Para conocer a Santo Tomás hay que empezar hablando de San Juan que debió sentir simpatía por Tomás, pues es curioso que sólo él lo menciones hasta siete veces en el Evangelio, mientras que los tres primeros Evangelistas no lo recuerdan sino en la lista general de los doce Apóstoles.
Como decía San Juan lo menciona en tres episodios y aparece siempre con el mismo carácter: pronto e impulsivo, pero noble y leal, así debió de ser Santo Tomás.
La incredulidad de Tomás. Obra de Bernardo Strozzi. |
Con la muerte de Lázaro Jesús les anuncia que quiere volver a Judea, aunque están los dirigentes judíos están conspirando contra Él. “Vayamos allá y muramos con Él”. Según las Escrituras el viaje a Jerusalén se proyecta en sobras de muerte. Los enemigos iban ahora en serio y estaban dispuestos a acabar con el Maestro y con los discípulos. Callan y temen todos. Tomás no se deja arrastrar y reacciona; está dispuesto a morir por Jesús, si hace falta. No hay que quitarle su mérito, pero en los Apóstoles, hasta la venida del Espíritu Santo, prevalece la naturaleza de la gracia. Fue un acto de fidelidad a la amistad con Jesús, apoyado en su carácter personal y puntilloso.
El segundo pasaje donde es mencionada su actitud es en la noche de Jueves Santo, Jesús está conmovido y los discípulos apesadumbrados. En este ambiente de depresión general, Tomás ha de singularizarse también, con una salida impulsiva y menos y menos a tono que la del Jordán. “Ya sabéis dónde voy y cuál es el camino”, dice Jesús. Tomás, menos meditativo y sereno que Juan para reflexionar y entender las sentencias del Maestro, salta rápido y contesta: “Señor, si no sabemos a dónde vas ¿cómo podemos saber el camino?” ¡Feliz intervención la de Tomás que nos mereció aquella sentencia profundamente consoladora: “Yo soy el camino, la verdad y la vida!
La tercera vez donde es mencionado sucede en después de la Resurrección. El Señor se le aparece a los Apóstoles pero Tomás ha estado fuera y al llegar junto a los demás le relatan la aparición del Señor. Al domingo siguiente están todos reunidos en el Cenáculo y Jesús de nuevo se muestra a ellos. “Tomás, le dice Jesús, mete tus dedos en la llaga del costado, y no seas incrédulo, sino fiel”. “Dios mío y Señor mío”. Con este acto de fe y amor a Jesús, borraba su dureza de juicio y dejaba a la Iglesia la mejor jaculatoria. “Más nos sirvió para fe, dice San Gregorio Magno, la incredulidad de Tomás, que la fe de los discípulos fieles”. ¡Felices los que creemos, sin haber visto, por la sola palabra de los que vieron!
El Martirologio Romano afirma que Santo Tomás predico el Evangelio a los partos, persas e hircanios, y que después pasó a la India y fue martirizado en Cala mina. El día 3 de julio se conmemora el traslado de las reliquias de Santo Tomás a Edesa. En la Iglesia siria esa es la fecha de la fiesta principal, pues el martirio tuvo lugar el 3 de julio del año 72.
Es el patrono de los jueces, arquitectos y teólogos.
Publicado en Cuenca, 21 de diciembre de 2020 y el 21 de diciembre de 2023.
Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.
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FUENTES
CONSULTADAS:
-Año
Cristiano para todos los días del año. P. Croiset. Madrid. 1846.
-La
casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.
-Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961.
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