérides conquenses del día 18 de noviembre.
Publicado en Cuenca, 18 de noviembre de 2019 y el 18 de noviembre de 2024.
sábado, 16 de noviembre de 2024
Efemérides conquenses. Martirio de san Juan del Castillo. 17 de noviembre.
San Juan del Castillo nació en Belmonte (Cuenca) el 14 de septiembre de 1595 y murió martirizado en Asunción (Paraguay), el 17 de noviembre de 1628. Nació en el seno de una familia adinerada. Sus padres fueron Alonso del Castillo y María Rodríguez, fue bautizado a la semana después de su nacimiento en la Colegiata de Belmonte y por ser el primogénito le pusieron el nombre de su abuelo paterno.
San Juan del Castillo |
Recibió una formación muy cristiana, estudiando en el colegio de la Compañía de Jesús que había en la misma localidad. Uno de sus maestros fue el Padre Diego de Boroa quien sería más tarde compañero en la misión de las Reducciones paraguayas.
A través de las cartas de San Francisco Javier que tanto gustaba leerlas le surgirá la vocación. Para no desairar a sus padres estudió Derecho en la Universidad de Alcalá, pero el 21 de marzo de 1614 ingresa en el Noviciado de Madrid de la Compañía de Jesús. Después del noviciado y de sus votos de pobreza, castidad y obediencia es destinado al Colegio de Huete, donde inicia sus estudios de filosofía.
En el curso de 1616, escucha al Procurador del Paraguay y Chile, el padre Juan de Viana, el cual tiene la misión de llevar refuerzos y Juan se ofrece y logra que sus superiores le cambien el destino para que pueda ir a Chile y Paraguay, iniciando el viaje el 2 de noviembre de 1616.
A bordo del barco que lo llevará al continente americano conocerá al jesuita Alfonso Rodríguez, natural de Zamora, quien también viaja en la misma expedición misionera. Llegan al puerto de Santa María de Buenos Aires el 15 de febrero de 1617. Ambos viajan a la ciudad de Córdoba del Tucumán para terminar allí sus estudios de filosofía. En 1628 Juan y Alfonso Rodríguez son destinados a las nuevas fundaciones del río Uruguay.
Después del martirio
de los Padres Roque González y Alfonso Rodríguez en la Reducción de Todos los
Santos en el Caaró, los caciques seguidores de ¥ezú se presentan, al día
siguiente, en la Reducción de la Asunción de Yjuhí.
Son las tres de la
tarde. Juan está a la puerta de su choza rezando el breviario. ¿Qué te dice el
libro? le preguntan. Juan contesta: "Nada, estoy rezando". Ellos
dicen: "Aquí te traemos a estos indios forasteros para que les des
anzuelos".
El Padre estaba matriculando a un cacique llamado
Chetihagu‚ y su gente y les di anzuelos y alfileres. Después el viejo cacique
Quarabí mandó a un cacique, llamado Araguirá, que embistiera al Padre. Él lo
hizo. Lo abrazó por la espalda y le torció los brazos. Así lo arrastraron hacia
el bosque. Le rasgaron la ropa, sólo dejaron una media y las mangas en los
brazos.
Allí le destrozaron
con una piedra grande la cabeza. Después quebraron los huesos y lo dejaron
diciendo: déjenlo para que se lo coman los tigres. El no estuvo con los que
quemaron el cuerpo, cuando volvieron en la mañana siguiente.
Juan repartió su
vida jesuita casi por igual: tres años en España, seis en Córdoba del Tucumán
en dos etapas iguales, tres en Chile y casi tres en Uruguay.
El Papa Juan Pablo II, lo canonizó el 16 de mayo de 1988, junto con los mártires y hasta entonces beatos Roque González de Santa Cruz y Alfonso Rodríguez Olmedo.
Cuenca, 17 de
noviembre de 2021 y 17 de noviembre de 2024.
José María Rodríguez
González. Profesor e investigador histórico.
Santa Isabel de Hungría (1207-1231). Festividad del 17 de noviembre.
