domingo, 17 de diciembre de 2023

Ntra. Sra. de la Esperanza. Festividad del 18 de diciembre.

     Hay un período en el recorrido litúrgico anual que representa la expectación del mundo en la plenitud de los tiempos en que el salvador nació. Y hay también al final de esa espera de la natividad una fecha mariana, llamada con los más bellos nombres por el pueblo fiel. Nuestra Señora de la Esperanza o de la Expectación, Nuestra Señora de la O. Cae ocho días antes de la Navidad y recuerda el colmo de los anhelos propios y ajenos de María en aquellos días de plenitud. La Iglesia entera jubilosa y esperanzada también, las hermosas antífonas mesiánicas iniciadas todas con la interjección ¡Oh! Que expresa aquí admiración y ansia viva. Sigue a ellas cada día la octava el Magníficat, himno de la gratitud y documento auténtico de la humildad de María cuando mayores carismas recibía de Dios.
Virgen de la Esperanza.
Foto: José María Rodríguez González.

Que España haya sido desde el principio del cristianismo el pueblo que con mayor amor, fervor y cariño ha invocado y honrado a la Virgen María, es unánime opinión de cuantos conocen la historia de la Iglesia. A todos los misterios de su vida ha tribuido España especial culto, empezando por el de su Concepción Inmaculada.  Pero como mas se complace el pueblo fuel es representando a la Virgen María ya desde el siglo I, fue con el atributo de Madre de Dios, con el Niño Jesús en brazos.

Para honrar precisamente este sublime privilegio de María, base y fundamento de todos los demás, con la solemnidad y regocijo que se merece, y por razones ya apuntadas, instituyó algunas Iglesias de España, ya antes del siglo VII, esta fiesta que hoy celebramos.

El año 656, siendo rey de España Recesvinto y arzobispo de Toledo San Eugenio, se junto en dicha ciudad el décimo Concilio de los llamados Toledanos. “Viendo los Santos Padres que en él se congregaron –dice-Ribadeneira- la obligación tan precisa que nos corre a todos los cristianos de solemnizar aquel dichoso y bienaventurado día en que el Verbo Eterno se vistió de nuestras carne en las limpísimas entrañas de la virgen, que es a 25 de marzo, y por estar comúnmente la santa Iglesia ocupada en aquellos días en llorar la Pasión del Señor, no lo puede celebrar con la alegría y regocijo que debe, ordenó que a los 18 de diciembre y ocho días antes de su Nacimiento, se celebrase esta fiesta con grandísima solemnidad, especialmente que estaba establecido por decreto de algunos Concilios, que en la Cuaresma, que es tiempo de ayuno y penitencia, no se celebrasen fiestas de mártires –qué eran las que en aquella sazón solamente se celebraban- y la Anunciación siempre cae en Cuaresma”.

Desde entonces se celebró en toda la Iglesia española con singular devoción y solemnidad en los días que van del 18 al 24 de diciembre, vísperas de la Navidad, y de aquí, con aprobación del Papa Gregorio XIII, pasó pronto a Francia y a otras naciones.

En Cuenca hay una gran devoción a la Virgen de la Esperanza. La hermandad, que lleva su nombre, fue fundada por el Colegio de Agentes Comerciales, el 1 de abril de 1951 y desfila procesionalmente en la Semana Santa conquense, desde el año 1952.

Junto a la Parroquia del El Salvador, hay una ermita anexa a la Parroquia que hace las delicias de quienes la visitan.
Capilla de la Virgen de la Esperanza.

El domingo día 15 de diciembre se celebró la Solemne Función Religiosa de la Hermandad en la sede canónica en la capilla del Convento de las Madres Justinianas (Las Petras), ubicado en la Plaza Mayor.

Publicado en Cuenca, 18 de diciembre de 2019 y el 18 de diciembre de 2023.

Por:José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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