domingo, 31 de diciembre de 2023

Celebración del Año Nuevo y la Circuncisión de Jesús. 1 de enero

   Se celebraba antes de la aparición del Cristianismo la llegada de Año Nuevo con espléndidos festejos en honra de Jano, divinidad de dos caras; una de las cuales miraba al pasado año y la otra al futuro. A esta fiesta iba el pueblo romano con gran jolgorio al monte Tarpeyo, donde dicho dios tenía su altar, y le ofrecían sacrificios.

Juntamente ofrecían libaciones en honor a la diosa “Fuerza”, conocida por los nombres de Strenua o Strenna, cuyo principal santuario se hallaba en el islote del Tíber. En este mismo lugar se edificó después la iglesia de Santa María de Transtévere y en ella fundó el Papa San Calixto la estación del día de la Circuncisión, pensando precisamente en las antiguas fiestas paganas. Así fueron sustituidos los juegos y ritos paganos por las solemnes y augustas fiestas religiosas que santificasen aquellos lugares.

Durante las fiestas públicas paganas, se felicitaban recíprocamente los antiguos romanos con motivo de la entrada del año nuevo, haciéndose mutuos regalos consistentes en dátiles, higos, miel, etc., a los que añadían una moneda llamada stips como presagio de riqueza. Todos estos regalos y sus similares denominaciones strenae en memoria de la citada diosa.

Este intercambio mutuo de regalos con ocasión de la entrada del año, era inocente en sí; pero se verificaba en medio de ceremonias paganas y prácticas supersticiosas que ocasionaban grandes desórdenes: cantaban y bailaban por las calles enmascarados y se entregaban a toda clase de disolución.

San Pedro Crisólogo, arzobispo de Ravana, nos describe esas orgías de una manera más real, en las que hasta los cristianos participaban, diciendo: “Se enmascaran, se cubren el rostro con la careta de los dioses paganos, disfrazándose los hombres de mujeres y las mujeres de hombres”. Indicando que los cristianos no podían entregarse a tales desórdenes sin perder su dignidad de hijos del verdadero Dios.

En los primeros siglos de la Iglesia y sobre todo después de la destrucción del paganismo, muchos cristianos conversos, pero todavía débiles en la fe, se dejaban arrastrar por los malos ejemplos de los infieles y acudían a esas fiestas, aunque sin llegar a ofrecer sacrificios a Jano ni a Strenna. Los Padres de la Iglesia instituyeron esta fiesta por la de La Circuncisión, como una solución a los excesos que se cometían. Esperaban, por este medio, cambiar y dirigir a los nuevos cristianos, hacia un objetivo más digno.
La Circuncisión de Niño Dios.

La Misa y el Oficio de hoy nos hablan del Nacimiento y de la Circuncisión del Señor, y es que al principio la festividad litúrgica era una simple octava de la Natividad; luego, al final de la Edad Media, se añadió el recuerdo de la Circuncisión. El Evangelio de la Misa de hoy, se refiere a este segundo misterio; “Al cumplirse ocho días de la circuncisión del Niño, se le puso por nombre Jesús, según le habían llamado el Ángel antes de que fuese concebido”.

La práctica de la circuncisión era en los pueblos de oriente muy antigua. Se ha encontrado también en tribus salvajes de América y Australia y hoy día se lleva con todo rigor entre los fieles de Mahoma. Pero en ningún pueblo ha tenido un carácter tan sagrado e importante como en el pueblo judío.

Noventa años tenía Abraham cuando Dios se le apareció y de dijo: “Yo soy Dios omnipotente y quiero hacer un pacto contigo. Te daré una descendencia tan numerosa como las estrellas del cielo y las arenas del más; te haré padre de reyes y jefes de naciones poderosas; te bendeciré y seré para siempre tú Dios y el de tu pueblo. Y éste será el sello de mi alianza, el pacto que observaréis inviolablemente; todo hijo que venga a este mundo será circuncidado al octavo día; y si no le circuncidaren, se le arrojará de mi pueblo, por haber roto el pacto de mi testamento”.

La circuncisión, pues, era para los judíos la señal visible de la alianza entre Dios y Abraham de la incorporación efectiva a la nación santa, de la participación en todos los derechos y obligaciones del pueblo escogido.
Circuncisión judía.

El día de la Circuncisión es el más a propósito para empezar con el Niño Dios vida nueva semejante a la suya. Al nacer en esta época nos da a entender que durante el año que empieza, debemos vivir más santamente que en el paso.

Feliz Año Nuevo 2023.

Cuenca, 1 de enero de 2022 y actulizado el 1 de enero de 2024.

José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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