Isabel nace el 7 de junio del año 1207, su padre Andrés II era el rey de Hungría, y primo del emperador de Alemania. Su madre fue Gertrudis de Andech de Merania, era hermana de la religiosa que más tarde se la conocería como Santa Eduviges de Silesia.
Santa Isabel de Hungría. |
Isabel creció en la corte junto a sus hermanos Béla, Calomán y Andrés. Su madre murió envenenada y su padre volvió a casarse. De este nuevo matrimonio nació una niña, Violante de Hungría, que con los años sería la esposa del rey Jaime I de Aragón.
A los catorce años la casaron con el landgreve de Turingia, Luis IV. Al parecer su matrimonio fue por amor, a demás de una unión con fines políticos. Los esposos fueron muy felices en su castillo de Wartburg, cerca de Eisenach, pero durante poco tiempo porque Isabel a los veinte años enviudó. Por entonces se predicó en Europa una cruzada y Luis tomo el mando marcado con la cruz. El día de San Juan Bautista, se separo de Isabel y fue a reunirse con el emperador Federico II en Apulia. El 11 de septiembre murió en Otranto, víctima de la peste.
Tuvo que defender los derechos de sus hijos, amenazados por parientes codiciosos, pero la viuda, que ya había dado grandes muestras de piedad y caridad (se le atribuía el milagro de las rosas, convirtiéndose en ellas los alimentos que llevaba ocultamente en su delantal para los pobres), se negó a volver a casarse; desde entonces se dedicó a Dios ingresando en la orden de san Francisco.
Después de asegurar el porvenir de sus hijos, se retiró a Marburgo y vivía consagrada a los pobres, a los enfermos y a los leprosos. Sabemos que este último período fue muy duro, y no sólo por reservarse las tareas caritativas más repugnantes.
Cuentan que cierto día, un noble fue a Marbugo buscando a Isabel, la encontró sentada, hilando a la puerta del hospital, vestida con su túnica burda. El hombre se santiguo asombrado porque jamás se había visto hilar a la hija de un rey. El noble quiso sacarla de la miseria en que vivía pero la santa se negó: sus hijos, sus pobres y la tumba de su marido estaban en Turingia y ahí quería pasar el resto de su vida. Vivía muy austeramente y trabajaba sin descanso, en el hospital o en las casas de los pobres, incluso pescando en el río a fin de ganar un poco de dinero para sus protegidos. Cuando la enfermedad le impedía hacer otra cosa, hilaba o cargaba lana.
La víspera del día de su muerte, a media noche, entre dormida y despierta murmuró: “Es ya la hora en que el Señor nació en el pesebre y creó con su omnipotencia una nueva estrella. Vino a redimir el mundo, y me va a redimir a mí”. Cuando comenzó a cantar el gallo dijo: “Es la hora en que resucitó del sepulcro y rompió las puertas del infierno, y me va a librar a mí”. Isabel murió al anochecer del 17 de noviembre de 1231, antes de cumplir los 24 años. Su cuerpo estuvo expuesto tres días en la capilla del hospicio. Ahí mismo fue sepultada y Dios obró muchos milagros por su intercesión.
Fue canonizada cuatro años después de su muerte por el papa Gregorio IX y es una de las santas más populares de Alemania.
Publicado en Cuenca, 17 de noviembre de 2020 y 17 de noviembre de 2024.
Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.
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FUENTES
CONSULTADAS:
-Año
Cristiano para todos los días del año. P. Croiset. Madrid. 1846.
-La
casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.
-Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961.
viernes, 15 de noviembre de 2024
Santa Gertrudis la grande (1256-1302). Festividad del 16 de noviembre.
Nació en Helfta, a la entrada de Eisleben, en Sajonia. Hasta que los benedictinos de Solesmes publicaron en 1875 las revelaciones de Santa Gertrudis y Santa Matilde, se confundía con su homónima Gertrudis de Nivelles y con la abadesa Gertrudis de Hackeborn. Hoy sabemos que nunca fue abadesa y que se distingue santa Gertrudis con el título de Magna.
