El Sol, llamado Helios
por la mitología griega.
Hoy cierro el
mes con este capítulo de los planetas y la mitología griega. La mitología
griega ha sido una de mis aficiones. Comenzó con Selene, la Luna protagonista del
trabajo que realicé en 2008 y que en 2010 se vio culminada con una exposición
en la Fundación Antonio Pérez y la edición del catalogo. “SELENE. Mitología de
la luna llena en la hoz del Huécar”. Dos años de trabajo que volvería a repetir
porque disfruté como nunca había disfrutado siguiendo cada mes el curso de la
Luna llena, en nuestra encantadora hoz del Huécar.
Como dice el
refrán, agua pasada no muele molino, y añado yo, pero da satisfacción al
peregrino. Volvamos el agua a su cauce que hoy me toca hablar del Sol.
Anaxágoras
(500-428 a.C.) era un filósofo de Asia menor que vivía en Atenas, pensaba que
todos los astros estaban hechos de la misma materia que la Tierra, y que el Sol
era una piedra al rojo vivo. Por decir que el Sol no era un dios sino “una
piedra ardiente más grande que el Peloponeso”
fue expulsado de la ciudad por ateo. El Sol es una bola gigantesca de tipo
gaseoso, compuesta de hidrógeno que, mediante reacciones nucleares, se
convierte en helio y que brilla por la misma razón que cuando calentamos un
trozo de carbón, esto se pone al rojo vivo.
Nuestra
estrella, el Sol existe en la Vía Láctea, hace cuatrocientos millones, aunque
para nosotros es, de todas ellas, la más grandiosa por ser nuestra fuente de
vida y calor. Para tener una imagen del volumen del Sol podríamos imaginar que
en su interior cabrían 1.300.000 planetas del tamaño de la Tierra. Su gravedad
es 28 veces la nuestra. Si multiplicamos muestro peso por esta cifra
descubrimos que no siquiera sería posible andar.
Hace unos años
cuando se anunció, con ciertos días de antelación, que se iba a dar un eclipse
solar total, preparé unos cristales ahumados, de los que utilizábamos para
protegernos de la luz que desprende una soldadura eléctrica, para poder ver el
eclipse. Ese día fue especial, estando en clase, en la nave del IES “Fernando
Zóbel” salimos por la puerta trasera y nos pusimos a mirar con los cristales el
efecto que se estaba produciendo y se me ocurrió decir veis la ¿CORONA SOLAR?
Corona solar. |
Otro de los
fenómenos más espectaculares de Sol son las llamadas protuberancias solares que
se asemejan a llamas onduladas generadas por el campo magnético del Sol y que
pueden llegar a tener hasta 300.000 km de longitud. La temperatura del Sol
varía mucho dependiendo de si la calculamos en su centro: 15 millones de grados
centígrados o en su corona: 6.000 grados centígrados.
Aurora polar. |
Otro fenómeno
son las auroras polares que se producen debido a las intensas radiaciones
lanzadas por el Sol y que, debido al campo magnético terrestre, entran por los
polos. Cuando ocurren en el polo norte reciben el nombre de “aurora boreal”. El
arco iris, fenómeno que todos hemos observado alguna vez, nos permite conocer
los verdaderos colores de la luz solar. El viento polar recorre el espacio a
400 km/seg., y es, también el responsable de las espectaculares colar de los
cometas en su perihelio (momento de mayor
proximidad al Sol). Por este motivo las colas apuntan siempre en dirección
opuesta al Sol.
Helios |
En la
mitología griega vemos a Helios personificado en el Sol. Era hijo de Titán y de
su hermana Teya, hermano de Selene (mi Luna) y de Eos (la Aurora). Unido a la
Oceánida Perse tuvo a Cirse que fue la hechicera que vivió en la isla de Ea,
donde retuvo a Ulises en su regreso a Ítaca. Eates, rey de la Cólquida,
poseedor del Vellocino de Oro, que buscaban a Jasón los Argonautas y padre de
Medea, Absirto y Calcíope. También se le atribuyen otros hijos como: Parsefae,
Perses, Aloe, Calipso.
Helios era un
dios puro y bienhechor, aunque castigó a aquellos que osaban parangonarse con
él, como a Nerito, que lo convirtió en un molusco o a Argé, que lo transformó
en una cierva.
Para no
cansador más cierro aquí este capítulo. En otra ocasión os contaré el mito de
Faetón con Helios.
Espero que
hayáis disfrutado estos días con la historia de los dioses del Olimpo y los
planetas de nuestro Sistema Solar.
Cuenca, 30 de
abril de 2020.
José María
Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.
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