Santa Catalina de Bolonia
Esta santa que celebramos su
fiesta el 9 de marzo, nació en Bolonia un 8 de septiembre de 1413 y murió un 9
de marzo de 1463. Se considera la santa protectora de las artes liberales. Hija
de familia patricia, su padre tenía un puesto importante en la corte gracias a
Nicolás III, ella llegó a ser dama de compañía de la hija natural de Nicolás
III y recibió una educación que cubría el trívium y el quadrivium, que juntas
formaban las siete artes liberales, así como la filosofía, la caligrafía y los
ejercicios como montar a caballo y alistar las armas. Catalina fue también capaz
de leer y escribir latín, aprendiendo también a pintar.
Catalina tomaba parte de los
bailes y placeres que la juventud disponía en su época y decían de ella que era
hermosa y de buen partido, pero ella amaba la soledad y siempre rechazó el
casarse. Cuando su amiga Catalina se casó con Galeotte Roberto, príncipe de
Rímini, ella se unió a la comunidad de damas pías que formaba parte de una
Tercera Orden de Inspiración Agustiniana. Aconsejados por los franciscanos su
comunidad es transformado en un monasterios de Clarisas, llamado Monasterio del
Corpus Domini, en Ferrera. Catalina pronunció sus votos en 1432, fue
posteriormente la maestra de novicias.
Fue una persona que tuvo visiones
y éxtasis. En una de sus visiones vio a la Virgen María, la noche de Navidad de
1445, que le presentaba al Niño Jesús. También vio a San Francisco de Asís, el
cual le mostró sus estigmas.
Virgen pintada por Catalina de Bolonia |
Con relación a la visión que tuvo
de la Virgen, cuentan sus biógrafos que la noche de Navidad pidió permiso a su
superiora para pasar toda la noche de Navidad rezando en la iglesia del monasterio
con la intención de rezar mil avemarías en honor de la Virgen. Así lo hizo, con
toda la atención y el fervor que le fue capaz. En la hora que según se cree
nació Jesús se le apareció la Virgen llevando en brazos al Niño Jesús, toda
abrumada de felicidad, se tomó la libertad de acariciar al Niño, de estrecharlo
contra su pecho y de acercar los labios a su rostro, en ese momento la visión
desapareció, dejándola en un gozo indescriptible a Catalina.
El Vicario General de la
observancia había obtenido del Papa Calixto III un Breve apostólico, en el año 1455,
autorizando la fundación de monasterios en diversas partes de Italia. Catalina
fue elegida como abadesa de una nueva fundación. Catalina se distinguió por su
espiritualidad y por sus consejos. Moría en Bolonia el 9 de marzo de 1463, tras
su muerte los milagros se manifestaron sobre su tumba, a tal punto que su cuerpo
sólo estuvo 18 días bajo tierra, siendo expuesto a la veneración de las
religiosas y los fieles bajo un baldaquín en una capilla de la iglesia Corpus Domini del monasterio donde se
encuentra hasta hoy día.
Publicado en Cuenca, 9 de marzo de 2019 y el 9 de marzo de 2024.
Por: José María Rodríguez González.
Profesor e investigador histórico.
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