Para que nos quede grabado lo que vale la protección de María os contaré una pequeña historia que se le atribuye a Sebastián el Cano. Se dice que en 1519, muchas tardes al toque de oración pasaba largos ratos orando ante una imagen de María en la iglesia de san Ildefonso de Sevilla.
Al cabo de tres años de viajes, volvió en traje de penitente, con un cirio encendido y depositaba sobre el altar que solía rezar un ramo de flores, conchas y corales de los países que había recorrido, pues fue el primero en dar la vuelta al mundo. Con el tiempo el pueblo erigió una estatua de este gran explorador y en su pedestal: Un vascongado el primero que dio la vuelta a todo el mundo". Esta estatua fue erigida en vida de Sebastián el Cano y quienes lo felicitaban por tal monumento le respondía: "¡Con María nada es imposible, sin María todo se malogra!
Seamos solícitos y hoy Viernes de Dolores, tengamos un rato para orar y pedirle por todos nuestros enfermos de COVID-19.
Cuenca, 3 de marzo de 2020.
José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.
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