La Navidad en el Solsticio de invierno
Hoy como todos los años, el 21 de
diciembre marca astronómicamente la llegada del invierno, con él comienza la
Navidad, días de celebraciones por el nacimiento de Jesús, situado caprichosamente
el 25 de diciembre para que coincidiera con el Solsticio de invierno, tal vez,
porque desde hoy en adelante los días se alargan, igual que el crecimiento
temporal del recién nacido.
Desde hoy las noches se acortaran un minuto diario hasta el Equinoccio
de primavera, que este año se producirá el 22 de septiembre.
Esta celebración se tomó de las
costumbres celtas, ellos se basaban en el calendario lunar, este calendario
daba bastante relevancia tanto a los Solsticios como a los Equinoccios; esta
fiesta era llamada Yule, de estas costumbres vienen que el calendario se divida
en cuatro estaciones.
En esta fiesta, según la cultura
celta, se celebraba el renacimiento del dios y los espíritus después de su
muerte en Samhain, fecha en la que se celebra el año nuevo druida que es el 31
de octubre y la madrugada del 1 de noviembre. El periodo entre Samahain y Yule,
era llamado la estación oscura por ser días donde la cantidad de luz solar es
menor.
Esta fiesta del Yule conllevaba un
tiempo donde la cantidad de poder energético era mayor al creer que toda la
energía del anterior ciclo de muerte era importada a esta nueva de renacer por
lo que en esas fechas los rituales mágicos eras muy abundantes estando
relacionados con el fuego en las hogueras y en el crecimiento del tiempo de más
luz del sol. El espíritu de amor, de paz y felicidad son especiales en esta época
al considerarse los oráculos para determinar la cantidad y la calidad de las
cosechas que habrá en el año.
Con la reubicación de la fecha
del nacimiento de Cristo a esta fecha, daba comienzo la cristianización de las
costumbres. Para la gente no creyente siguió la celebración del renacimiento
del mundo, ambas fiestas son las más extendida por el mundo occidental.
Estas fechas están marcadas con
un gran simbolismo. El Solsticio y la Navidad simbolizan renacimiento y
renovación. Marca un tiempo precioso para reflexionar acerca de nuestras
acciones durante el año, renunciando a todo lo perjudicial y efímero y cultivar
cada vez más virtudes como la generosidad y la solidaridad, de esta manera se
producirá en nosotros un nuevo renacer al nuevo año que comienza.
Feliz Navidad y prospero año
2023.
Publicado en Cuenca, 21 de diciembre de 2018 y actualizaco el 20 de diciembre de 2023.
Por: José María Rodríguez González.
Profesor e investigador histórico
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