Comienza la Cuaresma con el ritual de la ceniza:
“Meménto homo quia pulvis es”.
La ceniza,
símbolo de humildad y penitencia tuvo un papel muy importante en la vida de los
Santos. Incluso nuestro san Julián cuando vio que se le acercaba la hora de la
muerte se hizo tumbar en ceniza.
La imposición
de ceniza a los fieles tiene un sentido piadoso. Hasta el siglo XI, sólo fue
obligatorio para los grandes pecadores públicos. Los buenos cristianos se
contentaban con asistir a la ceremonia, o si voluntariamente se sometían a esta
humillación, era para expiar alguna culpa secreta o por mero motivo de devoción
y fervor.
Para dar con
el sentido de la ceremonia del miércoles de Ceniza, es indispensable tener
presente la antigua disciplina eclesiástica tocante a la penitencia pública y
examinar los vértigos que de ella quedan.
En el siglo
IX, los griegos anticipaban la cuaresma en una semana, para ayunar exactamente
cuarenta días como Jesucristo. Por entonces advirtieron a los latinos que la
Cuaresma de seis semanas que ellos guardaban, no contaba, excluyendo los
domingos, sino treinta y seis días de ayuno. Por devoción y también por
condescendencia con sus hermanos orientales, anticiparon los latinos, los
cuatro días del ayuno cuaresmal, por lo que correspondió empezar el miércoles
después del domingo de Quincuagésima. La ceremonia de imposición de ceniza se
trasladó a dicho día, llamado desde entonces Miércoles de Ceniza.
Al cesar la
disciplina de la penitencia canónica, se mantuvo el rito de la imposición de la
ceniza. Hacia largo tiempo que muchos fieles se sometían de por sí a dicha
ceremonia; presentándose también como pecadores y se juntaban con los
penitentes públicos por devoción. Aun pasado el siglo XI perduró esta piadosa
costumbre.
Con esto se
llegó al rito actual, todos los fieles juntos con los mismos sentimientos de
humildad, presentan su frente al sacerdote para que trace en ella la señal de
la cruz con ceniza, al tiempo que les dice estas palabras: Acuérdate, oh hombre, que eres polvo y que en polvo te convertirás.
Cuenca, 17 de
febrero de 2021. Actualizado 14 de febrero de 2024.
José María
Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.
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