Pon un tulipán en su
vida y haz feliz a quien tienes a tu lado.
Ayer
comenzamos con el significado del color de algunos tulipanes, como el de color
rojo, hoy seguiremos con el lenguaje simbólico de los tulipanes, ampliándolo a
los demás colores.
A este
lenguaje simbólico de las flores los japoneses lo llaman Hanakotaba, asociando
ciertas flores con diferentes significados. Para vuestra información diré que
fue el rey Carlos II quien lo llevo el tulipán a Suecia desde Persia, en el
siglo XVII.
Esta forma de
expresar nuestros sentimientos a través de las flores recibe el nombre de
floriografía. Esta forma de expresión fue acuñada en la época victoriana como una
forma peculiar, por la que podemos enunciar lo que queremos, sin decir palabra,
siempre que quien la reciba sepa interpretarlo.
A veces
intuitivamente elegimos un tipo de flor dependiendo del estado de ánimo en el
que nos encontremos, sin reparar qué podemos trasmitir con nuestra acción. Ciertamente
podremos sorprender a la otra persona con un ramo de flores de color amarillo
para animarla o podemos declarar nuestra pasión con una docenas de rosas rojas aterciopeladas.
Hoy quiero
seguir con los tulipanes para cerrar este tipo de flor y explicaros que color
elegir para que nos sirva en situaciones diferentes. Sea el color que escojáis
para obsequiar, además del simbolismo que ellas representan en el lenguaje de
las flores, con un ramo de tulipanes siempre trasmitiremos elegancia, gracia y
distinción.
Comenzaré con
el tulipán amarillo. Al regalar un ramo de tulipanes amarillos estamos
expresando a la persona que lo reciba que tenga un maravilloso día, pues el
amarillo en el color del sol, la brillantez del día y por ende la alegría, con
ello le estamos demostrando lo feliz que nos hace su compañía y su amistad.
El tulipán
amarillo tiene su historia como os conté el del color rojo ayer. Pues cuentan
que como todo el mundo quiere alcanzar la felicidad buscaron una forma de
lograrla, a modo de talismán lo hallaron en el tulipán amarillo, pero siempre
que se consiguiera abrirlo sin manipularlo.
De esta manera
los chamanes pensaban que era posible conseguirlo si un tulipán de color
amarillo se abría para exhalar su fragancia e impregnar de su polen a la
persona más cercana a él. Para que esos bonitos brotes se abrieran le dedicaban
sus cantos y los chamanes le rezaban sus oraciones, pero a pesar de todo no
conseguían obtener sus favores. Hasta que un día un niño de corta edad, lleno
de inocencia y con una sonrisa radiante se acercó al tulipán amarillo que
hablándole mágicamente se abrió ante su presencia y con ello trajo abundante
felicidad a toda la gente que le rodeaba. La sonrisa de aquel niño resplandecía
como el sol radiante y por ello el tulipán amarillo le respondió.
El tulipán blanco, al igual que la mayoría
de las flores blancas representa la inocencia o la pureza y por ello están en
la mayoría de las bodas, asociándose también al amor, ellos dan un toque de
majestuosidad y elegancia.
También son
empleados para pedir disculpas por alguna ofensa cometida a alguien. Es por
ello que el tulipán blanco será una buena flor para regalar cuando alguien
quiere pedir disculpas. Otro significado es el de esperanza y renovación.
El blanco es
también un símbolo para el cielo, por esta razón se asocia con los monumentos y
los entierros. Sin embargo colocados en un jardín el tulipán simboliza el
saborear un trocito de cielo en la tierra, siendo su rincón favorito del
jardín.
El tulipán de
color rosa está asociado a la
feminidad. La verdad es que el color rosa de los tulipanes está asociado y
representa la honestidad y la pureza de una persona y se emplean para
distinguir un apego sincero.
También es
asociado con la fraternidad, por ello es un bonito detalle el regalarle los
hijos a su madre. Es común en otras latitudes, que celebran la entrada de la
madurez de una niña al cumplir los quince años, pues esa flor en su color rosa
representa la candidez y pureza característica de las jóvenes a esa edad.
El tulipán morado alude históricamente a la
realeza. Es utilizado para los ramos y decoraciones en las bodas.
En el Imperio
Otomano, la prosperidad de la tierra coincidía con la época del tulipán y
cuando los tulipanes fueron introducidos en los Países Baños, por el año 1600
se hicieron tan populares que no era raro que por un tulipán de estas
características se llegaran a pagar 6.000 florines.
En Ucrania se
encuentra unido al huevo de Pascua, conocido como PysanKy, en este país los
tulipanes morados representan la primavera y el renacimiento. También se han
utilizado en el arte para simbolizar el ayuno, la fe y la confianza.
El tulipán de
color naranja representa una conexión
mutua y la comprensión entre dos personas, en su mayoría parejas. Por ello, el
enviar tulipanes rosas despierta en quien los recibe la fascinación, la
energía, el entusiasmo, la felicidad, así como el deseo y la pasión. Con todas
estas propiedades esta flor tiene múltiples usos al poderse enviar para subir
el ánimo a las personas que se encuentran deprimidas o enfermas.
Con el color
azul en los tulipanes nos encontramos dos tipos de tonalidad: el azul marino, que representa la
tranquilidad, el sosiego y el sueño, y el Azul
oscuro que se dice que representa la verdad. En la edad victoriana se
utilizó este tipo de tulipán como el símbolo del romanticismo.
Por último
veremos el tulipán negro.
Muchas
personas han asociado este color con las celebraciones luctuosas, pero
lamentablemente no son la excepción. Estos se emplean para demostrar a los
dolientes la pena que causa una pérdida y que se está con ellos para
acompañarles en su dolor.
Pero hay que
reconocer que también han sido la musa de muchos artistas que se han inspirados
en ellas para la confección de elegantes trajes de alta costura y el maquillaje
que va acorde con tanta belleza.
Hemos de saber
que cualquier color que elijas, si es un tulipán, conseguirás despertar la
admiración de la otra persona, porque las flores son una bendición de Dios y
todas ellas nos sirven para llevar la alegría a quien se encuentra triste y
endulzar el día a quien has tenido el gusto de obsequiar con un bonito ramos de
tulipanes.
Cuenca, 18 de
abril de 2020.
José María
Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.
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