Efemérides conquenses 24 de
diciembre.
El día 24 de
diciembre de 1820 por del desbordamiento, se inundaron las calles de la parte
baja de Cuenca, fue causado por el río Júcar por la gran cantidad de agua
acumulada al haber estado nevando y lloviendo durante varios días. Volviéndose a
repetir en el año 1860 el mismo día 24 de diciembre.
Crecida del río Júcar del 21 de diciembre de 2019. |
Un día más, el
25 de diciembre de 1803, hubo una gran avenida en Cuenca, esta vez del río
Huécar, desbordándose por varias calles. Arrancó las maderas del molino de San
Martín, destruyendo los ojos de los puentes de la Puerta de Valencia y del
Postigo.
Coincidencia o
cosas del destino. El 25 de diciembre de 1860, se volvió a dar el mismo
problema; se desbordaba el río Júcar, riada que duró de ocho a diez días. Esto
fue así por las copiosas nevadas en la sierra y sobreviniendo unas lluvias a
posteriori hizo que se derritiera la nieve originando una gran riada que hizo
mucho daño: derribó puentes, arrasó campos, sembrados y abatió el puente de
Olivares, que entonces era (según Muñoz y Soliva), el mayor del Júcar.
En 1829 y el
mismo 24 de diciembre, se heló el Júcar, con tanta intensidad, que patinaban y
boleaban sobre el hielo que había en él. La helada duró cerca de un mes y los
lobos llegaron a bajar hasta la Puerta de Valencia y según otros, hasta las
perdices, en busca de comida bajaron hasta los huertos de Santiago, según Muñoz
y Soliva.
Publicado en Cuenca, 24 de
diciembre de 2019 y 24 de diciembre de 2023.
Por: José María
Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.
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