Hay santos que
son poco más que un nombre que se une a borrosas noticias, y que sin embargo
tienen un papel insospechadamente vivo en la devoción actual. Así, San
Pancracio, a quien saludaremos dentro de tres meses, o el santo del día de hoy, San Valentín, que
como anuncio de la primavera se ha convertido en protector de los enamorados.
San Valentín,
con este nombre hay varios santos mártires. Según la etimología latina, Valentín
significa virtud y fortaleza. El Santo que hoy encontramos en el Misal Romano
fue sacerdote y mártir de Roma, en tiempo del emperador Claudio II, el Gótico
(268-270).
Las Actas del
martirio de San Valentín son tardías y comunes, a excepción de un hecho
milagroso, que nosotros podemos admirar como posible y cierto.
San Valentín
debía de ser uno de los sacerdotes más significados de Roma, así por su virtud
como por su ciencia. Valentín en el ejercicio de su sacerdocio y en la
confesión de su fe, fue preso y sometido a interrogatorio. No conservamos la
redacción oficial de su proceso, como en otros mártires.
Las Actas nos dicen
que fue tratado con relativa suavidad y aún le concedieron vivir en presión en
la casa misma de su juez, llamado Asterio.
Un día que San Valentín
se recogió en fervorosa oración y, creyendo que nadie le oía, abrió su corazón
a los afectos y ternuras con Jesús, su amor. Lleno del Evangelio de San Juan, recita aquel texto en que Jesús es llamado Luz, la única Luz verdadera.
El juez Asterio, tenía una hija pequeña que se había quedado ciega y esta desgracia lo había
hecho manso y de buen corazón, seguía con curiosa superstición todos los actos que el Santo preso hacía. Esa mañana oyó sus súplicas y alabanzas a Cristo. Asterio pensó: “Sí es cierto que su Dios es ¡Luz
que ilumina a todo el que viene al mundo! podría iluminar a mi pequeña.”
Llamó al
mártir, lo trajo a su presencia y le propuso una prueba: si daba la vista a su
hija creería en verdad en el poder de su Dios. Las Actas nos dicen que Valentín
aceptó confiando en Jesús.
Le trajeron a la niña, tocó con sus manos los ojos
de la ciega; hizo una fervorosa oración a Cristo: “Señor Jesús que sois la
verdadera Luz, iluminad esta vuestra sierva”, y la joven recobró instantáneamente
la vista.
Asterio y su
mujer cayeron de rodillas a los pies del Santo y le suplicaron que debieran
hacer.
San Valentín le dijo:
-Romped todos
los ídolos; ayuna por espacio de tres días; perdona a todos tus enemigos y recibe el bautismo en el nombre de Jesús.
Asterio hizo
cuanto le había indicado San Valentín. Puso en libertad a todos los cristianos
que dependía de él y se bautizó con todos los miembros de su casa que se
componía de 46 personas.
El emperador,
aunque no era enemigo de los cristianos, temió una revuelta popular con la divulgación
de la conversión de Asterio, hombre público y muy significado en la ciudad.
El pueblo estaba contra los cristianos
y era preciso darle una satisfacción. Valentín era un mago, un enemigo de la
seguridad pública, de la religión del Estado y debía morir. Fue cruelmente
azotado con varas nudosas y el 14 de febrero del año 268 fue decapitado en la
Vía Flaminia. Cerca de allí fue sepultado y más tarde, junto a su tumba, se
alzó una basílica en tiempos de Julio I (337-352), que después restauró Honorio
I.
Como hemos visto, este mártir que llegó a dar su nombre a una puerta de las murallas de Roma, ¿Qué tiene que ver con los enamorados?
Lo cierto es que la tradición es muy antigua y ya está bien documentada en la Edad Media, a menudo con protestas de las autoridades eclesiásticas por lo que consideraban un resabio pagano. Se supone que en la época en que se aparean los pájaros, y en el día de San Valentín en muchos países las muchachas elegían novio intercambiándose regalos, oportunidad que la sociedad de consumo no podía desaprovechar, así que Valentine's Day (porque es costumbre anglosajona) también forma parte de nuestro interesado folclore.
Esta es una fiesta de anticipo de la primavera y sentimentalmente amparada en el nombre del antiguo mártir San Valentín por simple coincidencia en el calendario. No es un patronazgo histórico, pero si ha sido y sigue siendo invocado el santo por los enamorados lo cual en el fondo no es una mala razón para seguir con él como patrón de los enamorados.
Feliz día de San Valentín.
Publicado en Cuenca, 14 de
febrero de 2021. Actualizado 14 de febrero de 2024.
Por: José María
Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.
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