Santa Gertrudis. |
A los cinco años entró en el monasterio, donde recibió una cultura universal y clásica. Estudió latín, filosofía y hasta teología, gustaba leer a los clásicos: Virgilio, Cicerón y Aristóteles. En una aparición que tuvo el 27 de enero de 1281, Jesucristo la reprendió y se convirtió a El por entero. El paso de lo puramente natural o menos bueno a lo sobrenatural y perfecto lo llaman los Santos “su conversión”. Desde aquel día el libro de Santa Gertrudis fue la Sagradas Escrituras y los comentarios de los Santos Padres y Teólogos, especialmente San Agustín, San Gregorio Magno, San Bernardo y Hugo de San Caro.
El arte cristiano representa a la Santa con el corazón abrasado sobre el pecho y dentro el Niño Jesús. Es la escenificación de aquellas palabras que el mismo Jesús dirigió a una persona devota, ponderando su amor a Gertrudis: In corde Gertrudis invenietis me, que viene a decir: Me encontraréis en el corazón de Gertrudis.
El Corazón de Jesús se le muestra algunas veces como una copa de oro, en que beben todos los bienaventurados. Como una cadena también de oro que baja del cielo a la tierra para hacer prisioneros de amor. Como un incensario que arde delante del Padre Eterno y exhala el perfume de su caridad. También es como una especie de cesto donde se recogen todos los méritos de la Encarnación Divina, méritos que podemos todos los hombres apropiarnos libremente.
La Encarnación, la misericordia de Jesús y una íntima confianza en su Sagrado Corazón es el colorido alegre que envuelve todos los escritos de Santa Gertrudis.
A los 25 años tuvo su primera revelación y hacia el fin de su vida recibió el don de las llagas. Murió por los años 1302 o 1303. Clemente XII insertó su Oficio en el calendario romano. Sus obras, escritas en lengua vulgar, fueron editadas en el siglo XVI por el cartujo Juan Lamperge y luego traducidas a los principales idiomas europeos.
Cuenta su biógrafo que un día que no pudo asistir con sus hermanas a la conferencia espiritual, se le apareció el Señor y le dijo: ¿Quieres que el sermón te lo haga Yo? Ella aceptó y entonces Jesús le hizo que descansase sobre su Corazón y oyó dos clases de pulsaciones. “Con estas dos pulsaciones, le dijo Jesús, Yo obro la salvación de los hombres”. La primera sirve para hacer que al Padre propicio sobre los pecadores, para excusar su malicia y moverlos a la contrición. La segunda era un latido de alegría y congratulación por la eficacia de la Sangre de Jesús en la salvación de los justos. Era un latido que atraía dulce y suavemente a los buenos para trabajar constantemente en la obra de su perfección.
Lope de Vega compuso un soneto en su honor con los últimos versos acabo la presentación de esta gran Santa.
Custodia sois mientras gozáis el cielo,
y pues que todo Dios en él se esconde,
mayor tenéis el corazón que el cielo.
Publicado en Cuenca, 16 de noviembre de 2020 y 16 de noviembre de 2024.
Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.
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FUENTES
CONSULTADAS:
-Año
Cristiano para todos los días del año. P. Croiset. Madrid. 1846.
-La
casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.
-Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961.
jueves, 14 de noviembre de 2024
San Alberto Magno (1206-1280). Festividad del 15 de noviembre.
San Alberto fue tomado como el faro de su siglo y de la iglesia universal. Era el primogénito del conde Bollstädt y pasó sus primeros años en el castillo familiar de Suabia, junto al Danubio.
Su padre era militar pero él no sintiendo esta inclinación, fue enviado a la Universidad de Padua a estudiar gramática, dialéctica, retórica, música, geometría, aritmética y astronomía. Sus contemporáneos le llaman “el filósofo”.
San Alberto Magno. |
Hay algunos de los historiadores que han profundizado en su vida observan una intervención de la Virgen en su formación y en el rumbo definitivo de su vida. Tuvo en el principio dificultades para el estudio, y devoto de la Virgen, se echó un día a sus pies “del trono de la sabiduría” y le pidió que le fuera propicia. Fue oído y se le abrieron todas las fuentes del saber. Como señal, en la hora de la muerte debería perder la memoria de todo. También nos dicen que fue la Virgen quien le enseñó el camino de su vocación religiosa dentro de la Regla de Santo Domingo.
