sábado, 18 de abril de 2020

El lenguaje de las flores.

Pon un tulipán en su vida y haz feliz a quien tienes a tu lado.

Ayer comenzamos con el significado del color de algunos tulipanes, como el de color rojo, hoy seguiremos con el lenguaje simbólico de los tulipanes, ampliándolo a los demás colores.

A este lenguaje simbólico de las flores los japoneses lo llaman Hanakotaba, asociando ciertas flores con diferentes significados. Para vuestra información diré que fue el rey Carlos II quien lo llevo el tulipán a Suecia desde Persia, en el siglo XVII.

Esta forma de expresar nuestros sentimientos a través de las flores recibe el nombre de floriografía. Esta forma de expresión fue acuñada en la época victoriana como una forma peculiar, por la que podemos enunciar lo que queremos, sin decir palabra, siempre que quien la reciba sepa interpretarlo.

A veces intuitivamente elegimos un tipo de flor dependiendo del estado de ánimo en el que nos encontremos, sin reparar qué podemos trasmitir con nuestra acción. Ciertamente podremos sorprender a la otra persona con un ramo de flores de color amarillo para animarla o podemos declarar nuestra pasión con una docenas de rosas rojas aterciopeladas.

Hoy quiero seguir con los tulipanes para cerrar este tipo de flor y explicaros que color elegir para que nos sirva en situaciones diferentes. Sea el color que escojáis para obsequiar, además del simbolismo que ellas representan en el lenguaje de las flores, con un ramo de tulipanes siempre trasmitiremos elegancia, gracia y distinción.

Comenzaré con el tulipán amarillo. Al regalar un ramo de tulipanes amarillos estamos expresando a la persona que lo reciba que tenga un maravilloso día, pues el amarillo en el color del sol, la brillantez del día y por ende la alegría, con ello le estamos demostrando lo feliz que nos hace su compañía y su amistad.

El tulipán amarillo tiene su historia como os conté el del color rojo ayer. Pues cuentan que como todo el mundo quiere alcanzar la felicidad buscaron una forma de lograrla, a modo de talismán lo hallaron en el tulipán amarillo, pero siempre que se consiguiera abrirlo sin manipularlo.

De esta manera los chamanes pensaban que era posible conseguirlo si un tulipán de color amarillo se abría para exhalar su fragancia e impregnar de su polen a la persona más cercana a él. Para que esos bonitos brotes se abrieran le dedicaban sus cantos y los chamanes le rezaban sus oraciones, pero a pesar de todo no conseguían obtener sus favores. Hasta que un día un niño de corta edad, lleno de inocencia y con una sonrisa radiante se acercó al tulipán amarillo que hablándole mágicamente se abrió ante su presencia y con ello trajo abundante felicidad a toda la gente que le rodeaba. La sonrisa de aquel niño resplandecía como el sol radiante y por ello el tulipán amarillo le respondió.

El tulipán blanco, al igual que la mayoría de las flores blancas representa la inocencia o la pureza y por ello están en la mayoría de las bodas, asociándose también al amor, ellos dan un toque de majestuosidad y elegancia.

También son empleados para pedir disculpas por alguna ofensa cometida a alguien. Es por ello que el tulipán blanco será una buena flor para regalar cuando alguien quiere pedir disculpas. Otro significado es el de esperanza y renovación.

El blanco es también un símbolo para el cielo, por esta razón se asocia con los monumentos y los entierros. Sin embargo colocados en un jardín el tulipán simboliza el saborear un trocito de cielo en la tierra, siendo su rincón favorito del jardín.

El tulipán de color rosa está asociado a la feminidad. La verdad es que el color rosa de los tulipanes está asociado y representa la honestidad y la pureza de una persona y se emplean para distinguir un apego sincero.

También es asociado con la fraternidad, por ello es un bonito detalle el regalarle los hijos a su madre. Es común en otras latitudes, que celebran la entrada de la madurez de una niña al cumplir los quince años, pues esa flor en su color rosa representa la candidez y pureza característica de las jóvenes a esa edad.

El tulipán morado alude históricamente a la realeza. Es utilizado para los ramos y decoraciones en las bodas.


En el Imperio Otomano, la prosperidad de la tierra coincidía con la época del tulipán y cuando los tulipanes fueron introducidos en los Países Baños, por el año 1600 se hicieron tan populares que no era raro que por un tulipán de estas características se llegaran a pagar 6.000 florines.

En Ucrania se encuentra unido al huevo de Pascua, conocido como PysanKy, en este país los tulipanes morados representan la primavera y el renacimiento. También se han utilizado en el arte para simbolizar el ayuno, la fe y la confianza.

El tulipán de color naranja representa una conexión mutua y la comprensión entre dos personas, en su mayoría parejas. Por ello, el enviar tulipanes rosas despierta en quien los recibe la fascinación, la energía, el entusiasmo, la felicidad, así como el deseo y la pasión. Con todas estas propiedades esta flor tiene múltiples usos al poderse enviar para subir el ánimo a las personas que se encuentran deprimidas o enfermas.

Con el color azul en los tulipanes nos encontramos dos tipos de tonalidad: el azul marino, que representa la tranquilidad, el sosiego y el sueño, y el Azul oscuro que se dice que representa la verdad. En la edad victoriana se utilizó este tipo de tulipán como el símbolo del romanticismo.

Por último veremos el tulipán negro
Muchas personas han asociado este color con las celebraciones luctuosas, pero lamentablemente no son la excepción. Estos se emplean para demostrar a los dolientes la pena que causa una pérdida y que se está con ellos para acompañarles en su dolor.

Pero hay que reconocer que también han sido la musa de muchos artistas que se han inspirados en ellas para la confección de elegantes trajes de alta costura y el maquillaje que va acorde con tanta belleza.

Hemos de saber que cualquier color que elijas, si es un tulipán, conseguirás despertar la admiración de la otra persona, porque las flores son una bendición de Dios y todas ellas nos sirven para llevar la alegría a quien se encuentra triste y endulzar el día a quien has tenido el gusto de obsequiar con un bonito ramos de tulipanes.

Cuenca, 18 de abril de 2020.

José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.




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