En su vida hay múltiples actividades, algunas, como la de alquimista, que pueden chocar con la visión moderna de las cosas, pero también la alquimia era en su tiempo un camino de averiguar la verdad. Fue filósofo, naturalista, teólogo, además de predicador y buen obispo, todo cabe en su inabarcable figura.
Se puedo tomar como su perfil definitivo el de maestro de universidades (Colonia y París), afable, abierto, servicial. Para él enseñar era darse, repartir con otros el mayor bien de que disponía, y hacerlo por amor, objetivo en la búsqueda del cómo y el porqué del mundo.
La última anécdota de su vida, pues contaba ya con 85 años, ya retirado, se entera de que la Universidad de París amenaza con condenar las tesis de Tomás de Aquino, que ha muerto hace poco. Emprende un largo viaje para defender la memoria del quien fuera su discípulo más genial que pasó por sus manos, todo por servir a la verdad y en verdad bastó su presencia para que se reconociera públicamente la razón que le asistía.
Recibió los últimos Sacramentos, entregó su alma grande a Dios sentado en una pobre silla de su modesta celda del convento de Colonia. Escribió mucho, leyó mucho, brilló como faro en el pináculo del saber y del gobierno, pero fue humilde, puro, caritativo, un santo. Poseyó la ciencia de Dios, la ciencia de la vida eterna y ésta es la gran lección que nos dejó a la posteridad.
Publicado en Cuenca, 15 de noviembre de 2020 y el 15 de noviembre de 2024.
Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.
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FUENTES
CONSULTADAS:
-Año
Cristiano para todos los días del año. P. Croiset. Madrid. 1846.
-La
casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.
-Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961.
Efemérides conquenses del día 15 de noviembre.
Alonso de Ojeda |
San Juan del Castillo |
miércoles, 13 de noviembre de 2024
San Malaquías (1094-1148)
¿Quién no ha oído hablar de las profecías de Malaquías, que atribuyen un lema a todos los papas y fijan su número hasta el fin de los tiempos? No hay que alarmarse, dichas predicciones son obra de un autor apócrifo del siglo XVI, pura superchería. Y desde luego no tienen nada que ver con nuestro santo, quien tampoco ha de confundirse con la profecía del Antiguo Testamento.
San Serapión (1178-1240)
martes, 12 de noviembre de 2024
Plenilunio de noviembre. Luna del Castor
Este mes de noviembre el Plenilunio se dará el día 15, a las 22:29 horas. Esta luna llena recibe el nombre del castor.
Plenilunio de noviembre de 2023. |
Luna del Castor, momento en que los castores se preparan para el invierno. La tradición celta la denominaba “Luna llena de Luto”, celebrándose el fin de año, a esta noche la llamaban Samahain. En Japón se celebra la festividad de la diosa doméstica de la cocina, agasajando a las mujeres que diariamente preparan los alimentos, comúnmente llamados Kami (deidades), esta diosa era importante por ser la protectora y proveedora del alimento cosechado.
Plenilunio denoviembre de 2023. |
En el libro que la Fundación Antonio Pérez me editóm tras la exposición de las lunas llenas en la Hoz del Huécar, en el año 2010, viene las poesías que escribir mes a mes a cada luna llena, trascribo, para vuestro deleite la poesía que corresponde a este mes, que titulo Luna llena del Luto:
Te elevas triunfante en tus dominios,
luces vanidosa los brillos de tu traje,
brillos reflejados en las pupilas
de los amantes furtivos.
Luna que guardas en tus recuerdos
los amores pasados y vividos.
Almas que suspiraron
y siguen vagando en tu camino
hasta otro atardecer
que anuncie tu nuevo recorrido
para estar contigo.
José María Rodríguez González. 2010
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Fuente documental:
SELENE. Mitología de la
luna llena en la hoz del Huécar. 2010. Fundación Antonio Pérez. Autor: José
María Rodríguez González.